VILLAFRANCA
DEL BIERZO – TRIACASTELA Kmts.
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Día 22-9-94. Esta noche si puedo decir que he podido descansar muy bien, a las 7,30 he salido de Villafranca, es aún de noche así que he tenido que llevar la linterna encendida durante un buen trayecto, el camino va por la carretera nacional con muchísimo tráfico, sobre todo camiones de gran tonelaje a estas horas de la mañana, de tal manera que es muy peligroso. La mañana es muy fresca, hay una luna llena que ilumina los alrededores, se camina muy bien.
Una vez que abandono la carretera, por el valle del Valcarce, ya sin tráfico ni ruidos, es muy agradable, el sol brillando sobre los prados y árboles verdes, muy bonito. A la 1 llego al Cebreiro, como la iglesia está abierta, por fin logro hacer algunas fotos del interior, así que a la 1,30 abren el comedor y me preparo a dar cuenta de un almuerzo gallego bien preparado, caldo gallego, lacón con cachelos y la típica tarta de Santiago, además de buen ribeiro. Según salgo de la fonda me encuentro con la familia Jato, de Villafranca, están terminando de almorzar. Nos tomamos una copita juntos y durante un buen rato charlamos amigablemente. Finalmente, a las 3,30, demasiado tarde, salgo del Cebreiro, con la intención de llegar al Monasterio de Samos, no será posible. En Viduedo, una pequeña aldea, cuando estoy haciendo una foto de una pequeña ermita, se me cae una lentilla en el barrizal.
Con
la ayuda de un matrimonio de Segovia y un chico valenciano,
después de una larga búsqueda,
milagrosamente la encontramos (gracias Santiago).
A las 7,30, ya casi oscureciendo, llego al Albergue de Triacastela,
siendo atendidos por un simpático chaval de 10 años de nombre Oto.
Invito al matrimonio de Segovia y al joven valenciano
a una cerveza, para celebrar el hallazgo de la lentilla. En el bar
donde nos tomamos la cerveza y
algo de picar de cena, hay un grupo de ingleses con los que me enrollo,
charlamos de todo un poco y hacia las 10,30 durmiendo en el Albergue.
Me encuentro a Ricardo, el joven que vi en Villafranca,
a él le
gusta dormir en saco y fuera del albergue. |