CAMARIÑAS – LAXE
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Día 11-09-2019. Tomo un completo desayuno en el hotel junto a
algunos senderistas con quienes intercambio impresiones sobre los itinerarios
que estamos realizando. Afortunadamente en esta ocasión puedo
desayunar a partir de las 8h para poder iniciar la caminata algo más
temprano que la vez anterior que no lo pude hacer antes de las 8h30m,
algo hemos mejorado.
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Faro y Cabo Vilan |
A las 8h40m bajo al Puerto de Camariñas cuando
el sol ilumina los barcos amarrados en una mañana fresca y completamente
despejada, el sol lucirá durante
toda la jornada sin llegar a ser sofocante puesto que el viento del norte
soplará en algunos momentos hasta con mucha fuerza, esto alivia
bastante el calor además la humedad del mar se aprecia en la piel,
un verdadero placer.
En lugar de seguir el itinerario marcado por O Camiño dos Faros hasta
el Faro
del Cabo Vilán, tomo la pista que sigue en línea
casi recta evitando un largo círculo de un par de kilómetros
que ya caminé la vez anterior. Así pues en pocos minutos
llego al cruce donde una pista asciende al faro y otra hacia la piscifactoría,
una tercera gira a la derecha por el parque eólico, en pocos metros
enlazo con O Camiño dos Faros, son ahora las
9h30m. Las vistas del conjunto del Cabo Vilán son
ahora espectaculares puesto que el sol ilumina con fuerza todos los
alrededores, Muxía tan cerca
del otro lado del mar y los islotes que acompañan al cabo.
Asciendo por la pista encontrando varias sendas de descenso hacia los
acantilados que supongo utilizarán los percebeiros para sus arriesgadas
faenas. Desde lo más alto doy vista a las playas y rompientes
rocosos abajo donde los acantilados son batidos por las violentas aguas.
Un atajo permite el descenso directo a las finas arenas de la Praia
da Pedrosa tan recoleta entre los acantilados graníticos, en caso
de seguir por la pista ésta gira en muchas curvas y se hace algo
pesada, varios conejos corretean delante a pocos metros.
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Praia da Pedrosa |
Cruzo los arenales enlazando de nuevo con la pista que ya seguiré durante
varios kilómetros hasta el Cementerio de los Ingleses.
Baten las aguas sobre las rocas generando gran ruido, el conjunto
del Cabo
Vilán se va perfilando a medida que gira la pista
ofreciéndome bonitas
perspectivas de los agrestes peñones de granito que lo acompañan,
no me extraña el terror que debían sentir los marineros
durante los tremendos temporales en esta Costa da Morte muy
bien bautizada por las traicioneras rocas en algunos casos ocultas
por las mareas altas.
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Hacia el Cabo do Trece |
Acompañado por el sonido de las agresivas olas y la fresca brisa
húmeda del norte continúo por la pista a buena marcha cruzándome
con algunos senderistas hasta arribar al Cementerio de los Ingleses fallecidos
en el naufragio del HMS Serpent hace años en el que perecieron
172 tripulantes, una tremenda desgracia que marcó esta costa en
la memoria de todos los ingleses de la época. Son las 10h50m,
ahora tomo un sendero que sigue en dirección a la Praia
do Trece pasando entre algunos pinos que casi tapan el
sendero hasta entrar en las altas dunas sobre las finas arenas
donde se deslizan
las olas, mar
adentro siguen batiendo las aguas sobre las rocas, a ratos bajo
al lado de las aguas donde me hundo y resulta algo penoso el caminar
por tanto
vuelvo a elevarme sobre las dunas donde tampoco resulta muy grato
caminar.
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Cabo y Faro Vilan |
Retorno a la base de las olas donde ahora la arena es algo más
firme, aún así me duelen los pies de tanto trajín
al hundirse en ambos casos en las arenas. La zona es de gran belleza,
la playa solitaria, arenas finas, olas rompiendo sobre la arena suavemente,
realmente un fantástico momento. Al final de la playa cuando me
acerco a una zona con vegetación veo un numeroso grupo de gaviotas
posadas en unas plantas, me acerco y salen volando, estaban comiendo
unos diminutos frutos blancos como perlitas que penden de unos arbustos,
pruebo uno de las pequeñas perlas y resultan de un sabor semiácido
pero agradables al paladar, no me extraña que las gaviotas se
dieran un banquete.
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Praia do Trece |
Al final pregunto sobre estas plantas y sus diminutos frutos
que brillan al darles el sol sobre la planta completamente
verde, resultan
ser “caramiñas”,
de este término se deduce que se denominó la aldea de Camariñas pues
según he leído en tiempos de mucha necesidad la gente
de estos lugares comían dichos diminutos frutos que al estar maduros
adquieren un color rosáceo apetitoso. Es una planta endémica
de estas zonas arenosas y húmedas cercanas al agua del mar y en
peligro de extinción por lo que está muy protegida estando
prohibido dañarla. Por esta zona son muy abundantes.
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Enseada do Trece |
El sendero inicia el ascenso a un collado a través de un corredor
arenoso muy inclinado donde subir es todo un tormento, un paso arriba
y medio paso hacia abajo, la arena se desliza nada más pisarla,
sudo un montón en este corto repecho, desde arriba las vistas
de la Praia do Trece al completo son preciosas
y por el lado contrario las pedreras y bolos de granito donde
rompen las
olas hacia el Puerto
de Santa Maríña que veo algo más adelante donde
los barcos pesqueros están amarrados a la orilla de un espigón.
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Os Portinos |
De frente, comenzando el tormentoso ascenso, me cruzo con
un matrimonio de senderistas que esta mañana estaba en el comedor del hotel
desayunando, me dijeron que les vendrían a buscar en un vehículo
para trasladarles hasta Arou y comenzar
la andadura hacia Camariñas,
me dicen que han tardado más de hora y media en superar 4 kilómetros
por el laberinto de rocas y bolos de granito, están algo fatigados,
no han caminado ni el 20% de lo que lo he hecho yo, es verdad que han
esperado el vehículo, luego el traslado, etc. etc. una pequeña
odisea para ellos supongo.
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Praia de Arou |
Cruzando por los bolos de granito en un corto tramo llego
al pequeño
Puerto de Santa Mariña e iniciar
la parte más complicada
del recorrido pues hay que subir y bajar por lanchares y rocas de granito,
en algún caso hasta pequeñas trepadas, fácilmente
se puede uno equivocar en el seguimiento de la ruta que no tiene casi
indicaciones visibles salvo algún punto verde o unos pies del
mismo color en contados puntos, a pesar de todo la afluencia de senderistas
desde que hace 5 años lo realicé ha conseguido afianzar
la senda y marcar bien el suelo de matorrales, hierbas, tojos, excepto
en la rocas. También se han realizado labores de limpieza en muchos
tramos de este sendero.
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Praia de Traba |
Me cruzo con un senderista con quien me detengo un ratito
de charla, descubrimos que somos casi vecinos en el
barrio de Madrid donde
vivimos a pocos metros uno del otro, que casualidad
irme a encontrar con Pepe en este lejano
paraje. A las 13h contacto con la pista que me lleva
al pueblo
de Arou, desde aquí puedo contemplar al fondo los alrededores
de Laxe, ahora el calor es más intenso. Al entrar en Arou me
acerco al Bar Galicia a tomarme un
par de cervezas con limón y algo de
picar, al mismo tiempo un pequeño y relajado descanso de charla
con Carlos, un paisano del lugar.
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Praia de Soesto |
El corto tramo que sigue hasta la aldea de Camelle lo
hago a través
de una pista donde la brisa marina me permite ir muy fresquito hasta
entrar en dicho pueblo a las 14h5m que cruzo en su totalidad. La continuidad
de la ruta es, primero por una pista que finaliza al poco rato convirtiéndose
en bonito camino a ratos con base empedrada entre un bosque de pinos
donde agradezco la agradable sombra. A las 15h doy vista a la Praia
de Traba otra playa de las más bonitas de esta sorprendente Costa
da Morte, es todo un espectáculo contemplar esta larguísima
playa y sus altas dunas.
Entro en las finas arenas de la playa pero caminar
por ellas no me hace mucha gracia, es un tormento
para mis
pies tampoco
a través de
las dunas así que por una pasarela de madera llego a una pista
que aunque daré un gran rodeo me permite caminar con cierto brío
entre maizales muy cerca de la Lagoa de Traba indicada
por varios carteles. Finalizo la pista donde desagua
la laguna, la vez anterior fui por la
arena y el cruce de dicho cauce me dejó las botas encharcadas
para el resto de la tarde, por eso en esta ocasión he preferido
llegar por la pista y evitar el problema pues ya veo que el desagüe
tiene lleva cierto caudal.
Sigo ahora en suave ascenso por un sendero entre
helechos y tojos muy bien limpio y perfecto para
caminar, luego
otro tramo
de
pista bordeando
el cerro O Castrallón desde
donde contemplo la Praia
de Soesto de la misma factura de las anteriores,
muy larga y de arenas finas. Tomo una pasarela de
madera bordeando
los arenales
y dunas hasta llegar a
un parking con 7 vehículos aparcados, al final un camino de tierra
en fuerte ascenso me lleva a un collado dejando a la izquierda O
Peñón,
me doy la vuelta para contemplar por última vez el conjunto de
la Praia de Soesto y la costa más allá de la aldea de Arou
por donde he venido.
Del otro lado Laxe, la Ría de Corme e Laxe,
más al fondo
el pueblo de Corme brillando por
los rayos de sol que lo iluminan, un bonito panorama.
Desciendo
por
inclinadas calles
hasta el Hotel
Vida Mar de Laxe donde tengo reservado alojamiento,
hotel muy nuevo e instalaciones muy modernas y acogedoras,
son las 17h10m.
Datos del GPS: Distancia recorrida 34k. Tiempo en movimiento 7h16m. Tiempo
detenido 1h7m. Tiempo total empleado 8h23m. Media en movimiento 4,7 k/h.
Media total 4,1 k/h. Ascenso acumulado 487m. Descenso acumulado 377m.
PERFIL DE LA JORNADA |
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