SAGÀS – SANT LLEÏR DE LA VALL d´ORA Km. 51,5

Día 25-6-08. La jornada ha sido tan intensa que he de hacer un enorme esfuerzo para recordar con detalle lo ocurrido durante las 13 horas empleadas en realizar este emocionante recorrido, especialmente la segunda parte del día en el trazado del itinerario ha sido a través de zonas montañosas muy escarpadas cuando he tenido que hacer uso de mis habilidades montañeras.

Iglesia de San Andreu de Sagàs


No he tenido necesidad del despertador, los gallos del corral y el enjambre de pajarillos han comenzado el concierto cuando el sol clarea en la madrugada. Como de costumbre, me levanto a las 6h30m y cuando bajo a la cocina, Nuria tiene el café calentito. Anoche me despedí de Jordi y de su madre, ahora lo hago con Nuria agradeciéndole de corazón las atenciones que han tenido conmigo, me he sentido como en mi propia casa y me han tratado como a uno mas de la familia, por tanto estoy en deuda con la familia Rovira.
Salgo a la calle a las 7 en punto cuando la temperatura agradable refresca la mañana, luego más tarde el sol calentará con fuerza y me llevará al límite de la deshidratación, a media tarde se nublará y el ambiente será mucho más agradable.
Llego nuevamente al Plá de la Creu para continuar el itinerario del GR1 que en pocos minutos me lleva hasta Sant Andreu de Sagàs donde destaca su bonita iglesia románica restaurada que admiro en toda su dimensión, no me encuentro con nadie ni en los alrededores.

Berga


La senda se complica al seguir por zonas sin un claro camino transitable lo que me obliga a ir con mucha atención, además de algunos rodeos para evitar zonas de cultivo de cereales, puedo comprobar la destrucción que generó el gran incendio del año 1994 cuando arrasó una importante zona de bosque y dividió en dos partes la Comarca del Berguedá, es terrible ver todo arrasado, aún recuerdan el trágico suceso las gentes de la zona y se les salen las lágrimas sin querer.
Sigo recorriendo los aledaños de la Riera del Pontarró que finalmente he de cruzar por un punto donde el cauce se estrecha, dando un salto continúo por el lado contrario para ascender hacia grandes roquedos. Estos lanchares son consecuencia de la formación geológica de esta amplia zona que probablemente han quedado al descubierto como consecuencia del incendio al que hacía referencia y la erosión ha hecho el resto.

Gironella


Me voy acercando a Berga y las montañas que la rodean, los Rasos de Peguera, luego por la tarde ascenderé a la Serra dels Tossals que percibo en la lejanía.
Llego a Olvan, un pequeño pueblo que cruzo para seguir por una senda balizada para bicis llamada “Ruta de la Quar” y que me acompañará hasta Gironella. Doy vista al Valle del Río Llobragat, su cauce y las altas montañas donde nace, las faldas sur del Cadí.
Unos minutos pasadas las 10 de la mañana desciendo hasta Gironella admirando a corta distancia, desde un alto mirador, su bonito casco antiguo para descender a continuación por unas largas escaleras hasta el puente que cruza el Río Llobregat.
Hago acopio de fresca agua en una tienda y abandono Gironella por un camino hacia la Font del Balç, antes paso al enfrente de unas escarpadas paredes convertidas en escuela de escalada bien equipadas.

Barranc de Salt Sallent


Sigo al lado del Llobregat donde en algunos tramos han sido borradas las balizas roja y blanca, esto será una constante durante la jornada que me hará despistar en mas de una ocasión. Abandono el margen del Llobregat para seguir al lado de su afluente, la Riera de Graugés, dejando a la derecha el bonito pueblo de L´Ametlla de Casserres y continuar por el agradable y fresco bosque de ribera y el murmullo de sus cantarinas aguas.
Salgo del estrecho cauce del río para cruzar amplios sembrados de cereales con algunas bonitas masías y llegar a Sant Vicenç d´Obiols, destacado conjunto románico-visigótico restaurado recientemente que contemplo con mucho detenimiento, está ubicado en un bonito lugar elevado.
El calor comienza a ser sofocante, sobre todo cuando he de subir algunas cuestas algo empinadas. Termino de cruzar el pequeño pueblo de Graugés y la senda utiliza, para llegar a Avià, una carretera muy estrecha y sin arcén durante un par de km, al pasar el primer camión he de salirme al campo para que no me lleve por delante. El primer coche que pasa en mi dirección pido ayuda al conductor, Jordi detiene su todoterreno y me deja enfrente del Bar l´Ateneo que tiene una apacible y sombreada terraza donde me tomo un par de cervezas y un bocadillo de mochila, son las 12h15m, el momento justo para el almuerzo y el descanso relajado.
Repuestas las fuerzas, abandono Avià siguiendo el itinerario para cruzar la Riera de Bellùs y también la Riera de Clarà. Al lado de una vieja masía hay un pozo muy profundo de donde antiguamente se surtían de agua, más adelante verá más pozos de la misma factura.
He vuelto a ver, en algunos tramos, la flecha amarilla del Camino de Santiago pero tan pronto aparecen como desaparecen, desconozco dicho itinerario.
A las 15 horas en punto llego a L´Espunyola por donde pasa la carretera de Berga a Solsona, en una panadería me tomo una cocacola bien fresquita y me preparo para el sobreesfuerzo que tengo que realizar a continuación.

Capolat


Comienzo el fortísimo ascenso al Barranc del Salt Sallent a través de inclinados desniveles por zonas de carrasca cuya sombra no es precisamente muy densa por lo que el sol me va machacando. Al llegar a la parte mas elevada contemplo un espectacular despeñadero por donde se desprende una bonita cascada. También las vistas tan extraordinarias de todas las zonas recorridas durante la mañana, estoy en las Cingles de Capolat a más de 1.200 m de altura.
Accedo ahora a una amplia zona muy verde, es una especie de gran plano que antecede a otra escarpada zona llamada Serra dels Tossals, esta gran explanada se halla a 1.250 m de altura con algunas explotaciones agrícolas con bancales al inicio ahora abandonadas, luego ya en la gran explanada hay sembrados de cereales.
Se comienza a nublar y oigo a lo lejos algunos truenos, no caerá ni una gota aquí, pero la temperatura disminuye y una agradable y fresca brisa comienza a soplar amortiguando los sudores para el ascenso final hasta los 1.500 m de altura en la Serra dels Tossals y su interminable cresterío.

Sant Vicenç d´Obiols


Paso al lado de una charca donde hay un concierto de ranas a todo volumen, supongo estarán en proceso de apareamiento. También he visto varias liebres y conejos que han cruzado los caminos por donde he pasado en varias ocasiones.
Cruzo la gran explanada verde llegando al llamado Capolat que es una serie de masías restauradas convertidas al turismo rural. Destaca, en una elevación, la Ermita de Sant Martí, por su lado pasaré en unos minutos camino del Serrat de Runers para abordar el fuerte ascenso al Malpás de Runers (1.435 m) pasando al lado de las ruinas del Santuari dels Tossals en lo alto de un espolón vigilando todo el amplio valle a sus pies.
Llego al Malpás de Runers a las 15h30m, su parte más elevada está a 1.490 m de altura desde donde tengo una extraordinaria panorámica, Port del Comte, Rasos de Peguera, Serra de Busa, Pedraforca está cubierta por las nubes.

Rasa de la Frau y Serra de Busa


Comienzo el largo cresteo de la Serra dels Tossals que en algunos puntos resulta algo peligrosa al estrecharse la senda y cruzar escarpados paredones de aglomerado. Es un constante sube y baja que me parece interminable, un joven rebeco se sorprende al verme acercar, penetra rápidamente en el bosque.
Comienzo el descenso hacia Taravil, un pequeño casería ubicado en grandes praderíos muy verdes donde el ganado pasta con placidez. La senda desciende suavemente por los praderíos entre pinos hasta el comienzo de un escarpado y profundo barranco, es la Rasa de la Frau donde se inicia una pista recientemente construida con gran desmonte de terreno y piedras que han tapado la senda por donde circula el GR1. Esta pista termina sin haber llegado abajo, por tanto tengo que buscar el sendero que me bajará, entre el bosque, hasta Sant Lleïr de la Vall d´Ora, lo encuentro en un giro de la pista pues ya me estaba empezando a poner algo nervioso, no había forma de continuar a través del fondo del escarpado barranco y como digo, la pista se acabó, no me hubiera quedado otra alternativa que volver a ascender los 300 m de desnivel hasta los praderíos sin tener muy claro la continuación hacia la Valldora.
Por el sendero, que al principio desciende por zonas muy inclinadas, voy dando vista al escarpado cañón que forma el Río Ora y mañana recorreré al completo.
Llego a una masía a la vera del mismo río para preguntar por la Masía el Pujol (Tel. 973299045) donde he reservado habitación. Cruzo el río a través de un bonito puente medieval y al lado de un pequeño museo etnológico donde se exhibe una serrería hidráulica, sigo el caminito que me sube hasta la Masía el Pujol que está del otro lado en un alto, está rehabilitada con muy buen gusto y con todas las comodidades. Dolors Pujol me atiende cordialmente, me asigna habitación y a las 21h30m cenamos toda la familia excepto su marido Celestí que llegará algo mas tarde. He llegado a la Masía el Pujol a las 20h15m, una larga y dura jornada por el GR1.
Datos del GPS: Distancia recorrida 51,5 km. Tiempo en movimiento 10h51m. Tiempo detenido 2h7m. Tiempo total empleado 12h58m. Media total 4 k/h. Desnivel acumulado 1.715m.

PERFIL DE LA JORNADA