PEÑA MONTAÑESA
Día 16-7-08. La Peña Montañesa es el punto mas
elevado de la Sierra Ferrera, espectacular muralla caliza que separa
las cuencas de los ríos Cinca y Ésera, testigo impasible
de la historia de la Comarca de Sobrarbe y la importancia que tuvieron
esos acontecimientos en la conformación del Reino de Aragón y por tanto de la de España. Es el centinela imponente del acceso
a las altas montañas del Pirineo a través del Valle
del Río Cinca, Ordesa, Pineta, Posets, etc. etc.
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Monte Perdido |
Cuántas veces
habré pasado por la zona quedando sorprendido por la esbelta figura
y escarpados paredones, como un castillo infranqueable vigilando todos
los alrededores, siempre me he quedado con las ganas de subir a su cima.
En esta ocasión, finalmente, ascenderé por su ladera norte
a través de una infame pedrera que por su inclinación se
me hizo casi imposible el dar dos pasos sin volver atrás otros
dos más, una vez en su cima decidiré bajar por su ladera
sur a través de una amplia faja herbosa mucho mas suave y placentera
hasta el Monasterio de San Victorián.
Cruzo el bonito pueblo de Laspuña, ubicado
en un alto a la vera del Río Cinca, para seguir
ascendiendo hacia el pequeño
pueblo de Ceresa ya en las faldas de la Peña Montañesa a
850 m de altura. Al primer paisano que encuentro le pregunto por el
estado de la pista que asciende a La Collada por si
pudiera subir cómodamente
en el coche. Me dice que ni se me ocurra, el estado de dicha pista, como
comprobaré a continuación, no permite el ascenso de vehículos
salvo un todoterreno bien potente.
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Paredes norte |
Dejo pues el coche a la entrada del pueblo y siendo las 7h15m de
esta fresca mañana, algo menos fresca que las anteriores, tomo la pista
hacia La Collada (1.540 m) que dando constantes
giros entre el bosque de pinos, me subirá a un bonito collado. Un cartel detalla la
serie de senderos e itinerarios por la zona, de hecho en algunos puntos
de la pista encontraré varios atajos indicados, tomo el primero
que encuentro pero no tengo claro la dirección que sigue y tampoco
si está en condiciones de paso, por tanto sigo la pista que es
más seguro aunque algo monótona.
A través del bosque puedo comenzar a tener un aperitivo de lo
que serán las panorámicas que disfrutaré cuando
llegue a la cumbre de la Montañesa, ahora
que el sol comienza a iluminar el Monte Perdido, Peña Sestrales, Castillo
Mayor, Cañón
de Añisclo, etc. etc. bonitos colores del valle del Río
Cinca y los pueblos alrededor.
Sobre las 9 llego a La Collada dando vista La Valle (A Balle) un
recóndito
valle cubierto de una espesa masa forestal, muy bien conservada, de hayas
y robles donde se aprecia una gran humedad para poder mantener ese grado
de verdor y espesor. El valle está surcado por el Río Garona
d´os Molins comunicando con la Ribagorza a
través del Collado
Cullibert, protegido por el sur por la Sierra Ferrera y
por el norte por el Macizo de Armeña. Este bonito valle quedará en mi
memoria para recorrerlo en el futuro.
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Pedrera de ascenso |
La Collada está ubicada entre la Peña Montañesa y
la Peña Solana (1.903m), otra mole caliza
algo menos elevada que la Montañesa pero
con la misma agresividad de sus agujas y paredes.
Comienzo el ascenso por una estrecha, senda marcada con hitos,
a la agradable sombra de los pinos, pero esta placidez durará pocos minutos pues
rápidamente accedo a la gran pedrera inclinada que será un
tormento su ascenso pues en muchos tramos la senda ha desaparecido por
las avalanchas y esa pedriza menuda resbala al poner la bota encima,
por tanto el avance es muy lento y trabajoso. Nace la pedrera en todo
lo alto de una especie de escarpado circo con agujas y picos de color
platino que resplandecen con los rayos del sol, ese sol que comienza
a endurecer aún mas la subida. A ratos me acerco a los paredones
para apoyarme con las manos y poner los pies en zonas firmes, es la llamada
Peña Foradada, pero luego he de pasar a
otro lado de las canales y no me queda mas remedio que cruzar unos
metros
de pedrera infernales.
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Inclinada Pedrera |
Finalmente cruzo al otro lado del escarpado cordal donde encuentro,
abajo, un par de franceses que inician el descenso hacia el Monasterio
de San Victorian, yo tengo aún que ascender unos 150 metros para llegar
a la cima a través de otra pedrera inclinada pero nada que ver
con la anterior.
A las 11 en punto arribo a la cima de la Peña Montañesa,
he tardado por tanto desde La Collada, un par
de horas y desde Ceresa casi las cuatro horas.
Aquí arriba hace un frío viento
que no me permite estar mucho rato, pero sí puedo contemplar el
amplio panorama que se domina, incluso el Tozal de Guara, Peña
Oroel, el Montsec y toda una serie
de montes a muchos km de distancia.
Para descender hasta el Monasterio de San Victorian tengo
dos alternativas, una por una senda que inicia rápidamente el descenso desde el
propio vértice geodésico de la peña hacia una zona
más plana a unos 200 metros más abajo para luego continuar
hacia los planos herbosos y la que yo seguiré por el escarpado
cordal hasta un collado que separa la cima de La Tuca (2.267
m), a continuación
otro descenso directo para salvar los paredones de La Tuca bordeándolos
y alcanzar los planos herbosos para juntarse a la otra senda que viene
de la cima de la Montañesa, estos planos
están sobre los
murallones calizos llamados Espluga de Faxa Basé,
son praderíos
donde hay algunos grupos de vacas pastando y señales de rebaños
de ovejas, flores amarillas de color muy intenso pueblan estos pastizales
donde haré una agradable parada cuando son las 12 en punto para
almorzar el bocadillo que me ha preparado Alberto.
Aunque estoy al sol no me molesta en absoluto, la fresca brisa
amortigua el caliente sol,
por tanto muy placentero el descanso con unas extraordinarias
vistas hacia el verde colorido de las aguas del Pantano de Mediano, Castillo
de Samitier, Valle de la Fueva, Entremon,
etc. etc.
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Valle de Gistaín-Punta Suelza |
Terminado el almuerzo sigo el descenso hacia San Victorian ahora
sobre los cortados de la llamada Faxa Toro y
por mi izquierda, ya perdiendo altura, la continuación de la Sierra Ferrera en
su cima Pimpinos
(2.076 m) no por ello menos escarpados y agrestes
murallones calizos. Sigo perdiendo altura con cierta rapidez
enfrente justo
de Peña
Madrid (1.950 m) a través de un bosque de boj a cuya sombra me
cobijo del templado sol de mediodía que atiza con verdadero placer.
Me cruzo con un matrimonio extranjero y su hijo, aparte de los dos franceses
que encontré en el collado, son las únicas personas que
he visto en toda la mañana. Doy vista al Monasterio de
San Victorian en un bonito emplazamiento muy verde
alrededor donde termina una pista asfaltada que viene desde Laspuña,
al contactar con dicha pista a la altura de la Ermita del Pilar con
una fuente de fresca agua, me acerco al monasterio donde no
hay nadie por los alrededores, el antiguo
monasterio está en ruinas y el actual es bastante nuevo.
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Paredes sur |
Ceresa, donde dejé el coche por la mañana, está a
unos 19 km de distancia por dicha pista, el calor es sofocante y no me
atrae nada la idea de caminar esa distancia por el duro asfalto y el
duro calor, por tanto sigo la pista hasta Oncins,
pequeña aldea
y a continuación una zona llamada El Plano donde
hay un restaurante, desde aquí consigo hablar con un taxi en Laspuña para
que me venga a buscar para acercarme a Ceresa y
así no tener que caminar
esos 14 km de distancia que me quedan.
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Peña Montañesa-Sierra Ferrera |
Mientras
viene el taxi a buscarme, me tomo un jarrón de fresca cerveza en la agradable temperatura
del restaurante, tres comensales llegan y otros dos después, únicos
clientes de este alejado lugar, no obstante me dice el taxista que en
los frescos y agradables atardeceres es todo un placer venir aquí a
merendar o cenar.
A las 3h30m tomo el coche para retornar a casa dando por
terminadas estas tres intensas jornadas por el Pirineo Aragonés.
Datos del GPS: Distancia recorrida 19 km. Tiempo en movimiento 5h13m.
Tiempo detenido 1h53m. Tiempo total empleado 7h6m. Media total 2,7 k/h.
Desnivel acumulado 1.404 m.
PERFIL DE LA JORNADA |
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