BOLEA – MURILLO DE GÁLLEGO – AGÜERO
Km. 35,1
Día 26-11-07. Desde el autobús que me trae desde Zaragoza a Huesca, puedo contemplar todo un espectáculo de montañas,
en primer término Peña Guara, Peña Gratal, Mallos
de Riglos y de Agüero, Peñas de Santo Domingo, Puy
Moné,
etc. etc. y en segundo plano todo el Pirineo Aragonés cubierto
por un hermoso y resplandeciente manto blanco, la nieve aún no
ha sido abundante pero ha pintado las cumbres con el hermoso color que
contrasta contra un cielo azul nítido y luminoso, todo un espectáculo
visual.
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Linás - Murillo y Peñas de Agüero |
Hace ahora un mes, cuando realicé el recorrido por el GR1 entre Tafalla y Biel,
en lugar de continuar por el itinerario balizado, crucé la
Sierra Mayor hasta Ayerbe, por
tanto en este tramo, que no tiene desperdicio como a continuación diré, no podía permitirme pasarlo
por alto, por tanto y con la valiosa ayuda de mi amigo Pedro
Otal, lo
voy a realizar con algún tramo añadido y así completar
una bella excursión en estos hermosos días de otoño.
Poco antes de las 11 de la mañana me deja Santiago con
su taxi, en el pueblo de Bolea, me ha traído desde Huesca en
pocos minutos, ahora me preparo para la larga caminata en un banco
de madera a la solana
donde un paisano me observa con curiosidad, le pregunto por la distancia
que habré de recorrer hasta Murillo de Gállego,
me dice que por lo menos 30 km, por lo que no debo perder ni un minuto
pues a
las 5h30m de la tarde oscurece y habré de tener alojamiento para
pasar la noche.
Bolea es un bonito pueblo en un cerro donde sobresale
su soberbia Colegiata,
con la esbelta Peña Gratal de fondo, bien protegido
de los fríos
vientos del norte por la Sierra Caballera y con amplias
vistas sobre la Hoya de Huesca.
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Castillo de Loarre |
Poco antes de las 11 de esta soleada mañana de otoño donde
el fuerte viento es el protagonista pues cuando tome altura soplará por
momentos racheado y algo desagradable. Llego al punto donde las balizas
roja y blanca se dirigen hacia el oeste, la dirección que yo seguiré ahora
y hacia el norte para bordear la majestuosa Peña Gratal y
continuar en dirección este hacia Peña y Barrancos de Guara, itinerario
que será la continuación, en los primeros meses del año,
hacia Cataluña (Puente de Montañana).
Tomo un camino agrícola de tierra hacia el pueblo de Aniés que
veo en la distancia en las laderas de la Sierra
Caballera como todos
los que cruzaré hoy, pueblos en los que no me encontraré con
nadie pues pocos son los vecinos que en ellos viven y hoy, los pocos
que quedan, estarán a las tareas agrícolas.
Comienzo a tener como referencia el Castillo de Loarre ubicado
en una zona elevada sobresaliendo como un atento vigilante de todos
los alrededores,
es uno de los castillos más hermosos que he visto, bien amurallado
y muy bien restaurado.
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Mallos de Riglos |
Justo detrás de Aniés hay unas paredes verticales similares
a mallos donde se ha construyó la Ermita de la Virgen
de la Peña en sus escarpadas paredes que no me
perderé de visitar próximamente
pues me ha llamado la atención por su estratégica posición.
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Riglos y los Mallos |
Cruzo campos de olivos y almendros, casi todos abandonados además
de carrascas de encina con algunos ejemplares desprendiendo sus bellotas
alrededor, más adelante veré algún bosquete de robles.
Aunque las balizas roja y blanca del GR1 no
son muy abundantes, obra baliza, la flecha amarilla del Camino de Santiago sí que es frecuente
y me guía con mayor facilidad hasta Murillo de Gállego.
No tengo la menor idea del origen y destino de este itinerario
del Santo
Camino, pero también recuerdo que en otros tramos del GR1 también
he visto la flecha amarilla indicadora.
Me voy acercando al Castillo de Loarre que va
mostrándose más
sobrio y solemne, pasaré a pocos metros de sus murallas, aunque
ya lo he visitado en anterior ocasión. Seguidamente entro en el
pueblo de Loarre que vive a su sombra pues es
un pueblo con gran iglesia y todos los servicios, es lógico que abunden los visitantes, el
castillo es como decía, de obligada visita.
Algunos tramos del camino que sigo muestran su base empedrada,
signo evidente del tránsito y comunicación entre los pueblos
de la zona en épocas medievales y posteriores, ahora en absoluto
desuso al ser las carreteras las vías de comunicación utilizadas.
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Murillo y Riglos |
Desde Loarre sigo caminos algo abandonados donde
las zarzas y espinos arañan mis brazos, no obstante la balización es buena y
no tengo ningún despiste hasta Sarsamarcuello pueblo
que rodeo por otro bello camino empedrado entre muros de piedra
muy antiguos. Ahora
el GR1 comienza a tomar altura por las laderas
de la sierra para dar vista a Linás de Marcuello y Murillo de Gállego.
El viento arrecia y me zarandea con facilidad, estoy en una
zona elevada y sin
vegetación, he tenido una fugaz visión de los Mallos
de Riglos, luego los veré en toda su dimensión.
Comienzo el descenso hacia el pequeño pueblo de Linás de
Marcuello ubicado en un collado con vistas al valle
del Río Gállego y
unas escarpadas paredes de arenisca roja a sus espaldas, aquí el
itinerario del GR1 da un enorme rodeo subiendo
al llamado “Mirador
de los buitres” para luego descender al pueblo
de Riglos y
volver a la carretera para poder cruzar el Río Gállego pues
no hay ningún puente que lo cruce directamente entre Riglos y Murillo de
forma directa. Al salir de Linás hay
un camino que sigue hasta la estación de ferrocarril de Riglos y
por éste sigo de
forma más directa, aún así tengo unas espectaculares
vistas de los Mallos de Riglos y las escarpadas
paredes detrás
de Murillo de Gállego. En Riglos ya
he estado en anterior ocasión
con detenida visita a los mallos.
Paso al lado de la estación de ferrocarril y continúo hasta
la carretera Huesca-Pamplona que tiene muy
poco tráfico, por ella
sigo para cruzar el Río Gállego contemplando
lo que quedó del
viejo puente, algunos metros más arriba, destruido en una de sus
feroces crecidas.
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Agüero |
Sobre las 16h30m llego a Murillo de Gállego donde
destaca su Iglesia
románica de el Salvador fortificada y construida
en la parte más
elevada del pueblo sobre un espolón y protegida por el estrechamiento
del río.
Hablo por teléfono con Beatriz, amiga
de Pedro Otal,
para que me aconseje sobre el hospedaje para esta noche,
si lo hay en Agüero pues hasta allí continuaré, son 5/6 km de distancia. Me
confirma que hay alojamiento pero que en caso contrario, sea porque estén
cerrados, me iría a buscar en su coche para que pudiera dormir
en Murillo, quedo anonadado por tanta amabilidad,
aunque no habrá lugar
a ello pues en Agüero tendré un muy buen alojamiento.
Salgo de Murillo siguiendo un bonito camino
empedrado que cruza el Barranco
Rivera para tomar altura y ofrecerme unas espléndidas panorámicas
de los Mallos de Riglos, Murillo y
las montañas detrás
de Linás, también de la Sierra
Mayor y los Mallos
de Agüero que ya empiezo a tener al alcance
de la mano. Por el empedrado camino entre viejas paredes
de piedra
voy
disfrutando
del ocaso del día,
la pena es que al llegar a un collado y dar vista al bonito pueblo de
Agüero y sus peñas, el sol se ha escondido detrás
de la Sierra Mayor y no hay casi luz para
hacer alguna foto.
A las 5h30m entro en Agüero por sus
estrechas y empinadas calles hasta la Casa Camilo (Telef. 974 380121) una
bonita casar rural restaurada en el centro del pueblo donde Adela me
atiende amablemente pues es amiga de Beatriz de Murillo,
me enseña la bonita y bien acondicionada
casa donde me aposento en una acogedora habitación. Después
del aseo subo hasta el Hostal la Costera a
escribir esta crónica
y dar cuenta de una cena casera y abundante. A las 10 no hay quien pare
en la calle, el intenso frío y fuerte viento hacen desagradable
el estar fuera de casa.
El cielo estrellado es todo un espectáculo que contemplo brevemente
debido al intenso frío, luego bajo hasta la Iglesia parroquial
de el Salvador ahora iluminada además de sus alrededores, sigo
sin ver un alma por las calles.
Datos del GPS: Distancia recorrida 35,1 km. Tiempo en movimiento 6h13m.
Tiempo detenido 50m. Tiempo total empleado 7h3m. Media total 5 k/h. Desnivel
acumulado 767 m.
PERFIL DE LA JORNADA |
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