LOGROÑO – SANTO
DOMINGO DE LA CALZADA Kmts. 46
Día 24-4-93. Aun siendo de noche nos deja el autobús en Logroño, así que a las 7 de la mañana, amaneciendo, comenzamos esta etapa del Camino cruzando la capital de La Rioja desierta a estas horas tan tempranas. En un bar desayunamos y el grupo habitual de caminantes profesionales, como nos llaman el resto de compañeros, iniciamos esta jornada especialmente larga pero interesante. A la salida de la ciudad un hombre en una furgoneta llama nuestra atención, quiere invitarnos a desayunar, nos dice que sigamos que algo más adelante estará con nosotros.
El hombre en cuestión se llama Ignacio Landaluce, algo bohemio, que tiene una especie de chamizo donde desarrolla sus aficiones a la escultura, escritura, pintura, etc. Pasamos un buen rato con él, nos obliga a llevarnos unas botellas de vino para el camino y al cabo de media hora nos despedimos de nuestro nuevo amigo. Comienza a llover, aunque será un chubasco pasajero, el resto del día lucirá un espléndido sol. Al poco rato pasamos por un bonito paraje, es el Pantano de la Grajera, la lluvia ha humedecido el ambiente dejando fresca la mañana. Subimos al Alto de la Grajera y divisamos un panorama extenso lleno de viñedos, es la tierra del vino por excelencia, cruzamos varias bodegas y llegamos a Navarrete. A la salida del mismo podemos disfrutar de la portada románica recuperada de una ermita derruida y convertida en la entrada al cementerio.
Ahora y durante un largo trayecto hemos de sufrir el ensordecedor ruido del tráfico de la carretera a Burgos, son 4 kilómetros por la carretera que se convierten en un martirio, tratamos de pasarlo lo más deprisa posible. El grupo se ha desperdigado totalmente, algunos nos reuniremos nuevamente en Nájera. Desde el Alto de San Antón hay una espléndida panorámica de todo el Valle del Najerilla, las montañas nevadas de la Sierra de la Demanda y una amplia zona de viñedos, todos los alrededores muy verdes y bonitos. Vemos a unos 3 kilómetros nuestro destino próximo, Nájera, en la ladera de una loma y al lado del río. Apretamos la marcha y cruzamos Nájera, no podemos visitar el Santuario de Santa María la Real, lo cierran al mediodía. A la salida y en una zona con pinos hacemos la parada reglamentaria para almorzar, aquí se reúne el grupo de nuevo. Después de la comida continuamos para llegar a Azofra, un pueblecito típicamente riojano, a la salida un paisano, Evaristo, nos invita amablemente a un vaso de vino. Algo más adelante y en pleno campo hay un bonito crucero al lado del Camino. Hasta Santo Domingo de la Calzada hay una distancia de 16 kmts. que se nos hacen interminables y pesados.
A través de pistas y caminos, entre sembrados de cereales muy verdes terminamos esta larga etapa, también aquí el grupo se disgrega, yo termino con Eugenio de compañero, llegando a las 7 de la tarde a Santo Domingo. Tenemos tres opciones para pasar la noche, el Albergue de Peregrinos, el Hostal de las monjas o un magnífico hotel, yo opto por la tercera opción, necesito dormir cómodamente. También eligen el hotel, Paloma y su compañero Juan y Pedro y su esposa Carmen, cenamos todos juntos en una mesa con un agradable menú y buen vino de la tierra. El poco rato que nos queda por la tarde lo dedicamos a visitar la catedral y una corta visita a la parte antigua, estamos muy cansados y no tardamos en recogernos a descansar.
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