QUINTANILLA DE LAMASÓN-SANTO TORIBIO DE LIÉBANA 33,4k

Día 5-09-2013. Desayuno junto a un grupo de jóvenes madereros que están talando un pinar en una ladera cercana, ellos salen disparados hacia el tajo y yo más relajado saldo a la agradable mañana cuando el reloj marca las 8 en punto. Hay nubes altas entre las que el sol quiere iluminar los alrededores pero lo hace a ráfagas durante toda la mañana, yo agradecido por no pasar los sofocos de días atrás.

Iglesia de Santa María de Lamasón y Pico Póo


El Pico Póo luce la estilizada silueta caliza, visto desde aquí abajo, luego cuando gane altura se irá convirtiendo en un pequeño peñasco. Tomo la carretera que lleva a los pueblos de Río y Cires, por este último habré de pasar una vez habré caminado los 4k por el asfalto y los 300m de desnivel puesto que Quintanilla se halla a 200m de altura. Doy vista desde lo alto a la Iglesia de Santa María de Lamasón y también al pueblo de Sobrelapeña abajo en un recoleto vallecito, sus casonas solariegas conservan la bonita arquitectura montañesa igual que alguna en el propio pueblo de Quintanilla como decía ayer, más adelante me encontraré con Pepe, el dueño de la mejor construida con quien tendré una amena charla.
Me olvidaba mencionar que de las dos alternativas posibles para ir a Santo Toribio desde Quintanilla, una es por Cicera en el Valle de Peñarrubia ascendiendo al Collado Arceón para descender a Lebeña y Castro Cillórigo. La otra, la que yo sigo, continúa hacia el Collado Pasaneu descendiendo por San Pedro de Bedoya hacia Castro Cillórigo. Anoche aún no había tomado una decisión sobre cual de los dos itinerarios posibles optar, así que la señora de la hospedería me recomienda expresamente la que yo sigo hacia el Collado Pasaneu.

Sobrelapeña y Monte Arria


Sigo ahora la ruta prevista hacia el pueblo de Cires pasando por inclinados prados recién segados cubriendo las suaves lomas alrededor muy bien aprovechadas dando vida a estas remotas aldeas donde se aprecia un razonable nivel de vida, eso sí a costa de los superar los duros y largos días de trabajo 24 horas los 365 días del año bajo las inclemencias del tiempo durante la mayor parte del tiempo.

Campas hacia Pasaneu


Dejo a mi izquierda la aldea de Río en otro vallecito a la vera del Arroyo de Lafuente, sus casas de piedra y teja roja contrastan contra el verdor de sus alrededores. A las 9 supero los 4k que me separaban de Cires, lo cruzo de lado a lado comprobando de nuevo las sólidas y bien construidas casas rurales de estas tierras que aún se conservan según la tradición, afortunadamente.

Valle de Tenea


Abandono Cires por una pista asfaltada en fuerte ascenso para llegar a una nave ganadera donde su dueño, Luis, sale a saludarme, no debe ser frecuente ver forasteros, bien, un rato de charla y Luis me regala un buen palo de avellano, me dice que me hará falta, más bien le digo, no he traído mis bastones y no soy nadie sin ellos, los tres días anteriores he intentado localizar un palo de buena hechura pero no ha sido posible por tanto mi insistente deseo y ruego ha tenido su respuesta, le digo a Luis que mejor regalo no me habría podido hacer.
Sigo pista arriba cruzando grandes prados con cabañas pastoriles, rebaños de ovejas, yeguas con sus crías y vacas tudancas pastando a placer. Espesas nieblas cubren los valles por debajo de los 200m que comienzan a ascender poco a poco hasta sobrepasar las cumbres de 800m, luego se diluyen pero las nubes altas cada vez son más compactas, preludio de lo que ocurrirá por la tarde cuando ya esté cerca de Potes y el final de mi itinerario.

Vacas Tudancas


Voy ganando altura por las campas adornadas con grupos de matas de espino siguiendo por el camino terrero ahora balizado como PR-S-4 cuyas señales blanca y amarilla son más bien escasas. Doy vista a las laderas norte de Peña Sagra y la escarpada cumbre de Peña Ventosa asoma a lo lejos. Hacia los 1.000m de altura comienza a soplar una agradable brisa cuando doy vista al valle paralelo de Tenea rodeado de bosques y prados muy verdes, en el Collado Traslaventa tomo una trocha o carril abandonando el camino terrero, el sendero se convierte en el Viejo Camino de la Liébana y Lamasón, en algunos puntos tiene muretes de piedra que protegen los laterales, más adelante desemboca de nuevo en la pista evitando así una gran vuelta.

Peña Ventosa y Picos


Llego al Collado Venta de los Lobos donde doy vista abajo al pueblo de Cicera y al Collado Arceón, otro tirón por la pista hasta los 1.200m de altura donde me encuentro con Pepe de Quintanilla con el que me enrollo un buen rato. Salió del pueblo a las 6 de la mañana para controlar su ganado que pasta aquí arriba, cargado con sus prismáticos vocea a la vacas sus órdenes. Me dice que algo más atrás podía haber tomado un atajo que corta la pista, corresponde a la continuación del viejo camino que antes había seguido durante un corto tramo, ahora ya es tarde, me indica también el lugar donde hay una fuente con buen chorro de fría agua, incluso don un vaso de cristal para beber. Impagable refresco.

Braña de los Tejos


Antes de llegar al Collado Pasaneu me encuentro con un grupo de maduras montañesas bien alimentadas pero con mucha marcha y energía según me cuentan pues han ascendido desde Tama siendo un desnivel superior a los 1.000m que está bien para sus cuerpos serranos, se lo toman con mucha alegría y calma así que sigo mi camino para llegar al Collado Pasaneu a las 12h15m, está a 1.360m de altura, he caminado 16k hasta aquí. Estos lugares ya los conozco de sobra pues hace pocas semanas realicé la vuelta a Peña Ventosa saliendo y regresando a Lebeña y visitando la Braña de los Tejos y Alto de las Cuerres. Los serbales tienen sus frutos rojos bien maduros, buen alimento para las aves.
Vuelvo a contemplar las bonitas panorámicas que me ofrece este singular mirador, Peña Labra, Curavacas, Peña Prieta, Coriscao y todo el cordal de Picos, Ándara especialmente, también Peña Vieja y la Padiorna con mucha claridad y nitidez. Aquí cerca Peña Ventosa y Sierra de las Cuerres además de la Braña de los Tejos. Una pareja de buitres vigila los movimientos del ganado con atención.

Collado Pelea al Fondo


Comienzo el descenso hacia La Liébana por el conocido camino entre el bonito bosque de gigantescos robles hasta la Fuente los Vaos donde hago una parada para beber y comer un puñado de almendras garrapiñadas. Las nubes con cada vez más oscuras y compactas, son ahora las 13h. Sigo descendiendo a la agradable y fresca sombra por el Valle y Monte Bedoya, dejo a mi derecha un camino que se dirige al pueblo de Salarzón.
Poco antes de entrar en San Pedro de Bedoya alcanzo a un niño de 5 años que va tocando una flauta, muy simpático el chico. Gigantescos troncos de castaño adornan la entrada del pueblo que cruzo a las 14h10m, un cartel del Camino Lebaniego indica “Santo Toribio 13k 3h”, poco mas adelante cruzo la aldea de Esanos y luego Pumareña también sus casas bien conservadas en el tradicional estilo montañés.
El sendero hacia Trillayo es especialmente bonito pues el escenario de fondo son las escarpadas montañas calizas del Macizo de Ándara, circula entre viñedos y fincas con árboles frutales especialmente melocotoneros al lado de la senda que al estar maduros sus frutos alivian mis hambrientos leones. Comienza a soplar un viento racheado que anuncia lo que vendrá algo más tarde, voy apretando el paso.
Cruzo el pueblo de Trillayo a las 15h5m tomando un camino que me baja hasta la el cruce de la carretera Potes-La Hermida entre verdes prados, no puedo por menos contemplar nuevamente las paredes sur de Peña Ventosa vistas de este lado son espectaculares. Cruzo la carretera para enlazar con el ramal del Camino Lebaniego que viene de Lebeña, varios ciruelos con los frutos maduros cayendo al suelo me ofrecen sus ricas ciruelas claudias que como con avaricia.

Camino de Castro Cillórigo


Cruzo el Río Deva para dejar el pueblo de Castro Cillórigo a la derecha y seguir al lado del Deva por un camino terrero, luego se convierte en pista asfaltada y finalmente camino de tierra de nuevo. Coincido en un largo tramo con el GR71 realizado varios años atrás, ahora comienzo a oír los truenos cada vez más cercanos, esto se está poniendo muy feo, veremos si me deja llegar a Santo Toribio.

Peregrino cerca de Santo Toribio


A las 16h30m paso frente a Potes entrando en el mismo por un puente al final del mismo siguiendo los 2k que me quedan para llegar a Santo Toribio pero dos gigantescas tormentas vienen de frente, los picos están cubiertos por la lluvia que cae intensamente, apuro el paso y cuando estoy a poco más de un kilómetro de Santo Toribio comienza a descargar una tromba de agua que baja por la carretera como un río desbordado, me cobijo bajo un árbol mientras cubro la mochila, tomo cuesta abajo a toda leche hacia Potes poniéndome a remojo, escampa un poco para dejarme entrar en Potes y llegar calado al Hotel Valdecoro a las 17h15m, esto es otra cosa.
Una buena ducha, buena cena y estupendo descanso pues después de 135k de recorrido desde Santander bien me lo merezco, mañana regreso a casa.
Datos del GPS: Distancia recorrida 33,4k Tiempo en movimiento 7h17m. Tiempo detenido 1h25m. Tiempo total empleado 8h42m. Media en movimiento 4,6k/h. Media total 3,8k/h. Ascenso acumulado 1.401m. Descenso acumulado 1.262m.

PERFIL DE LA JORNADA