REF.
CAÑADA MERGOSA – RÍO BOROSA – COTO
RIOS Kmts. 40
Día 5-3-04. Gabriel, en su flamante todoterreno, llega a las
7 en punto a recogernos en la Casa Rural de El Cerezo, donde hemos pasado
la noche después de realizar el recorrido por el GR7 entre Coto
Ríos-Pontones-Santiago de la Espada, así que para hacer
el itinerario circular y retornar al Valle del Guadalquivir, no nos ha
quedado más remedio que recurrir a un transporte que nos lleve
hasta un punto más adelantado del itinerario para poder realizarlo
en una jornada, cosa no muy fácil al estar las pistas cubiertas
por gruesas capas de nieve, sobre todo en ventisqueros donde se han acumulado
algunos metros y el paso de cualquier vehículo se hace complicado,
pero Gabriel es un verdadero experto y nos subirá unos 15 kmts.
hasta los 1.700 mts. de altura.
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Campos de Hernán Perea |
Estas
pistas que cruzan el Parque
Natural de Cazorla Segura las Villas solo pueden ser utilizadas
por vehículos
autorizados, por lo que dada mi consabida opinión en contra del
uso de este tipo de vehículos, destructores, no solo del medio
ambiente, si no de pistas, caminos, sendas, suelos y todo lo que se encuentre
a su paso, por primera vez he sido testigo de lo que son capaces. Como
quiera que mi amigo Raúl terminó ayer la intensa jornada
con sus rodillas algo tocadas, de no haber sido por la ayuda de Gabriel y
su todoterreno, probablemente no hubiéramos sido capaces de
hacer todo el recorrido en una jornada, además el esfuerzo para
Raúl hubiera sido demasiado fuerte.
La helada de esta madrugada ha sido menos intensa que los pasados días,
nos contaban ayer los paisanos que en días pasados las temperaturas
de madrugada llegaron a los –10 grados y arriba en las zonas de
sierra, a 1.800 mts. probablemente llegaran a –20, todo un récord.
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Por los Campos de Hernán Perea |
Según ascendemos por la pista, aún en penumbra pero amaneciendo,
podemos contemplar la cumbre de La Sagra cubierta
por el manto blanco, destacando de todos los alrededores, a medida
que las laderas de la sierra
van recibiendo la claridad, la nieve la refleja e ilumina los alrededores,
es un momento hermoso, también el cielo se comienza a poner rosado
al principio, para ir cambiando a rojo intenso y en breves momentos amarillear
con la intensidad del sol. Esta parte este de la sierra, no tiene casi
vegetación, solo algunos pinos aislados, al acercarnos a uno de
ellos, en el Arroyo de la Juan Fría, comentamos
a Gabriel las
dimensiones de un ejemplar en el arroyo, nos dice que es probablemente
uno de los pinos más grandes de Europa, que ya es decir. Bueno
pues es el Pino Galapán, de dimensiones descomunales,
solitario en la vaguada, tiene una altura gigantesca y un diámetro soberbio,
nos dice Gabriel que vayamos a su lado para comparar
las dimensiones de una persona con aquel gigante.
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Hacia Rambla Seca |
Realmente
espectacular, se yergue esbelto
con un tronco recto hacia el cielo con una fuerza que se aprecia
en sus dimensiones ahora al tenerlo tan cerca, de lejos una persona
a
su lado
parece una hormiga.
Nos imaginamos toda esta zona poblada por ejemplares de pino autóctono
centenarios, antes de ser talados para la construcción de la famosa
Armada Invencible, que ironía, barcos que fueron destruidos en
una batalla en poco tiempo y que fueron construidos con esos hermosos
y esbeltos pinos centenarios. Bueno, a lo mejor de no haber sido por
aquellos barcos, hoy seríamos “miembros” de la Commonwelth.
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Sierra de la Cabrilla |
A medida que ascendemos, la pista se halla más interrumpida por
grandes neveros, así que Gabriel hace
uso de su pericia saliéndose
campo a través poniendo el todoterreno en laderas peligrosas,
nos hace sudar al notar el desequilibrio de la máquina, otras
veces al arremeter contra los grandes neveros. Vemos como levanta la
superficie de la tierra con facilidad pues su potente motor de tracción
a las cuatro ruedas lanza las piedras y todo lo que encuentra a su paso,
bueno pues esto es lo que ocurre cuando el asalto salvaje de estas máquinas
destructoras están en manos de gente insensata.
Llegamos a un punto, Refugio Cañada Mergosa,
donde ya no es posible el avance, así que nos despedimos de nuestro amigo Gabriel,
contentos de poner los pies en la tierra y avanzar de forma más apacible.
Este refugio, igual que los que nos encontraremos a continuación,
está hecho para pasar una noche en el suelo, una chimenea, un
cuarto para la leña, puerta y ventanas de cristal, que pueden
ser de utilidad para una emergencia, no creo que den cabida a más
de 4/6 personas.
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Laguna de Valdeazores |
Comenzamos la andadura a las 8 en punto y a 1.729 mts. de altura,
ha amanecido pero el cielo está algo brumoso, por tanto el sol aún
no ilumina los alrededores. Vemos toda la zona llamada Campos
de Hernán
Perea, que son una especie de altiplano calizo con
suaves elevaciones, hoyos y simas, todo rodeado de murallas
más elevadas, por el norte
la Sierra del Almorchón, Cordillera de
las Banderillas, al sur-este
la Sierra de la Empanada y las primeras estribaciones
de la Sierra
de Castril. Amplio altiplano donde en algunos puntos
incluso la tierra permite el aprovechamiento agrícola con siembra de cereales, pero la principal
explotación actual es el pasto del ganado en época estival,
por eso la cantidad de topónimos ganaderos, cañadas, tinás,
cortijos, prados, abrevaderos, etc. etc.
La única vegetación que permanece en la actualidad son
aisladas cornicabras, espinos, enebros y sabinas rastreras, luego cuando
pasemos a la vertiente del Guadalquivir, el
panorama cambiará de
forma radical. La abundancia de nieve nos permite disfrutar de un panorama
peculiar, incluso seguimos la huella de un esquiador y sus dos perros
que, probablemente, ayer por la tarde hizo una travesía invernal
realmente placentera y poco habitual pues la nieve no debe permanecer
muchos días seguidos debido a las altas temperaturas diurnas y
la directa exposición a los rayos del potente sol de estas latitudes.
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Salto de los Órganos |
Pasamos al lado el Refugio Forestal Monterilla y
algo más adelante
se nos une por la izquierda el GR 144 que viene de Fuente Segura a
través
de la Cañada de la Cruz, el Calar de
las Palomas y el Campo del
Espino, seguiremos las balizas roja y blanca de
este GR hasta el control de Rambla Seca.
Tenemos, enfrente hacia el oeste, la cima del Banderillas y
a nuestra izquierda la cima del Empanadas,
a nuestras espaldas el Almorchón,
nos desplazamos por los llanos con cierta alegría aprovechando
las huellas de nuestro antecesor en el cruce, el esquiador y sus perros,
para dejar a la izquierda el Puerto de Lézar,
que es una abertura pronunciada en el cordal, dando vista
a la Sierra Seca en
pleno Parque
Natural Sierra de Castril.
En la distancia vemos un vehículo todoterreno varado en la nieve,
se ha quedado atascado en medio de la pista, ha debido suceder hace varios
días pues las pisadas alrededor y las piedras que colocaron para
intentar sacarlo del hoyo nos muestran que son algo antiguas, está abierto,
algo más adelante hay varias rodadas, por tanto interpretamos
que subieron con otros vehículos para tirar de él, pero
sin éxito, aún habrá de esperar su rescate algún
día más.
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Descenso al Río Borosa |
Poco antes de llegar al Refugio de Pastores Rambla Seca,
a la izquierda, hay un abrevadero con dos chorros congelados,
para congelar un chorro
abundante de agua la temperatura ha debido ser considerable.
A las 10,45 llegamos al Refugio de Rambla Seca,
por la derecha aparecen unas torcas calizas que nos recuerdan
las formaciones
rocosas
de la Serranía
de Ronda, realmente espectaculares. Pocos metros
adelante nos encontramos con el control forestal de Rambla Seca,
una valla y una caseta además
de un cartel indicador del GR144 con la información de dicho itinerario, “A
Pontones 9 horas”, “A Don Domingo 5 horas”,
es un recorrido lineal con 52 kmts. entre Beas de Segura y
este punto, Rambla
Seca, tiempo
recomendado 3 jornadas.
La pista se adentra en una zona poblada por grandes ejemplares
de pino, el suelo cubierto por una densa capa de nieve,
nos parece estar
en
cualquier zona del norte, incluso de un país Escandinavo,
cualquiera lo diría por estas latitudes. Se aprecia que esta parte del Parque
está más concurrida, que los vehículos todoterreno
transportan a los visitantes de forma cómoda para que aprecien
el panorama y vuelvan a retornar sin haberse cansado un ápice,
eso lo comprobaremos en breves momentos, un vehículo asciende
por la nevada pista con 7/8 turistas bien alegres, luego nos volverán
a pasar en el descenso a las Lagunas de Valdeazores en
tres ocasiones.
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Picón del Haza |
De no haber sido por la densa capa de nieve, hubiéramos descendido
por el Arroyo del Infierno directamente
al Embalse de los Órganos por
el Nacimiento
de Aguas Negras, luego hubiéramos ascendido
a visitar las Lagunas de Valdeazores,
pero con tanta nieve hubiera sido todo un tormento, así que decidimos seguir por la pista hacia
el Collado de la Fuente Bermejo, es
una vuelta muy grande, pero tampoco es que tengamos mucha
prisa,
además así conoceremos otras
zonas del parque realmente interesantes. Por ejemplo el Collado
de la Zarca, donde se ubica un gigantesco pino
dedicado al malogrado Félix
Rodríguez de la Fuente, también enfrente del collado tenemos
unas soberbias paredes en la Sierra de la Cabrilla,
llamadas Poyos
de la Carilarga y abajo el Barranco del Guadalentín.
Desde el collado vemos Sierra Nevada y
un amplio panorama a lo lejos, son ahora las 12 del mediodía, aquí hacemos un breve descanso.
Seguimos pista abajo dando vista a las laderas sur, por
tanto la nieve se va derritiendo y ya en algunos tramos
de la pista
pisamos
el firme,
hasta que llegamos al Collado de la Fuente Bermejo,
un cruce de pistas, la que seguíamos continúa hacia Vadillo,
nosotros la abandonamos a la derecha para comenzar el
descenso por el Valle del Río Borosa,
son las 12,45. Al lado de la pista hay montones de troncos
de pino preparados para ser evacuados pista arriba, entre
los pinos
descubrimos
dos hermosos
gamos con enorme cornamenta, al notar nuestra presencia
siguen su marcha entre los pinos, pero sin asustarse,
tranquilamente aprovechando para
comer los tiernos tallos de las ramas más bajas. Pasamos por un
escarpado corte al lado de la Fuente de la Reina,
donde van cayendo trozos de hielo de las altas paredes,
pasamos deprisa pues son trozos de hielo
de grandes dimensiones. Ahora la pista está en peores condiciones,
empedrada y con muchos baches, aquí el todoterreno, que vimos
horas atrás, vuelve a pasarnos, ahora los turistas van como en
una coctelera bien batidos por los movimientos en todas las direcciones.
Llegamos a la Laguna de Valdeazores en
un bonito entorno, rodeado de altas montañas con muchos pinos, el agua verde con juncos en sus laterales,
de ellos salen grupos de fochas que juguetean y bucean en busca del alimento.
Nos aposentamos en una zona de sombra para recuperar fuerzas, mientras tanto
el grupo de fochas, cuando no hablamos, salen de los juncales y vuelven a su
faena, en cuanto hablamos un poco, vuelven a esconderse. El lugar es una delicia,
hemos elegido bien el lugar del descanso, habíamos llegado a las 2 y
a la media hora retomamos el descenso hasta el Salto de los Órganos.
El todoterreno con los turistas vuelve de regreso, pues la
pista se termina y ya no es posible el seguir cómodamente y, supongo, no será cuestión
de ponerse a caminar don lo bien que se va sentado, bueno pues se perderán
lo más espectacular del itinerario.
Ahora la pista se ha convertido en una senda estrecha entre
un bosque de boj con ejemplares bastante grandes, hasta llegar
al Embalse de los Órganos por
cuya presa cruzamos al otro lado, ya comenzando a sorprendernos
por el escarpado entorno que vemos a pocos metros. Del embalse
nace un
canal
que cruza
por el interior de los paredones calizos para llegar a una
gran tubería
que lanza el agua hacia una central eléctrica 400 metros más
abajo, por el interior de los túneles, al lado del canal, conseguiremos
superar estos sorprendentes parajes que de otra forma sería muy difícil.
El primer túnel lo pasamos metiendo las botas en hoyos llenos de agua,
es conveniente disponer de una linterna pues hay puntos muy estrechos donde
te puedes hacer un buen chichón contra las paredes laterales. Una vez
superado este primer túnel vemos el estrechamiento por donde se desprenden
las aguas del río, cerrado por ambos lados de no ser por los túneles,
no habría salida posible en este punto el río se remansa antes
de iniciar el salto mortal, sus aguas verdes, los alrededores de hierba y gigantescos
pinos en la ribera. La estrecha senda bordea el Picón del Haza dando
vista, enfrente, a las escarpadas pareces del Poyo Cerezo y
entre ambas el pequeño espacio que ha ganado el río para salir hacia el abismo.
Al girar entramos nuevamente en otro túnel con ventanas para que entre
la claridad, a través de ellas contemplamos los derrumbaderos por donde
serpentea la senda que habremos de seguir una vez salgamos del largo túnel,
aún no podemos ver en su dimensión el salto del río. Salimos
del túnel y abordamos el vertiginoso descenso hasta la base del salto
donde el agua se desprende en una ruidosa cascada hacia una gran poza. Antiguamente
había una presa para retener el agua y los troncos que caían
desde la parte alta, aquí es donde se producía el ruido que dio
origen al nombre de Salto de los Órganos,
no me extraña, entre
la altura y el eco de las paredes que rodean el lugar, debía ser todo
un espectáculo. Miramos hacia arriba, a las paredes verticales por donde
circula el túnel y sus ventanucos, da vértigo solo con mirar.
Continuamos el descenso al lado del cauce del río, que desaparece y
aparece más abajo, grandes rocas en medio, desprendidas del escarpado
circo, varios carteles anuncian del peligro de desprendimientos frecuentes,
cosa que comprobamos pues la pista está arrasada en varios tramos.
A partir de la Central Eléctrica hay una pista de tierra para servicio
de la misma, por tanto prohibida al acceso de vehículos particulares,
por ella continuamos, ahora ya más tranquilos, igual que el Río
Borosa, que baja más reposado y con gran cauce, sus aguas ruidosas van
desprendiéndose en pequeñas cascadas hasta llegar a la Cerrada
de Elías, donde los paredones laterales parecen
querer estrujarlas, otro lugar espectacular. Vamos viendo en
las paredes
erosionadas por las
aguas, como los pliegues y cabalgamientos en diferentes estratos
nos dan idea de las
fuerzas sobrenaturales y empujes soberbios elevaron grandes
capas que conforman semicírculos, alterando las estructuras originales, toda una lección
de geología bien a la vista.
Ahora nos vamos encontrando grupos de jóvenes que retornan de la visita
a la zona, nosotros ya tenemos ganas de llegar a nuestro destino que está bien
cerca. Al llegar al Puente de los Caracolillos,
nos encontramos de nuevo con las balizas roja y blanca del
GR7 y un letrero
indicador “A el Vadillo
6,40 horas” y “A Coto Rios 1,30 horas”,
por tanto seguiremos dicho itinerario hasta donde dejamos el
coche ayer.
Al llegar a la Fuente de los Astilleros, ya
en la entrada al Río Borosa,
con algunos coches aparcados, vemos un cartel indicador del “Ruta a pie
PRA192 Cumbre del Banderillas, 14 kmts. de distancia, recorrido 6 horas ida,
cota mínima 690 mts., cota máxima 1.993”.
Este recorrido quedará para una futura excursión, sin lugar a dudas.
A las 5,30 salimos a la pista, ahora tomamos la inclinada cuesta
que nos sube a la Loma de Mariangela, una
pequeña aldea en lo alto que cruzamos y
continuamos hacia Coto Ríos a través de una bella senda entre
carrascas, algún pinar y sembrados de olivos. Aunque ya se nos hace
algo largo el camino y comienza a refrescar, seguimos con cierta animación,
sabemos que llegaremos poco después de las 6,30.
Por fin, a las 6,45 llegamos a Coto Ríos,
a 677 mts. de altura, por tanto, desde la máxima a la que hemos llegado hoy, 1.729 mts. pues un
desnivel superior a los 1.000 mts. aunque bastante suave, con excepción
del tramo del Salto de los Órganos.
Datos del GPS: Kmts. recorridos 40. Tiempo parados 2,30 horas. Tiempo en movimiento
8,09. Tiempo total 10,40 horas. Media en movimiento 4,8 kmts. hora. Media total
3,7 kmts. hora.
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