BELORADO – BURGOS
Kmts. 45
Día 22-5-93. Como mi amigo Celestino ha vuelto a comenzar el Camino de Santiago por tercera vez, nos hemos puesto de acuerdo para hacer juntos las próximas dos etapas. El lo ha hecho coincidir con un fin de semana y así encontrarnos en Belorado y concluir los dos días en Frómista. He venido en mi coche hasta Burgos y a las 8 de la mañana he tomado un autobús que se dirige a Logroño, así que a las 9,30 me he encontrado con Celestino que ya estaba preparado para iniciar la jornada. Hace un tiempo excelente, ahora ya se ven más peregrinos, supongo será la cercanía del verano. El campo está precioso, los cereales muy altos y con buena cosecha, es una delicia caminar bajo el radiante sol, no como la última vez, no quiero ni recordarlo. Cruzamos los Montes de Oca, el bosque de robles está muy verde, a lo lejos, en los valles, los pueblos destacan con sus tejados entre los campos verdes, que maravilla.
Casi sin darnos cuenta llegamos al Monasterio de San Juan de Ortega donde hacemos una parada y visitar con todo detenimiento el interior de la iglesia románica, como me ha gustado. Está la tumba del santo y el capitel de la Anunciación donde los rayos de sol, en el equinocio de primavera, iluminan la imagen de la virgen nueve meses antes de la Navidad, es todo un prodigio de cálculo del arquitecto y constructor de la Iglesia. Continuamos disfrutando del maravilloso día, los campos están llenos de flores, mariposas, abejas, pájaros, etc. el murmullo es como música de acompañamiento. Cruzamos varios pueblecitos, Agés, Atapuerca, donde en un montículo a lo lejos están haciendo importantes descubrimientos arqueológicos que darán más luz sobre el origen del ser humano en Europa.
En
un alto vemos a lo lejos Burgos, todavía estamos a unos 12
kilómetros de distancia. Iniciamos el descenso suave a través
del valle de Riopico. Llegamos a Villafría a
las 7 de la tarde, como ahora hemos de realizar la distancia de otros
dos o 3 kmts. a través
de la carretera nacional con muchísimo tráfico, incluso
peligroso, muchos ruidos y desagradable, decidimos tomar el autobús,
que nos deja en 15 minutos en el centro de la ciudad. Tomamos habitación
en un hotel y decidimos hacer una visita tranquila a Burgos,
mañana
será otra jornada muy larga, así que a las 11 estamos durmiendo
a pata suelta. |