ARAIA–SIERRA DE AIZKORRI–SANTUARIO DE ARANTZAZU Kmts. 19,8

Día 27-6-04. Las nieblas envuelven algunas zonas bajas, a pesar de ellas, podemos contemplar al pasar a su lado, las murallas defensivas y las iglesias fortificadas de Agurain-Salvatierra que nos anuncian la importancia que debió tener antiguamente, también el recinto medieval amurallado, supongo de calles estrechas bien ordenadas.

Salida del Túnel de San Adrián


Continuamos, Carlos y yo, por pistas hasta el lugar llamado Zumarraundi en plena Sierra de Urkilla, son las 8 en punto de la mañana, aquí dejamos el coche para rápidamente adentrarnos en un hermoso hayedo. El día no es tan caluroso como ayer, ahora más bien fresco y agradable, sobre todo mientras caminemos a la sombra de las hayas. Grandes hoyos y simas vuelven a llenar los alrededores, también en esta parte sur de la sierra, grandes helechares muy verdes cubren amplias zonas, pero las hayas son las protagonistas.

Aizkorri y Ermita de Sta Cruz


Comenzamos a ver balizas y carteles indicadores del Camino de Santiago en su paso hacia la Llanada Alavesa y proveniente de Guipúzcoa, es el GR65-2. También indicación del PR-A12 y PR-A11, este último en su ascenso al Monte Aratz, con indicación de tiempos de recorrido. Seguimos la calzada empedrada que en algunos tramos se conserva perfectamente, sobre todo en el paraje de Ezcaratza, la llamada Calzada de San Adrián servía y sirve a los peregrinos para cruzar el bosque y salir a parajes más llanos y seguros. Nos deja sorprendidos la perfección del trazado para ganar los desniveles y también lo bien conservada después de cientos de años.
El sol penetra a través del hayedo iluminando los alrededores, también las zonas verdes en alguna pradera, son unos momentos de la mañana que disfrutamos intensamente, además al camino es relajado y placentero, sin grandes desniveles, nos lo tomamos con verdadero relax.

Cordal de la Sierra de Aizkorri


Llega la calzada a una zona cerrada por una muralla caliza donde se intuye un profundo hoyo, al acercarnos comprobamos que la calzada se introduce de lleno en lo que fue el drenaje del sumidero, se aprovechó dicho túnel para dar paso a la calzada, aunque supongo debió realizarse el pulimento de la roca para hacerlo transitable, aún así la cabeza casi toca el techo. En la boca de salida hay una pequeña ermita y lo que queda de una antigua puerta que debió ser punto de control de paso. El camino continúa el descenso suave hacia la parte Guipuzcoana, concretamente a Cegama.
Intuyo que el hoyo que da paso al Túnel de San Adrián quedará cerrado por la nieve en alguna parte del duro invierno, por tanto debería haber algún paso alternativo, algo estrecho y escarpado pues la zona no permite otro tipo de senda. Intentamos descubrirlo haciendo una exploración de los alrededores, naturalmente, esa senda alternativa no es muy visible por no ser utilizada salvo la circunstancia de la acumulación de nieve en algún día muy invernal, en todo caso nos sirve para ver la escarpada muralla y el curso del recién nacido río en las laderas del Monte Aratz.

Praderas de Urbia


Iniciamos el inclinado ascenso a la Sierra de Aizkorri de nuevo a través del hayedo, ahora entre rocas de caliza pero aún en la agradable sombra hasta salir, hacia los 1.200 mts. de altura, a las clásicas simas y hoyos calizos que me recuerdan las Sierras de Ronda y Grazalema en el sur. Volvemos la vista para contemplar el Monte Aratz, más al fondo las Sierras de Andía y Urbasa, incluso en la lejanía la Sierra de Aralar, el día es espléndido y claro, incluso fresco y agradable para andar por estos montes.

Cima de Aketegi


Damos vista a la cima del Aizkorri, primera cima del cordal, donde hay una ermita, es la Ermita de Santa Cruz donde se agolpan muchos visitantes, hemos de tener en cuenta que hoy es domingo y la afición a la montaña por aquí es mucha. Son las 10,17 horas cuando llegamos a Aizkorri, hemos tardado por tanto 2,17 horas habiendo estado parados casi una en el Túnel de San Adrián. Desde la balconada de la ermita hay una hermosa panorámica del Valle del Río Oria y Cegama en su centro, pero la mas espectacular es la que se divisa desde la cima de Aizkorri de todo el escarpado cordal de la Sierra y que seguiremos a partir de aquí.
Del grupo de montañeros y excursionistas aparece Josean y su hijo Unai, con quienes Carlos había comentado nuestro itinerario y la hora aproximada en que pasaríamos por este punto, así que en animada charla iniciamos el recorrido de las cumbres de la escarpada sierra, dando vista hacia las amplias Praderas de Urbía por nuestra izquierda, también los sumideros y hoyos, pues es un valle cerrado que no tiene salida de aguas.

Cordal hacia el Aizkorri


Josean, debido a sus problemas de rodilla, decide descender hacia las Praderas de Urbía, allí nos esperará a la llegada. Seguimos, los tres, cresteando, ascendiendo a las cimas de Arbelaitz, Iraule, Aketegui, Aitxuri, Aitzabal y Aizkorri, todas ellas superiores a los 1.500 mts. alguna de ellas la bordeamos sin subir a su cima. La senda sigue entre el laberinto calizo aprovechando algunas zonas herbosas, en otros casos haciendo pequeñas trepadas en la roca desnuda.
En la última cumbre, ya a la altura del caserío de Arbelar, tenemos una llamada de nuestro amigo Zazpi que junto a su esposa Ester, viene a nuestro encuentro. Iniciamos el descenso hacia la campa, para encontrarnos con ellos y juntos dirigirnos a Arbelar donde nos bebemos una botella de sidra que nos sabe a gloria, nos quedamos con ganas de probar el queso, pero la comida habrá de ser en la Fonda de Urbía, algo más adelante, donde Zazpi ha reservado mesa, hoy domingo habrá lleno total.
A la una en punto llegamos a la Fonda de Urbía, hemos caminado 15,1 kmts. en 5 horas, estando detenidos 2,18 horas, quiere decir que nos lo hemos tomado con mucha tranquilidad. La Campa de Urbía, rodeada de fresnos y algunos hitos puestos por los pastores para no perderse en la intensa niebla, muy frecuente en estos puntos, es un lugar muy agradable donde la gente pasa las horas en la fresca sombra. La fonda fue lugar de encuentro de los pastores que subirían a estos parajes durante varios días, incluso semanas, para atender el ganado. También hay una ermita, la Ermita de Urbía, donde un cura subía a la preceptiva misa para los pastores, hombre muy querido por los feligreses según cuentan los entendidos.

Cordal hacia el Norte


La abundante comida en buena compañía, con vino y mejor sidra, nos sienta de maravilla, buena charla, buen ambiente, así da gusto. Bueno pues al término de la misma y al salir a la campa de nuevo, contemplamos como las nieblas comienzan a cruzar desde el norte y cubren las cimas del cordal, claro síntoma de cambio climático para la tarde, ya el aire tiene una temperatura y humedad bien diferente.
Una vez pasado el Collado de Elola, comenzamos el descenso por el agradable hayedo, muy relajados y en continua charla, hacia el Santuario de Arantzazu donde llegamos a cerca de las 4 de la tarde. Hemos recorrido casi 20 kmts.
Después de una buena botella de cava, hacemos un recorrido por el bonito lugar, visitando las instalaciones del Santuario de Arantzazu, cripta, iglesia y alrededores. Descendemos, ya en coche, hasta Oñati donde hacemos otra breve parada a visitar su Universidad y centro muy bien cuidado y bonito.
Datos del GPS: Kmts. recorridos 19,8. Tiempo total empleado 8 horas. Tiempo parado 3,3 horas. Tiempo en movimiento 4,3 horas.