Mayo 1984. Dejamos el coche en el Puerto de Piedrasluengas, contemplamos el hermoso paisaje desde el mirador, hacia el Valle de la Liébana, llenamos nuestros pulmones de puro oxígeno y decididos, iniciamos el ascenso hacia las escarpadas paredes de Peña Labra. Esta peña tiene gran similitud al Castillo de Acher en el Pirineo Aragonés, por sus escarpes solo es posible el acceso a la cima a través de un corte o V en un punto concreto.

Peña Labra

La cumbre de la Peña de halla a 2.029 mts. de altura y el Puerto a 1.353, por tanto nos espera una dura subida de casi 700 mts. que no lo parece tanto por ser a través de praderas herbosas, que nos hace sudar la camiseta, pero que nos ofrece magníficas panorámicas de Picos, Cordillera hasta Peña Prieta y los hermosos y verdes valles hacia el sur. A medida que nos vamos acercando a los escarpes, vemos con nitidez el corte por donde habremos de acceder a la cumbre y que es una canal herbosa muy inclinada entre ambas paredes, así que aferrándonos a las hierbas logramos pasar al otro lado.

Peña Labra y al fondo la Liébana

Es una amplia plataforma con suaves laderas hacia el norte que descienden hacia el arranque de aguas del Río Nansa, más de 1.000 mts. abajo, el Embalse de la Cohilla, después la población de Tudanca y el bonito y apartado Valle de Polaciones, es un magnífico panorama con todos los alrededores muy verdes. Más hacia el este, nuestro objetivo, el Pico Tres Mares y una serie de escarpados cordales con mucha nieve en ambos lados. Nos acercamos hacia las paredes que dan hacia el Valle de la Liébana y contemplar el profundo valle a nuestros pies. Retornamos por el mismo camino de ascenso para continuar por la base de las paredes en la vertiente sur, luego comprobaríamos en un collado, que hubiéramos podido seguir por la cima sin necesidad de realizar el descenso y complicado cruce de los inclinados neveros, pero claro, ya no tenía remedio. Ahora seguimos, unas veces por la parte norte de los cortados, otra por la sur y a veces por la cresta, para llegar al punto donde claramente se distinguen las tres vertientes. Vamos viendo las fuentes del Río Pisuerga, algo más al este, la Sierra de Híjar y nacimiento del Río del mismo nombre y por nuestra izquierda, hacia el norte el Río Nansa, por tanto las aguas que aquí nacen siguen los cursos de los tres mares, Atlántico, Cantábrico y Mediterráneo, es realmente un curioso punto geográfico.

Cordal del Tres Mares

Después de pasar por algunos puntos realmente complicados, llegamos a la cumbre del Tres Mares (2.171 mts. de altura) y nos sorprende el ver la parafernalia de la estación de esquí del Alto Campoo, después de haber disfrutado de hermosos y salvajes lugares, ahora nos chocamos con la parte contraria, afortunadamente el regreso es por el mismo itinerario seguido, así la negativa visión del otro lado la perdemos en breves momentos, no estamos ni siquiera unos minutos con vistas a las pistas, rápidamente volvemos sobre nuestros pasos para iniciar el retorno, ahora algo más tranquilos al conocer y pisar nuestras huellas sobre la nieve.

Cordal Tres Mares-Al fondo Peña Labra

El retorno al Puerto de Piedrasluengas lo realizamos bastante rápido, ahora cómodamente en coche para casa.

Descenso del Tres Mares