ESTELLA – LOGROÑO
Kmts. 46
Día 14-6-94. Hoy también me he levantado muy temprano, así que a las 7 de la mañana abandonaba Estella, al poco rato llego al Monasterio de Irache que está cerrado, también está cerrada la Fuente del Vino, ese simpático rincón de las Bodegas Irache para beber un vaso de buen vino. Un par de kilómetros más adelante, un espléndido cerezo, cargado del rojo fruto, muy maduras y apetitosas, de nuevo un rico desayuno a base de fruta recién cosechada. Hoy será también un día muy caluroso, aún siendo temprano, ya calienta de lo lindo. De frente destaca el montículo en forma de cono, en cuya falda se asienta Villamayor de Monjardín y en su cumbre los restos de un viejo castillo, bonita silueta.
En Villamayor pregunto por la llave de la iglesia para poder contemplar el crucifijo de plata y que es toda una joya del arte románico. Continúo y cuando voy llegando a los Cogoticos, el calor es sofocante, a las 11,30 me presento en Los Arcos, donde hago una parada y hacer acopio de líquido, para arribar a Sansol y Torres del Río, donde visito, de nuevo, la iglesia del Santo Sepulcro, está llena de andamios por dentro, de tal manera que no es posible disfrutar de la contemplación de su fantástica cúpula. En la sombra de una casa me paro a comer, muy agusto y fresquito. Una vez que he terminado, voy al bar a llenar de nuevo la cantimplora, el empleado de la gasolinera de Viana se ofrece a llevarme la mochila en su coche, cosa que acepto gustoso, con el calor que hace y por esos cerros tan secos y ásperos se puede uno deshidratar. Tomo la máquina de fotos y la cantimplora para dirigirme a Viana, parece que puedo hasta volar, vaya diferencia de caminar sin peso. Llego a Viana en dos horas, para sorpresa de mi benefactor, que no se podía creer que hubiera llegado tan rápido. Hago un pequeño descanso en la gasolinera y continúo hacia Logroño, haciendo una breve parada en la ermita de Ntra. Sra. De las Cuevas a la sombra de unos árboles, esto parece un oasis, todo alrededor es un secarral.
Más adelante,
antes de entrar en
Logroño, me paso a charlar un rato con la Sra.
Felisa, tan simpática
y atenta como siempre, hago una foto para el recuerdo, la pobre está muy
mayor. Se queja de que la artista americana, la Maclein,
pasó por
aquí y no le hizo ni puñetero caso, dice que es muy antipática.
Entro en Logroño a las 6, en el Albergue,
que por cierto está nuevecito
y parece un hotel de tres estrella, Tomás, el encargado, me da
aposento, somos uno 8, me dice que hay un matrimonio de Madrid y
resulta que son Mariló y Gonzalo,
la pareja que nos encontramos en la Foz
de Lumbier, hace un montón de días. Dando un paseo
por el centro de Logroño, me los encuentro
de frente, al lado de la catedral, después de hacernos alguna foto,
nos vamos a cenar juntos. A las 11 estábamos durmiendo en el Albergue. |