LAS SALAS – PRIORO Km 17,3

Día 16-09-08 (2ª parte). La primera ayuda la recibo de Daniel quién me traslada en su todoterreno desde el Puerto de Tarna hasta el pueblo de la Uña, gracias Daniel. Luego es Andrés quien me ayuda en el traslado desde Acebedo hasta Riaño. Aquí tengo algunas dificultades para desplazarme hasta Las Salas que realmente está a unos 12 km de distancia. Finalmente dos matrimonios que paran su vehículo para hacer algunas fotos del pantano y las bonitas montañas que lo rodean serán quienes amablemente completen este grupo de personas sin cuya ayuda hubiera sido difícil realizar el itinerario programado pues el único taxi que hay en Riaño estaba fuera haciendo un servicio.

Alrededores de Remolina


Así pues, antes de las 14 horas me situo en el bar de Las Salas en una mesa de la terraza para dar cuenta de un plato de queso y un par de frías cervezas, un placentero descanso de media hora que me relajará para la parte mas dura de esta jornada.

Pantano de Riaño


A las 14h30m inicio la andadura por el Valle del Río de Remolina a través de un hermoso camino que bien podría ser una antigua calzada romana por su buen firme y mejor trazado, primero a la vera del Río Esla que por cierto, baja con un exagerado caudal para la época en que estamos, deben estar vaciando el Pantano de Riaño pues he visto como ha descendido de nivel los últimos días por lo menos dos o tres metros.

Montes de Riaño


A la salida de Las Salas un cartel del GR1 indica “Remolina 4,5 km 1 hora 25 m.”. Paso por debajo del muro de contención del pantano para tomar decididamente hacia el pequeño pueblo de Remolina ubicado en un remoto valle rodeado de bosques y bonitas montañas.
El postre del sobrio almuerzo es a base de ricas y dulces zarzamoras que voy cogiendo y comiendo a manos llenas, al estar a la sombra y en una zona muy húmeda no solo están ricas si no también frescas y sabrosas, todo un banquete.

Corzo en el camino


El camino enlaza finalmente con la carretera a Remolina por donde asciendo plácidamente hasta el propio pueblo sin ser molestado por ningún vehículo salvo una furgoneta del vendedor de fruta y todo lo necesario para los pocos habitantes del pueblo, aunque según me dicen, durante el verano vienen algunas gentes de fuera dándole algo mas de vida al pueblo.
En Remolina hago acopio de agua en la fuente del pueblo pues el ascenso a la Collada de Tejerina será realmente duro aunque, según me dice un paisano, iré entre el bosque, por lo que casi siempre me dará la sombra de los gigantescos quejigos.

Valle de Remolina


Tomo un camino que asciende vertiginosamente los 500 metros de desnivel que me llevará hasta el Collado de Tejerina a través, como decía, de un hermoso bosque de quejigos. Un corzo se aplica en comer los tiernos retoños de las plantas al lado del camino, no se percata de mi presencia, me voy acercando sigilosamente hasta llegar a escasos 20 metros para retratarlo, al notar mi cercana presencia da un salto y huye despavorido por el bosque.
A las 16h45m arribo al Collado de Tejerina (1.580m) desde donde contemplo los hermosos panoramas que se ofrecen a mi vista. Todo el Valle de Remolina hasta Las Salas, los bonitos montes alrededor de Peñas Pintas que crucé ayer tarde y la bella silueta del Pico Espigüete, preciosos paisajes en muchos km a la redonda.
Comienzo el fuerte descenso hacia el pueblo de Tejerina por una senda recientemente limpiada de matorrales hasta llegar a un camino donde una cuadrilla de trabajadores limpia con sierras los márgenes del camino. El sendero balizado da una vuelta absurda para finalmente llegar a otro camino que yo seguiré de forma mas directa, no tiene sentido el itinerario balizado. Ahora la senda sigue por praderas inclinadas flanqueada por fresnos y algún peral con ricos frutos, estas peras me ofrecen su dulce fruto.

Tejerina


Me cruzo con 5 paisanas que van a coger moras y al poco rato llego al pueblo de Tejerina sobre las 17h50m, es un pueblo más grande de lo que me imaginaba con bonita iglesia y rodeado de bosques con agua que circula por regaderas en medio del pueblo. Bebo agua de la fuente al lado de la iglesia, lleno la cantimplora y bajo a la salida de la carretera a Prioro desde donde parte la senda del GR1, un cartel indica “A Prioro 5 km. 1h20m.”.
La senda en fuerte ascenso me lleva en poco rato a un collado donde se mantiene como una reliquia el Chorco del Corral de los Lobos, una gran empalizada en forma de embudo que termina en un hondo pozo donde caían los lobos irremediablemente a la muerte. Cuando se sabía de la presencia de lobos en la zona, los habitantes de Prioro y Tejerina se formaban en batidas con perros llevando al lobo hacia dicho recinto donde lo obligaban a caer en la trampa.
Desciendo por un abigarrado bosque de quejigo con abundantes ejemplares centenarios, a su sombra sigo con mucha tranquilidad pues mi destino está ya muy cerca. Sigo por el valle que conforma el Río Repenedo afluente del Río Cea que cruzaré al llegar a Prioro, este corto tramo lo disfruto con intensidad pues la tarde está muy agradable y fresca.
Entro en Prioro cuando la campana de la iglesia toca las 19 horas. Elena me indica por teléfono el lugar donde se ubica el restaurado Molino de Prioro (www.molinodeprioro.com) a la vera del Río Cea, con todas las comodidades posibles. Me dice que la cena la servirá a las 21h30m junto a un maduro matrimonio que también está hospedado aquí.
Después del aseo me acerco al pueblo y en una recién inaugurada cafetería me dispongo a escribir estas crónicas. Prioro es un pueblo bastante grande con muy buenas casas y supongo lugar de veraneo de mucha gente.
Datos del GPS: Distancia recorrida 17,3 km. Tiempo en movimiento 3h47m. Tiempo detenido 40m. Tiempo total empleado 4h27m. Media total 3,9 k/h. Desnivel acumulado 710m.

PERFIL DE LA JORNADA