FOCES DE EL PINO Y RUAYER PR AS-31
Día 27-08-2024. La ruta de hoy es espectacular, especialmente
la Foz de El Pino, no me podía imaginar el vertiginoso estrechamiento
que ha abierto la fuerza de las aguas del río en la larga cresta
caliza de la Peña Pandos, una escarpada cresta que incluso tiene
continuidad en ambos extremos formando parte de la Sierra de
las Fuentes de Invierno. La belleza del lugar impresiona a cualquiera, el camino
empedrado permite la contemplación de la estrecha foz y las verticales
paredes a ambos lados, luego, al salir de la foz se tiene una perspectiva
del impresionante conjunto calizo.
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Penetrando entre las paredes calizas |
Anoche quedé rendido en la cama pocos minutos más tarde
de las 9h30m hasta las 7 de la mañana al despertarme, no tenía
conciencia de donde me hallaba, estaba tan falto de sueño y algo
fatigado así que el descanso ha sido absoluto, me levanto como
nuevo con mucha ilusión para realizar esta hermosa ruta. Aún
oigo la música de la verbena y la jarana de la gente, paso muy
alejado de la fiesta para comenzar la corta ruta desde Felechosa al Molín
de Peón a la vera de las cantarinas aguas del Río San Isidro bajo
el espeso bosque. Es el PR AS-242, para llegar al
molino en pocos minutos enlazando con la Ruta de las Hoces del Pino balizada
con las señales del PR AS-31 por el que seguiré el resto de la
jornada hasta Casomera a la vera del Río Aller.
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Por el corazón de la foz |
Tomo el camino en inclinado ascenso, tiene empedrada su base con
muy buen mantenimiento aunque algún todoterreno, supongo de ganaderos,
me adelanta algo más arriba. La Fuente de Gavilaneras ofrece
su rico y fresco chorro de pura agua para llenar las cantimploras.
Algo
más adelante un camino gira a la derecha hacia el cauce del río
donde parece hay una piscifactoría, no sé si actualmente
en uso.
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Cruce de la Foz de El Pino |
A las 9h20m, entre los árboles, veo a lo lejos las verticales
paredes calizas que parecen cerrar el paso de las aguas, me subo por
un estrecho sendero unos metros con el fin de tener una perspectiva de
los paredones calizos. En este momento llega una pareja de jóvenes
visitantes de las foces, se trata de Gari y Maddi,
son vascos y seremos compañeros durante la emocionante visita.
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Salida de la Foz de El Pino |
En agradable charla cambiamos impresiones sobre la enorme emoción
que sentimos al contemplar este soberbio espectáculo de la naturaleza,
yo al menos no me imaginaba las dimensiones de este conjunto calizo que
nos hace sentir como si fueramos una hormiga al contemplar el gigantesco
conjunto de torres, paredes y canales de dimensiones descomunales. Las
aguas del río se desprenden en cascadas ruidosas ampliadas por
el eco de las paredes que cierran los espacios abiertos. Nos quedamos
boquiabiertos ante este trabajo cincelado por la fuerza del agua durante
miles de años.
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Salida del estrechamiento |
Al salir de la foz una senda a la derecha sigue en ascenso hacia Peña
Redonda (1.836m) que es la cumbre del conjunto, se
yergue hacia el cielo con cierta elegancia sobresaliendo de
todas las
otras cimas, que luego
veré desde puntos más elevados, la cumbre de la zona contraria
de la cresta es el Pico Pandos (1.567m).
Aquí me despido de mis nuevos amigos vascos, ellos retornarán
a El Pino, yo continúo mi ruta pasadas las 10 de la mañana
iniciando un muy inclinado sendero entre la umbría del bosque
bajo una deliciosa temperatura, a pesar del intenso esfuerzo al que me
obliga el fuerte desnivel para arribar al Valle Caniecha donde
se suavizan los desniveles, este valle es el origen del Río El Pino,
con base muy verde donde las vacas pastan apaciblemente, está cerrado por
ambos lados por inclinadas laderas sin vegetación alguna, por
la izquierda se elevan los Altos de Riopino formando
parte de la Serranía
de las Fuentes de Invierno. A muy corta distancia
se podría llegar
al Puerto de Vegarada límite con León a
través de
un camino perfectamente transitable.
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Cresta del Pico Pandos |
En algunos puntos del sendero de ascenso he visto sobre el
barro roderas de motos, puedo suponer que son de ganaderos
para vigilar
el ganado,
aunque del otro lado hay caminos por los que circulan todoterrenos,
es decir por la vertiente del Valle del Río Aller por
donde voy a bajar a continuación. A medida que tomo altura comienzo a ver
el cordal cantábrico que tan bien conozco entre San Isidro y Pajares,
aquí cerca cruzo las Majadas de Caniecha que
supongo fueron muy utilizadas en el pasado, hoy día con vehículos todoterreno
se puede llegar comodamente, atender el ganado y retornar a los lugares
de origen en pocos minutos.
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Cordal calizo y Peña Redonda al fondo |
Cuando el reloj marca las 11h30m llego a la Collada Caniecha
(1.563m) habiendo cruzado entre el numeroso ganado,
vacas y caballos, desde aquí contemplo
el Cordal Cantábrico en amplia
distancia, el Valle
del Río
Aller y la cumbre de Peña Redonda sobresaliendo
al fondo. Tomo la pista terrera por donde ascienden los
ganaderos en 4x4, en el descenso
me encuentro con una yeguada con las crías, al verme dan la vuelta
para seguir delante hasta que salen del camino, ahora ya desciendo más
cómodo sin incordiarlas y ponerlas nerviosas.
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Caballos enlas Majadas de Caniecha |
Al ir perdiendo altura el calor se hace algo más intens, en un
punto del camino hay un cruce, un camino a la izquierda lleva a Vegará a
corta distancia, ese punto del cordal es el Puerto de Vegarada que
mencionaba antes donde el Río Curueño tiene
su nacimiento en terrenos de León donde
hace muchos años (Junio 1.988), junto a mi
amigo Celestino visitamos la Sierra de Sentiles, nacimiento
del Curueño y por las Agujas
de Cuerna llegamos a Peña Agujas dando
vista a las pistas de eskí de San Isidro.
Ahora recuerdo aquella ruta al estar tan cerca del Puerto de Vegarada.
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Hórreo
en Ruayer |
Tomo el camino de descenso cuyo piso está como alfombrado con
suave hierba cruzando un precioso acebal con grandes ejemplares, este
descenso se me hace muy agradable, además sopla una fresca brisa
que amortigua el calor de esta hora del mediodía. El camino desemboca
en la pista que sube al Puerto de Vegarada con
vertiginosas inclinaciones solo transitable con vehículos todoterreno, solo veré un
par de ellos en el transcurso de los próximos 3k hasta el cruce
al pequeño pueblo de Fozones ya
casi a la entrada a Ruayer.
Ruayer es otro pequeño pueblo sin que pueda tomar una sidra o
cerveza, no hay ningún bar, es lógico son muy pocos habitantes.
Al pasar por una casa, ya casi a la salida, un matrimonio se halla sentado
a la fresca sombra justo a la puerta y en agradable armonía, provocan
a este solitario senderista los deseos, humanos, de una agradable y amena
charla, cualquier disculpa vale para comenzar un diálogo y así romper
el hielo, de tal forma que Roberto y Flor dan
cancha a este senderista con ganas de palique y también hay que decirlo un ratito a la
fresca sombra.
Roberto ha sido aficionado a la montaña así que hemos tocado
la adecuada melodía, invitado a una fría cerveza sentado
en la fresca sombra y comentando sobre nuestras experiencias montañeras,
más de una hora transcurre sin darnos cuenta, pero siendo las
15h sin que ellos hubieran almorzado ya empezaba a sentir alguna culpa
así que una amistosa despedida a tan intempestida hora.
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Foz de Ruayer |
Abandono Ruayer para en pocos minutos
arribar a la Foz
de Ruayer donde
el Río Aller, al igual que El Pino,
ha horadado una brecha vertical en las escarpadas
paredes calizas de este conjunto solitario que cerraba
el paso al Río Aller. 80
o 90 metros de paredes verticales han sido cinceladas
por
las aguas
para salir
del encierro,
ahora la carretera
pasa bajo las moles calizas sin el menor peligro
pues
se han colocado alambradas de acero para evitar derrumbes.
Por este
estrecho paso
transito en solitario contemplando a placer otra
obra natural
impresionante.
Nada más salir de la Foz un
puentecillo sobre el río a
la izquierda me permite tomar un bello y antiguo camino entre el bosque,
en lugar de la carretera donde el agrasivo sol de esta hora acribilla
a cualquier caminante. En poco rato desemboco en la aldea de La
Paraya donde una central hidroeléctrica debió abastecer de energía
eléctrica a los pueblos cercanos e instalaciones mineras.
Otro corto tramo por la solitaria carretera me lleva
a Casomera donde
llego cuando el reloj marca las 16h, no hay transporte
público
y vehículos no es que circulen con frecuencia, no me queda otra
alternativa que llamar por teléfono a Cabañaquinta para
que un taxi venga a buscarme y llevarme a Felechosa.
En pocos minutos Ana se presenta
para hacerme el servicio, en muy buen rollo, hasta Felechosa donde
tengo el alojamiento en el Hotel Peña Pandos.
Datos del GPS: Distancia recorrida 22k. Tiempo en movimiento 5h30m. Tiempo
detenido 2h20m. Tiempo total empleado 7h50m. Media en movimiento 4 k/h.
Media total 2,2 k/h. Ascenso acumulado 946m. Descenso acumulado 931m.
PERFIL DE LA JORNADA |
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