SOTO
DE SAJAMBRE – AMIEVA Kmts. 16
Día 23-6-02. Un joven inglés, que está conociendo la zona y pernoctando en el hostal, me dijo anoche que pensaba madrugar y hacer el mismo recorrido que yo, por tanto podríamos hacerlo juntos, acordamos que a las 6,15 nos veríamos en la puerta del hostal, a las 6,20 aún no aparece, así que cargo la mochila al hombro y salgo a la senda en solitario. Hay una espesa niebla que lo cubre todo pero la temperatura es muy buena, yo diría que unos 18 grados, ideal para caminar. Tomo la senda con fuerte desnivel y al poco rato me veo obligado a desprenderme de ropa pues las rampas son bastante fuertes y me hacen sudar, es como bochorno.
El camino está en muy buen estado, al menos durante estos primeros kilómetros, luego será otra cosa bien diferente, la intensa niebla me impide ver los alrededores, cosa que se mantendrá durante casi todo el día, aún así podré disfrutar de una interesante jornada. A la izquierda de la senda hay una fuente con agua bien fresca, aquí lleno una de las cantimploras, el ir sin líquido me pone nervioso, además no sé si más adelante podré cogerla, por tanto es mejor ser precavido. Un gran barranco, a la izquierda del camino, está cubierto por gigantescas hayas con viejos troncos retorcidos y llenos de musgo, tapan completamente el cauce del arroyo. Oigo los cencerros de las vacas en la distancia y el canto de los pajarillos, pero sigo sin ver nada a 30 metros de distancia, me encuentro con un grupo de vacas con sus crías en medio del camino, me miran sorprendidas como pensando, que diablos hará este tío por aquí con la mañanita que hace. Con el pelo cubierto de humedad llego a una especie de collado con hierba, son Los Collaos, donde desaparece el camino que llevo, veo los perfiles de las vacas y algunos ejemplares de haya, anoche me advirtió Pedro que tomara a la derecha, que no bajara de frente, faldeando y cambiando de dirección, por tanto se trata de ir recorriendo la zona para localizar la continuación de la senda, eso sí, tomo referencia de las hayas para no perder la orientación.
Por fin, después de ir y venir varias veces, doy con una estrecha senda que me parece sigue la dirección correcta, también me encuentro con alguna señal indicadora que me confirma el buen camino a seguir. Por mi izquierda se aprecia una gran depresión, es la zona llamada Pandamones un valle algo más bajo del nivel que llevo, por mi derecha una elevada montaña, que es la que voy bordeando y que interpreto es la Peña Jurcueto, que efectivamente debo rodear. Es una lástima que no tenga visibilidad, seguro que las vistas serían sorprendentes ya que las inclinaciones son muy fuertes y según el mapa hay un estrecho y hundido valle llamado El Cardal. Confirma la visión de una torre con cables de alta tensión que anoche un paisano me dijo llevaría por mi izquierda, pero al poco rato la niebla me hace perderlo de vista, por tanto no tengo esa referencia que me hubiera ayudado bastante. Voy ahora por una especie de pequeño desfiladero muy estrecho con piedras húmedas y resbaladizas, he de llevar sumo cuidado donde piso, oigo una esquila y aparece una cabra, es realmente un paisaje fantasmagórico, las siluetas de las rocas y alguna vaca a varios metros, el estrecho paso se abre y entro en zonas con praderas para llegar a una fuente con bebedero para el ganado. Aquí surgen mis problemas, el plano que me entregó Pedro indica, después de la fuente girar a la izquierda, pero el después, cuantos metros son?
Pues con la niebla tienes que acertar con precisión, de otra forma sigues una senda diferente, continúo hasta una especie de plano o collado, giro a mi izquierda y es una subida muy inclinada por un cauce de agua pero seco y resbaladizo, llego a lo algo y más hierba, vuelta a bajar a la fuente, en una piedra veo una pequeña flecha azul, es la única indicación que he podido ver alrededor de la fuente, sigo su dirección y una serie de sendas por la ladera de la izquierda sin perder altura, es una senda bien definida, al cabo de unos diez minutos escucho el ladrido de un perro, pego cuatro gritos y me contesta un pastor, me encuentro con él, resulta ser Pepe, el hombre con el que hablé anoche en Soto, me dice que voy en mala dirección, que vuelva a la fuente y allí gire a la derecha, hacia arriba, su consejo “en estos días lo mejor es quedarse en casa”. Retorno a la fuente y vueltas y más vueltas nuevamente, pues no tengo clara la continuación, veo una silueta que viene, es Nick el joven inglés con el que había quedado en el hostal, me dice que se durmió, me pide disculpas. Ahora somos dos y me siento más confiado, dos ideas son mejor que una y cuatro ojos mejor que dos, además el ir acompañado da más seguridad. En la fuente tomamos una dirección que al final era la correcta, a la izquierda según veníamos, pero en ángulo y en ligero ascenso, llegamos a la Portilla Tarabico, punto de confluencia de Asturias y León.
Cruzamos la portilla metálica para volver a encontrarnos con cien sendas hechas por el ganado, no queremos perder altura y faldeamos hasta un punto donde hay unos escarpados paredones, decidimos bajar hacia el valle. Al descender al valle vemos la torreta y los cables de alta tensión, estamos en el buen camino, seguimos para encontrarnos con un enorme desnivel, una especie de gran escalón y abajo otro valle, es el Río Toneyo, optamos por bajar con muchas precauciones, las rocas húmedas están realmente peligrosas, no sabemos con exactitud si llevamos la dirección correcta, los cables han desaparecido y no lo tenemos nada claro. Nos encontramos con un camino empedrado con muy buena base de cantos, esta es nuestra senda, lo tomamos hasta una zona de campas o praderas en que desaparece como por encanto, aquí pego otros cuatro gritos y sorprendentemente, a muy corta distancia, nos contesta un hombre, cuando los vemos, realmente estaban a unos 50 metros, son tres hombre y una mujer que deben estar ordeñando las vacas en una majada, es la Majada de Sahugo, sentimos cierta alegría el confirmar que estamos en la dirección correcta y que ya hemos comenzado el descenso hacia nuestro destino. Charlamos un poquito con los paisanos y nos dan las indicaciones pertinentes para no perdernos de nuevo y localizar la continuación de la Senda del Arcediano.
Ahora vamos más tranquilos y confiados, nos han dicho los paisanos que ya no nos perderemos hasta Amieva, así que a las 10,20 nos paramos a comer algo, no hemos desayunado y estamos desfallecidos, necesitamos recuperar fuerzas, Que gratificante es ir charlando con mi amigo Nick, sobre todo entre la espesa niebla en que nada se puede ver y hay que ir mirando al suelo constantemente para no resbalar y dar con los huesos en las piedras. Vamos cruzando hermosos hayedos con gigantescos ejemplares y la magia del bosque entre la niebla y el espeso bosque. Llegamos a las Majadas de Cueries, las vemos abajo entre grandes rocas y bonitos alrededores muy verdes. El camino empedrado va perdiendo altura por la Cuesta de Jargueral entre un abigarrado bosque de hayas, acebos y avellanos, realmente bello, pasamos otra majada llamada Torgues y nos cruzamos con dos paisanos que suben a atender el ganado a las majadas, seguimos sin poder disfrutar de los hermosos panoramas que nos imaginamos, enormes paredes franqueando el cauce del Río Dobra, que baja encajonado entre sobrecogedoras montañas. A las 12 llegamos a El Cueto, donde conectamos con una pista asfaltada donde los paisanos han dejado los vehículos. Parece que aquí abajo hay menos niebla y podemos ver más distancias, grandes paredes, verdes pastos y varias majadas, la pista se dirige a una presa río arriba y al final el inicio de la Senda de la Jocica por la que se puede acceder a Vegabaño y el Puerto de Dobres para descender al Valle de Valdeón. Justo a las 12,30 entramos en Amieva, nos dirigimos al bar a comer y beber algo, aquí Nick seguirá un camino diferente al mío.
Amieva está a 600 mts. de altura, el punto más alto del
recorrido, la Portilla Tarabico a casi 1.600,
por tanto hemos ascendido casi 700 y hemos descendido 1.000,
buen desnivel.
Hemos tardado casi
6 horas en el trayecto con las correspondientes pérdidas. Me despido
de Nick y continúo, a las 2 de la tarde, la segunda parte de la
jornada. |