PICONES – MOLINO DEL SALTO

Día 29-07-2024. Finalmente hoy podré contemplar detenidamente aquel espectacular paraje en la depresión del Río Huebra donde se ubicaba el Molino del Salto adonde me llevaba mi padre cuando tenía menos de 10 años y que los recuerdos se agolpaban indelebles en mi memoria, no solamente del recorrido desde Encinasola hasta el propio molino sino también de los inolvidables momentos que viví en aquel salvaje entorno donde disfrutaba a placer descubriendo lo que la naturaleza mostraba a los ojos de un niño con muchas ganas de aprender.

Camino de Picones a Barreras

Los nidos de golondrina bajo las lajas aéreas de granito, las marmitas blancas alisadas por las aguas donde a veces se quedaban retenidos algunos peces, las aves rapaces que bajaban a las aguas donde los barbos intentaban “pescar” insectos y a su vez eran “pescados” por las garras de milanos, azores y gavilanes que acechaban la superficie de las aguas.

Depresión del Huebra


Cuando mi padre picaba las piedras de moler para estar en buenas condiciones de molturar los cereales, cuando éstas giraban y giraban por la fuerza hidráulica que entraba por una puerta, movía el rodesno y a su vez la piedra para volver al río una vez realizado el trabajo, cuando el calor apretaba y almorzábamos aquellos ricos barbos asados o bien los cangrejos que de negros se convertían en intensos rojos en el puchero que tan bien sabían o bien cuando algún cazador le había disparado a una perdiz que herida venía a caer al lado del molino y rápidamente era cocinada en el puchero para disfrute nuestro sin apenas trabajo para conseguirla o acompañando a mi padre con la red preparada para lanzarla sobre los confiados barbos que terminaban en la cesta para un suculento almuerzo, había aprendido a comer esos peces desde muy pequeño sin el menor peligro de las espinas, para ello tenía una cierta pericia aprendida por la constante práctica de comerlos.

Agreste hoz del Río Huebra


Todos estos y otros recuerdos serán traídos a mi memoria en el día de hoy como si de nuevo estuviera viviéndolos con verdadera emoción. Para ello me desplazo hasta el pueblecito de Picones (Salamanca) desde donde el tramo hasta el Molino del Salto es de poco más de 3 kilómetros, bastante menos que desde Encinasola de los Comendadores.

De frente falla de Cerralbo


Estos días los calores veraniegos en la meseta superior son muy elevados así que esta zona, que está a 600m de altura, en la fuerte depresión del Río Huebra, este calor es aún más intenso, Por tanto prefiero iniciar la ruta a las 8h35m cuando la temperatura es de 21 grados, bastante llevaderos, tomo el Camino de Picones a Barreras donde algunas gigantescas encinas aún tienen suficiente sombra para aliviar la calorina, el día está bastante claro y despejado teniendo a la vista un panorama bastante amplio hasta el comienzo del descenso hacia el cauce del río.

Lanchares de granito

Voy recordando la ruta que realizamos el pasado 15 de Junio desde Encinasola puesto que enlazaré con dicho camino en cuestión de 15 minutos, luego cruzo el seco cauce del Arroyo de la Rebofa y pocos metros más adelante la verja metálica que abro y cierro, aquí tomo un tenue camino a la derecha abandonando el que en aquella ocasión nos llevó al Picón de la Mora.

Asiento de la antigua presa


Entro ya en terreno salvaje puesto que solo hay un muy imperceptible sendero a través de zonas donde deben pastar vacas pues no hay rastro de una senda frecuentada por humanos, no obstante voy recordando la dirección que llevábamos hace ahora 70 años, algo perdido aquel camino bien transitado entonces, muy cerca de la alambrada separadora de los términos de Encinasola y Barreras desde donde ya percibo la gran depresión del Huebra abajo y sus retorcidas hoces.

Exterior del molino


Ahora estoy en terreno conocido puesto que la caseta de mi abuelo sigue en pie arriba alejada del cauce del Huebra que entonces se convertía en un río muy violento en momentos muy puntuales, esta caseta se usaba para el alojamiento de materiales del molino. El entorno me resulta perfectamente identificable y el descenso a través de lanchares de granito por donde las caballerías bajaban hasta las puertas del molino sin ningún problema. Voy reconociendo las grandes lajas de granito del otro lado del río donde anidaban las golondrinas que me entusiasmaba contemplar, es el término de Cerralbo.

Entradas de agua de la presa


Un árbol ha crecido a la vera del molino de tal forma que casi tapa por completo hasta la entrada, no obstante se percibe perfectamente las dimensiones del bunker. La presa fue destruida como consecuencia de las órdenes del Gobierno para que no haya impedimentos en los cauces de ríos y arroyos para que el cauce de los mismos fluya de forma natural y ecológicamente se puedan regenerar dichos cauces.

Interior del molino

Posiblemente el gran boquete que se ha abierto en la parte del molino que se acercaba a la presa debió sufrir el impacto de la dinamita para eliminar la presa, es lo único destruido de la estructura, el resto permanece tal y como yo lo conocía hace 70 años. Incluso la piedra de moler permanece en su sitio como dispuesta a seguir moliendo.

Salida de aguas del molino


Después de un buen rato rememorando y disfrutando de este salvaje entorno, decido retornar por el mismo itinerario por el que he venido sin haber visto a ningún ser humano. Unos 400 metros antes de arribar a Picones me cruzo con una paisana (María Amalia) que, según me cuenta, va a controlar el ganado que tiene en una finca cercana, en la charla le cuento la razón de este senderista solitario por estos parajes con el fin de volver al Molino del Salto de mi abuelo que era oriundo de Villasbuenas, un pueblo cercano en los Arribes del Duero, bien pues la casualidad es que la abuela de esta señora de Picones también era de Villasbuenas y además se apellidaba también Holgado como mi abuelo.

Comedor bajo las rocas frente al molino


Retorno a Salamanca dando por terminado mi periplo por las Tierras de Vitigudino y las Hoces del Río Huebra que tantos recuerdos tengo acumulados.

Asiento del antiguo embalse


Datos del GPS: Distancia recorrida 6,8k. Tiempo en movimiento 1h24m. Tiempo detenido 23m. Tiempo total empleado 1h47m. Media en movimiento 4,8 k/h. Media total 3,8 k/h.