FUENTE
DÉ - ÁLIVA – HORCADOS
ROJOS
Mayo 1.984. En esta ocasión y con el fin de aprovechar más el tiempo, nos hemos trasladado por la tarde, desde Salamanca, hasta Cervera de Pisuerga, donde hacemos noche y así salir muy de madrugada hacia el Puerto de Piedrasluengas, luego hasta Potes, capital de la Liébana y finalmente hasta Fuente Dé para tomar el primer teleférico. Llegamos a Fuente Dé muy temprano y hemos de esperar la salida del primer teleférico, que no es que se haga demasiado pronto, mientras tanto nuestros ánimos se ven un poco afectados por el sombrío panorama que tenemos, el cielo cubierto de nubes y suponemos en las cumbres aún mucho peor, a pesar de todo subimos en el vagón y vamos comenzando a vivir las fuertes emociones según ascendemos hacia las imponentes paredes del circo.
Una vez ganados, sin cansarnos nada, los casi 1.000 mts. de desnivel, arribamos al Mirador del Cable, el panorama es aún más desolador. Nuestra intención es el ascenso por los Hoyos de Lloroza y Hoyo sin Tierra hasta Horcados Rojos y tener así una visión del Urriellu (Naranjo). Tal como está la atmósfera, no nos atrevemos a hacer el recorrido, además hay mucha nieve y a lo mejor aunque lográramos llegar, seguramente no podríamos ver a más de 10 mts. de nuestras narices. Tomamos una decisión y es descender hacia el Valle de Áliva y hacer un recorrido por ésa zona.
Antes de llegar al Refugio de Áliva tenemos la sensación de que el tiempo quiere cambiar, las nieblas comienzan a elevarse y el sol aparece tenuemente en el horizonte, es un buen presagio. Decidido, regresamos a los Hoyos de Lloroza y comenzamos el ascenso a Horcados Rojos, el paso de los minutos nos da la razón, el tiempo mejora y el día se transforma en una hermosa jornada. El camino a Horcados, que es el mismo que a Cabaña Verónica, se nos hace muy pesado, si queríamos que saliera el sol era para que el día mejorara, no para que ablandara la nieve y nos convirtiera el ascenso en un calvario.
Sudamos, agotamos el líquido, nos fatigamos, pero nuestro objetivo era llegar y llegamos, allí arriba se nos olvidaron todas las penas. El imponente Naranjo, el Hoyo de los Boches y las escarpadas paredes para el descenso a los mismos, por la izquierda el Tesorero y el espinazo de Torrecerredo, hasta el azul del mar se aprecia en la distancia, realmente bonito. Volvemos la vista hacia el sur y vemos Cabaña Verónica rodeada de nieve, detrás los Llambriones y las imponentes torres calcáreas, vaya espectáculo. Hacemos un ligero almuerzo y regresamos sobre nuestros pasos, el último teleférico para el descenso lo hace a media tarde y no es cosa de perderlo. Desde el Balcón podemos contemplar las cimas del norte de Palencia, Curavacas, Peña Prieta, Peña Labra y todo el resto de picos cubiertos por la nieve.
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