BENADALID – CORTES DE LA FRONTERA – LÍBAR – RONDA


Día 3-3-03. Hacia las 6 de la mañana un joven gallo ha comenzado el concierto matutino, no ha permitido que mi despertador tocara la alarma a la hora prevista, así, a las 7 preparo el macuto y demasiado pertrechado para lo que suponía una fría mañana al amanecer, en 20 minutos estoy en la calle hasta con los guantes puestos. Evidentemente la temperatura por estas latitudes es bien diferente y he de desprenderme de ropa inmediatamente, aunque aún es de noche, comienza a amanecer en el horizonte.

Llanos de Líbar

Estos primeros dos kilómetros he de volver por la carretera hasta la Venta San Isidoro, por tanto, aunque son pocos los vehículos que circulan, tomo la linterna para anunciar mi presencia a los conductores. Voy viendo el amanecer en la distancia y los dos kilómetros se me hacen un suspiro, aquí tomo un camino a mi izquierda para penetrar en la cuenca del Río Guadiaro abandonando la del Genal. El sol comienza a iluminar la Sierra Blanquilla, enfrente y más a la derecha la Sierra del Palo y Sierra de Benaoján, yo iré por la umbría de la sierra que separa ambas cuencas, dando vista a todo el valle del Guadiaro.

Camino de Cortes de la Frontera

Comienzo a ver las balizas blanca y amarilla del PR, a pesar de que a la entrada del camino no había ninguna indicación, hay una zona algo plana llamada Llanos del Moro con unas instalaciones para el ganado y sembrados de cereales, algo más adelante unos trabajadores se afanan en limpiar los pinares, estoy en la ladera a unos 800/900 metros de altura. El camino comienza el descenso y el sol ilumina completamente a Cortes de la Frontera en la otra ladera de la Sierra de los Pinos, puedo ver también, en la distancia, las lomas recorridas por el GR7 en el Parque de los Alcornocales entre el Mojón de la Víbora y Jimena de la Frontera, es un día espléndido y nítido.
El camino comienza a descender suavemente entre los pinos y los arroyos bajan de las cumbres con abundante caudal, en algún caso tengo alguna dificultad en cruzarlos.

Sierra del Palo

Va sobresaliendo, hacia el sur, el Poyato y el solitario Cerro de la Laguna que son la continuación del cordal y del Peñón de Benadalid entre el Guadiaro y el Genal antes de su unión algo más abajo, sobrepasada la Sierra del Hacho con sus dos picos característicos, bien visibles desde muchos puntos.
Al haber mucha humedad, ya cerca de la base del valle, han crecido gigantescos castaños, quejigos y encinas, enormes troncos adornan las laderas, el suelo lleno de sus hojas, bellotas y pinchos de castañas, los pajarillos alegran la mañana y las parejas de perdices se me cruzan constantemente. Por mi izquierda quedan varios cortijos con ganado en sus alrededores y mucho verde, me da la impresión de hallarme en el norte, supongo que las lluvias abundantes de este invierno han favorecido este verdor primaveral.

Sierra de Montejaque y Juan Diego

Llego a un plano con muchos árboles llamado El Quejigo Solo, ahora me empiezan a dar los rayos del sol, aunque bastante suaves al principio. La pista que sigo desemboca en otra que a la derecha indica PR a Jimera de Líbar, la que he traído “Al Valle del Genal” y la de la izquierda, la que yo seguiré, no tiene ninguna indicación, dejo por la derecha el Cortijo del Moro y enseguida desemboco en una carretera que al cabo de pocos metros pasa por una fábrica de muebles, estoy en la Cañada del Real Tesoro, pueblo al lado del Guadiaro y las vías del tren a Algeciras. Cruzo el Guadiaro que lleva bastante caudal, con un color bastante turbio y por ambos márgenes hay muchas chumberas, es una zona muy amplia y plana a 376 metros de altura y por tanto con un clima muy templado. Antes de cruzar el puente sobre el río un letrero indica PR-A 255 “A Jimera de Lìbar 3 horas”, PR-A 237“A Benalauría 4 horas”, hasta este punto he caminado 12 kmts. en poco más de dos horas.

Calzada al Puerto de Algarrobo

Un cartel indica que estoy entrando en el “Parque Natural Sierra de Grazalema”, otro “Sendero a Cortes de la Frontera 4 kmts.”, PR-A 255 a Cortes de la Frontera 1 hora, otro letrero “Cañada Real de los Bueyes de Ronda”, por tanto hay abundante información. Me uno a un paisano, durante varios metros, para charlar un rato, cuando le digo que he dormido en Benadalid, me dice, “Ah, sí, Benalí”, así parece que denominan el pueblo, el paisano se queda en una huerta y sigo adelante, para cruzar por debajo de las vías del tren por donde pasa un arroyo con bastante agua, pisando piedras y haciendo algunos equilibrios para no caer al agua. Inicio ahora el ascenso a Cortes de la Frontera por una bella senda empedrada, que por la forma del asentamiento debe ser muy antigua, el agua en algunos tramos le ha destruido su firme base, aún así me lleva directamente a Cortes en un suspiro, eso sí, sudando la camiseta.

Jimera de Líbar y Alto de Conio


Llegando a Cortes veo en la distancia, en la otra ladera del Guadiaro, el pueblo de Jimera de Líbar, en las faldas del Alto de Conio, entro en Cortes por el cementerio y destaca su bonita y coqueta plaza de toros, también la parte de la sierra por donde he de subir a los Llanos de Líbar. Un cartel del “PR-A 255 a Jimera de Líbar 3,30 horas”. Son ahora las 10,15, altura en Cortes 571 metros, distancia desde Benadalid 14,5 kmts., he tardado por tanto 2,45 horas en el recorrido, habiendo parado unos 10 minutos.

Ascenso a Líbar-Al fondo Sierra del Hacho

Cruzo completamente Cortes, que está muy estirado, hasta llegar a la plaza de toros y en una cafetería enfrente, me tomo un buen café con leche, luego en una panadería compro unas empanadillas rellenas de cabello de ángel que están riquísimas y una torta de aceite, típica de estos contornos, algo de beber y rápidamente a tomar la senda hacia Líbar. Otro cartel dice “PR-A 252 “A Montejaque 9 horas”, este tiempo me deja desconcertado, si ahora son las 11 y he de emplear 9 horas, pues se me hará de noche por el camino. No lo entiendo, pues a partir de Los Correos el itinerario ya lo conozco, la distancia hasta Montejaque y Ronda no debe ser mayor de 3 horas, pues será que el tramo inicial, que no conozco, será más largo y complicado?

Montejaque

Pues a subir a buena marcha si quiero tomar el tren de la noche en Ronda. Sigo por la estrecha senda que me va subiendo hacia un rellano y ahora me da el sol de plano, por tanto el sudor me cae por la frente y empapo hasta los pantalones, al cabo de un buen rato la senda desemboca en una pista de tierra que viene por la derecha, por ella continúo ahora por un amplio llano llamado Los Montecillos, donde hay alguna explotación agrícola y varias casetas, además de las ruinas de lo que fue Cortes el Viejo. Al término del rellano comienza una dura subida, la senda ahora está empedrada y muy bien hecha, zigzagueando para aliviar el esfuerzo, el camino toma hacia la derecha y realiza otro itinerario diferente. La senda empedrada se mete de lleno en zonas de roca caliza y se aprecia el enorme esfuerzo en la construcción del estrecho vial que, seguramente, en tiempos fue comunicación incluso con la zona de Grazalema.

Por la Verea de los Machos hacia Líbar

Una fresca brisa, muy agradable, comienza a soplar a medida que me acerco a la zona más alta y mi sorpresa está al llegar arriba, estoy a 975 metros de altura, vuelvo la vista hacia atrás y veo en la distancia, las montañas de Marruecos, incluso la más alta con una corona de blanca nieve, se ven con nitidez las zonas del estrecho y a partir de ahí como las montañas se elevan hasta alcanzar grandes dimensiones. Es un día claro y se pueden ver grandes distancias, no hay nada de brumas ni nieblas, por tanto la vista se pierde en el horizonte.
El camino de tierra que había abandonado, aparece por mi derecha y sigue hacia mi izquierda con un cartel que dice “A la Sierra de los Pinos”, continúo de frente por el camino empedrado para cruzar una alambrada y dejar a la izquierda, más abajo, un gran hoyo de donde se han quitado las piedras y se ha formado una especie de pradera, rodeado de una estribación del gigantesco Peñón de Líbar, con ese color calizo tan espectacular y protegido por enormes torcas y simas que sobrecogen.

Hoyo de Líbar-Sierra de Mojón Alto

La senda desemboca en un camino más amplio que seguiré durante unos metros, luego este gira a la izquierda y comienza a descender hacia otro gran hoyo donde hay unas casetas, es el Cortijo Hoyos de Líbar, mi senda continúa por la ladera sin perder altura y de frente, hacia un collado más en alto, es la llamada “Verea de los Machos” . Puedo ver ya, por la derecha, la continuación del cordal hacia la Sierra del Palo y enfrente la Sierra de Líbar y Mojón Alto que hacen de separación de los Llanos de Líbar de los Llanos del Republicano, aquí al lado de la senda, la Fuente del Moro con abundante agua, de la que bebo con avaricia. Cuando tengo a la vista los Llanos de Líbar, el conocido Cortijo de Líbar y el Puerto del Correo, hago una breve parada a tener una última perspectiva antes de iniciar el descenso. La bajada la realizo con cierta comodidad, hay bastantes zonas herbosas y sin mucha inclinación, la verdad es que siento cierta alegría en llegar a los llanos, que aunque su cruce es bastante largo, ya estoy en terreno conocido. Hacia las 12,20 entro en la zona plana de los llanos, enfilo de frente hacia el Cortijo atravesando algún arroyo y viendo la placidez del ganado pastando en la llanura, no veo a nadie en el cortijo y por mi izquierda dejo atrás el Puerto del Correo por donde crucé hacia Villaluenga del Rosario haciendo el GR7 hace unos meses.

Peñón de Líbar

Como veo que llegaré muy pronto a Ronda, me lo comienzo a tomar con mucha tranquilidad, reduzco la marcha y durante un buen rato voy a paso de tortuga, disfrutando de los hermosos parajes en un día bastante diferente a la ocasión anterior, ahora desde una perspectiva contraria a como lo vi la vez anterior y en un maravilloso día.
Tengo billete para el tren de las 11,30 de la noche, Ronda-Madrid, pero a las 4,30 de la tarde hay otro tren muy rápido que llega a Madrid a las 9 de la noche, me digo, es la 1 y si apuro el paso, sería posible que llegara a Ronda y poderlo coger? Al menos lo intentaré, pongo el acelerador y a pesar de que hago alguna parada para las acostumbradas fotos, sobre todo de la Sierra de Juan Diego y sus formaciones geológicas, a las 2,30 entro en Montejaque, ya lo creo que llegaré a Ronda a tomar el tren de la tarde.
Cruzo Montejaque de lado a lado y me dirijo hacia la ermita del Puerto Algarrobo, ascendiendo por la bonita calzada empedrada y teniendo, ahora sí, a la vista el bello pueblo de Benaoján en las faldas de la sierra de su nombre. Desde la ermita será todo cuesta abajo y teniendo ante mis ojos la bonita Ronda y sus cortados del sur, también todo al amplio y plano valle hacia el norte, ahora completamente verde y los blancos cortijos y pueblos dándole una clara vistosidad. También las sierras que la rodean por levante, la Sierra Hidalga, Las Nieves, Sierra Blanquilla, Sierra de los Merinos y los Riscos de Cartajima, un buen espectáculo desde esta bella atalaya.
A las 3,45 llego al término del Viejo Camino a Montejaque y su empalme con la carretera, un taxi que llamo por teléfono, me viene a buscar y finalmente puedo tomar el tren de las 4,30 para casa.
Datos del GPS: Kmts. recorridos 41,3, horas empleadas 7,38, tiempo parado 50 minutos, tiempo total 8,28 horas, media en movimiento 5,5 kmts. hora.