SIERRA DE SIS
SERRADÚY – BERANUY Km 21

Día 3-4-08. Gilbert me hace el gran favor de trasladarme en su furgoneta hasta el pueblo de Serradúy del Pou en la carretera a Bonansa donde inicio la travesía de la Sierra de Sis. A las 7h15m me encuentro con Gilbert al lado de la iglesia de Roda de Isábena donde tiene la furgoneta y en pocos minutos llegamos hasta Serradúy del Pou que está a unos 7 km de Roda, aún es de noche y como el bonito puente medieval sobre el Río Isábena que da paso al pueblo de Serradúy del Pou está iluminado, aprovecho para hacer algunas fotos.

Ascenso al Coll de Vent


Asciendo por la carretera unos 200 m hasta el inicio de una pista que llega a los pueblos de Serradúy, Vileta de Serradúy y Riguala de Serradúy donde termina, desde la aldea de Vileta sigo un camino a ratos empedrado que cruza el Barranco del Río, siempre en la base del imponente circo vertical que conforma esta ladera sur de la Sierra de Sis y en cuyos cortados se halla la Ermita de la Virgen de la Faja que diviso precisamente en una de esas fajetas.
Al inicio de la pista hay un panel informativo de “Ruta Geológica” donde se describe el origen de estas tierras que en épocas muy remotas estuvieron cubiertas por las aguas del mar por el oeste, por ello es corriente encontrar fósiles y otros sedimentos marinos.
Paso por las cercanías de Riguala de Serradúy que en realidad son corrales e instalaciones de ganado, hasta aquí llega la pista que parte de la carretera principal, ahora continúo por un camino de tierra que definitivamente se dirige al Coll de Vent en lo alto de las escarpadas fajas. Algunos tramos de la senda que he seguido están balizados con las señales blanca y amarilla correspondientes a un PR con dos variantes, una hacia Bonansa y la otra a Cajigar.

Tozal de los Moros y Brocoló


El gigantesco Tozal de los Moros, separado del voluminoso Mallo de Brocoló, es el centinela que domina esta parte del ascenso al Coll de Vent y la amplia plataforma que hay una vez superadas las escarpadas paredes donde enlazo con un camino que viene de Cajigar, también con el GR18.
El camino se me ha hecho muy cómodo al realizar una serie de giros para ir ganando altura, de echo el camino es transitado por tractores, aunque con ciertos riesgos pues los desniveles son muy pronunciados y algunas curvas han sido erosionadas por las aguas, aquí se han cementado los puntos peligrosos.
El Coll de Vent sobre los 1.300 m de altura con cruce de caminos, el GR18 sigue a Bonansa por Soperun y por el lado contrario hacia Serradúy y Cajigar, unos mojones de madera muestran una especie de trineo con perros y ruedas llamado “Mushing”, ruta hípica y cabañera con las balizas blanca y roja del GR18.
Un indicador de madera señala el PR46 a Iscles/Aren que gira en descenso hacia el profundo valle del Barranc de Sobrecastell a mis pies.

Paredes del Brocoló


A las 9h30m arribo a la amplia plataforma, momento propicio para un breve descanso, recuperación de fuerzas y alivio de ropa de abrigo pues el sol comienza a calentar con cierta intensidad dándole de plano a las escarpadas paredes de conglomerado rojizo.
Una numerosa colonia de buitres revolotea sobre los escarpados paredones donde tienen los nidos y posaderos. Al ser cañada ganadera hay una caseta/refugio y un sembrado cercado con alfalfa muy verde, la línea de alta tensión pasa precisamente por este lugar.
Me dirijo hacia la base de las imponentes paredes de areniscas y conglomerados que supone una barrera infranqueable, bueno pues por su base se ha trazado el camino de ganado hacia los pastos de verano en las amplias zonas de pastizales en lo alto de la Sierra de Sis y que cruzaré en breve. Este camino cruza bosques de boj y algunos robles buscando la canal de ascenso, único punto de entrada posible por este lado, aunque por el lado contrario del collado que separa el Mallo de Brocoló sube un camino desde la Vileta de Serradúy de forma directa, eso sí muy inclinado, este camino lo veo al llegar arriba, la próxima ocasión subiré por él.
La canal de ascenso es muy inclinada donde se ha añadido cemento en algunos puntos para asegurar el ascenso y descenso. Una vez superado el collado a 1.503 m de altura, la senda sigue por zonas rocosas buscando los pasos menos complicados y continuar el ascenso ahora mas suavemente hasta llegar a los 1.700 m de altura donde llego a las 11h en punto, sopla una agradable y fresca brisa que agradezco pues el duro ascenso me ha hecho sudar la ropa.
El numeroso grupo de buitres me sobrevuela a pocos metros y también las chovas se asustan con mi presencia, soy el único ser humano hoy en la Sierra de Sis.
El espectáculo que se presenta ante mí es difícil de describir, me asombro al contemplar las grandes montañas cubiertas de nieve, montañas que conozco perfectamente, comenzando por mi izquierda, Eristes, Posets, Culfredas, Maladetas, Besiberris, etc. etc. un verdadero espectáculo para contemplarlo con toda tranquilidad.

Cordal Pirenaico


La cobertura telefónica es buena en todo el recorrido por lo que puedo hablar con casa incluso enviar alguna imagen para que compartan estos emocionantes momentos.

Maladetas


Ahora son zonas planas de pastizales donde supongo, en verano, el ganado pastará a sus anchas. Dejo a mi izquierda el Tosal del Sis (1.760 m.) y a la derecha el espeso robledal en la cabecera del Valle de Cornudella de Baliera. Subo y bajo suaves lomas para dirigirme a la cima cumbre de la Sierra de Sis, el Amarriedo (1.795 m.) adornado por una gran torreta de vigilancia contra incendios de color verde y un vértice geodésico. Son ahora las 11h48m, hora propicia para realizar una breve parada haciendo fotos y contemplando el inmenso panorama donde distingo también el Tozal de Guara, Peña Oroel y el Moncayo cubierto de nieve hacia el oeste.
Sobre las 12h inicio el suave descenso por la Cañada Real de los ganados de Ribagorza hasta un mojón de piedra llamado San Marc, aquí al lado de un pinar me aposento a comer unos frutos secos y beber un fresco y rico zumo de melocotón-uva. Se está deliciosamente al sol y en absoluta tranquilidad pues en toda esta excursión no veré ningún ser humano por ningún lado.

Turbon y Cotiella


Después del relajado descanso, comienzo el descenso de forma directa pues por estas lomas herbosas se baja sin problema atajando las curvas del camino hasta las Bordetas de Beranuy. Enfrente el Valle de Lierp, que sin casi ningún accidente geográfico, se comunica con el Río Isábena por el este y con el Río Ésera por el oeste y a los pies del imponente Turbón.
Sigo por el camino hasta el inicio del inclinado descenso por las escarpadas paredes de El Serrat, aquí la estrecha y empedrada senda gira constantemente para perder altura por zonas muy inclinadas, este bello camino empedrado que a ratos pasa por debajo de las murallas de arenisca y conglomerados, me ofrece bonitas vistas del pueblo de Beranúy donde destaca su bonita iglesia románica separada del núcleo principal al lado del Río Isábena que se cruza mediante un bello puente medieval, puente que fue muy dañado en una riada del año 1.963.
Despacio voy descendiendo contemplando todo el valle y las aldeas de Moréns, Calvera, Visalibóns, Villacarli y Ballabriga en las laderas de la montaña. El calor es ahora sofocante por lo que al pasar por zonas de sombra me dan ganas de quedarme sentado hasta que baje la temperatura.

Besiberris


Después de contemplar la bonita iglesia románica, cruzo el pueblo atravesando el Río Isábena por el puente medieval reconstruido y que fue dañado, como decía, por la avenida del año 1.963 y luego restaurado.

Descenso a Beranuy


Al llegar a la carretera, sobre las 2h45m veo que hay un bar y varios coches a la puerta, un conductor sale hacia su coche en este momento, le pregunto si baja a Roda de Isábena, me dice que va en dirección contraria. Bueno, no sería mala idea tener la oportunidad de visitar el Monasterio de Obarra, me dice Santiago Carreras, que así se llama el médico de la zona, se dirige a comer en un sitio a 2,5 km del Monasterio de Obarra, por tanto podría subir andando y volver de nuevo al restaurante donde se quedará comiendo para luego bajarme hasta Puebla de Roda, perfecto.
Sigo carretera arriba hasta llegar a la entrada de un fuerte estrechamiento rocoso horadado por el Río Isábena, aquí se halla el Monasterio de Obarra, en unas praderas verdes y agradables choperas cruzando en río por un puente reconstruido. No puedo entrar al monasterio por estar candada su puerta y no haber nadie por aquí para preguntas, hay una especie de hospedería al lado del río donde se debe alojar alguna orden religiosa en verano.
La construcción de la iglesia abacial al mas puro estilo románico lombardo es una de las más importantes obras de la Ribagorza y además estupendamente conservada puesto que ha sido reconstruida en algunas de sus partes al haber sido hundidas en diferentes épocas. Ha merecido la pena haber venido.

Monasterio de Obarra


Vuelvo sobre mis pasos por la carretera y recorrer los 2,5 km hasta el restaurante donde Santiago me espera para llevarme hasta Puebla de Roda. Santiago Carreras, un nuevo amigo a añadir a mi larga lista.
En Puebla de Roda me tomo un par de cervezas y abordo la última parte de la jornada cruzando el Río Isábena por un puente medieval reconstruido y seguir el GR18 por el Camino de Vidaller hasta la desembocadura del Barranco de Coruscao donde afortunadamente permanece en pie un hermoso puente medieval para cruzar el Río Isábena y ascender los 3 km de penosa cuesta hasta Roda de Isábena, donde llego a las 18m30m añadiendo por tanto, al itinerario entre Serradúy del Pou y Beranúy por la Sierra de Sis, otros 12 km a la caminata de la jornada.
Datos del GPS: Distancia recorrida (Sierra de Sis) 21 km. Tiempo en movimiento 5h21m. Tiempo detenido 2h5m. Tiempo total empleado 7h26m. Desnivel acumulado 1.180 m.

PERFIL DE LA JORNADA