LIGÜERRE DE CINCA – MURO DE RODA – L´AINSA Km 30,2

Día 24-1-08. Al abrir la puerta del bungalow de madera, a las 7h45m, compruebo con sorpresa que una espesa niebla cubre todos los alrededores, además la oscuridad es tan fuerte que no distingo nada a 20 m de distancia. Por tanto he de abrigarme y llevar la linterna en la mano pues estos primeros 3 km caminaré por la carretera hasta el puente sobre el Río Cinca en el acceso al Entremón y varios coches pasarán a mi lado, así evitaré cualquier situación comprometida por la visibilidad de los conductores.

Senda por el Entremón


Hacia las 8h15m abandono la carretera por unos escalones a la izquierda para ascender y penetrar en el Entremón donde las nieblas se han acumulado también aunque en lo alto del Castillo y Ermita el sol ya le da de plano pero la vista desde aquí abajo es aún algo brumosa.
El estrecho sendero se adentra en la garganta a través de un escalonamiento en la roca casi a nivel, en algunos puntos se ha tallado el paso de la senda en la dura caliza puesto que la verticalidad impediría el cruce. Algunas pedreras han arrollado la senda y aquí he de asegurar el equilibrio, además las rocas están muy húmedas y resbaladizas ahora en las tempranas horas.
Dos gigantescas oquedades a ras de agua enfrente dan idea de la fuerza de las aguas, aquí salen volando varias aves al notar mi presencia. La vegetación es muy abigarrada puesto que la humedad es constante y el sol aquí no penetra por ningún lado, son carrascas, robles, boj y durillos. La senda está bien cuidada pues esta vegetación la haría desaparecer en poco tiempo de no ser talada con frecuencia además la balización es la adecuada.
La única compañía que tengo es el graznido de las chovas, más arriba los buitres comienzan sus vuelos para controlar todo lo que se mueve en grandes distancias.
En algunos puntos habré de prestar mucha atención a los estrechos pasos, sobre todo en las zonas talladas en la roca pues como decía el suelo está muy húmedo. Un pequeño tramo por la vertical pared tiene unas clavijas para poner los pies y asegurar con las manos, es quizá la parte más peligrosa aparte de una muy inclinada pedrera en el tramo final que casi requiere el ir trepando.
Ahora las nieblas han desaparecido y puedo contemplar con detalle las escarpadas paredes donde se ubica el Castillo de Samitier y la Ermita de San Emeterio y San Celedonio arriba como si estuvieran colgados y recortados sobre el cielo completamente azul.
Es este un paraje que añadiré al grupo de los más bonitos e impresionantes que he visitado en mis recorridos senderistas.

Río Cinca - Entremón


Ya en la parte final del estrechamiento, doy vista a la Presa de Mediano, aquí la senda desciende casi a la base del río para volver a iniciar un duro ascenso en lazadas por la muy inclinada pedrera donde he de usar las manos en algún momento hasta llegar al final de una pista que desciende desde la presa cruzando dos túneles, el primero que paso tiene un célula fotoeléctrica que al detectarme ilumina todas las lámparas hasta la salida, por tanto el paso es muy cómodo, en caso necesario llevaba la linterna en la mano, esta pista es del servicio de la central eléctrica pues por aquí no hay paso público de vehículos y el tránsito muere antes de llegar al pantano.
Tomo ahora un estrecho camino que a ratos muestra el empedrado asiento y que debió ser un importante itinerario de comunicación entre La Fueva y el Bajo Cinca, este camino bordea el monte de Selva Alta para acceder al pueblo de Palo y El Humo de Muro. Ahora bordeo el Pantano de Mediano teniendo a la vista el antiguo pueblo de Mediano, inundado por las aguas pero ahora visible por el bajo nivel, destaca su esbelta iglesia y las casas derruidas.
Sigo el camino en ascenso penetrando en el Barranco de la Usía para dar vista al hermoso Valle de A Fueba (La Fueva), pero debo ir con sumo cuidado pues las lanchas están heladas y he de mirar muy bien donde piso, esta ladera es norte y por eso la humedad es mucho más intensa pues hay una parte de frondoso bosque.
El camino de bifurca al llegar a los 750 m de altura, a la derecha sigue hacia el pueblo de Palo, yo desciendo hacia el Barranco de la Usía teniendo a la vista el pequeño pueblo de El Humo de Muro (O Lumo Muro) donde me sorprenden unas curiosas construcciones especie de fortificación y casa mediterránea al lado.

Humo de Muro y la Fueva


Desde la zona más elevada tengo a la vista Cotiella vestida de blanco, la nieve aunque no ha sido abundante hasta ahora, sí ha cubierto las elevadas cimas por encima de los 2.500 m de altura. El conjunto del bonito valle de La Fueva y Morillo de Monclús en el centro sobre una elevación del terreno, todo muy fértil y cultivado, se aprecia que la humedad es constante para el cultivo de cereales y otras especies. Quedo gratamente sorprendido por este desconocido valle, volveré a recorrerlo en breve.
Cruzo el Usía no sin ciertas dificultades por estar las rocas muy resbaladizas, para llegar a una pista que me acerca en pocos metros a la entrada de las curiosas construcciones que contemplé desde lo alto y que pertenecen a unas instalaciones de hostelería denominadas Bodegas de Clavería (Telef. 974241044) con especialidades en apartamentos, bar-restaurante, rutas turísticas a caballo, etc. etc.
Un perro atado con una cadena me espera a la entrada, ladra al verme y no se muestra amistoso, la cadena es muy larga y no me permite el paso, al no haber otra alternativa de paso he de “convencer al can” para obtener su permiso. Me muevo de un lado a otro para ver su respuesta, le hablo, intento acercarme y al cabo de casi 5 minutos el perro se muestra mas amigable y me deja pasar.

Muro de Roda y Cotiella


No hay nadie por los alrededores hasta que en una casa pregunto a una señora mayor si hay alguien en el restaurante para tomarme un café pues aún no he desayunado y el momento es el adecuado.
Llamo a la puerta del restaurante, una joven hondureña (Lizeth) me atiende y me ofrece el café caliente además de unos sobaos y algún refresco. La joven tiene también ganas de charla pues esto es bastante solitario entre semana, así que mientras doy cuenta del desayuno, no paramos de parlotear amigablemente.
Abandono el pequeño núcleo de El Humo de Muro, ahora saciada mi hambre y sed, por la carretera para enseguida tomar la estrecha senda que asciende por el monte penetrando en un pinar para ir teniendo una perspectiva completa de toda La Fueva. La balización es inmejorable, las señales, palos, carteles, etc. etc. están muy bien ubicados para no tener la menor duda del seguimiento del itinerario, Tres Hurras por los encargados del mantenimiento.
En medio de la senda hay un enorme hito de piedra tallada, luego cuando llegue a Muro de Roda veré alguno más, estos hitos debían tener un significado religioso puesto que la influencia en la zona de Muro de Roda sería determinante en épocas remotas.

Poblado medieval de Muro de Roda


Una gran casa en ruinas señala el punto llamado Fumanal que debió tener cierta importancia agrícola por sus grandes dimensiones y anejos ganaderos. Algo mas adelante la senda llega a un cruce de caminos y pistas donde unos letreros indicadores informan del seguimiento de varios itinerarios, GR1, GR19, Rutas para BTT, etc. etc. En lo alto de la montaña sobresale una torre que parece defensiva y unas murallas muy altas, el indicador dice “Muro de Roda” a 2 km. A pesar de la fuerte carga a mi espalda, no me lo pienso dos veces pues 200 m más elevado las vistas deben ser superiores, además de las propias instalaciones defensivas y religiosas.
La pista, que puede ser transitada con vehículos todoterreno, asciende en lazadas hasta los 1.025 m de altura donde se ubican dos conjuntos de edificaciones medievales, una zona amurallada con iglesia románica, cementerio, callejas, etc. etc. y la parte defensiva de la muralla. La otra, quizá más antigua, algo más abajo, representada por la ermita prerrománica de San Bartolomé.
Todo el conjunto en lo alto del tozal y dominando una gran distancia, el Valle de La Fueva y sus aldeas desperdigadas pero especialmente Tierrantona, cabecera del municipio, el pueblo más habitado y con más vitalidad actualmente, además de A Zinca (Cinca) y a la vista del Castillo de Samitier, un lugar realmente estratégico.
Las panorámicas son espectaculares, todas las grandes montañas del Pirineo Aragonés, Sierra Guara, Turbón, etc. etc. Me paso un buen rato disfrutando de este hermoso panorama en la soledad de este conjunto defensivo que cambió su denominación original de Muro Mayor a Muro de Roda al entregar Ramiro II su iglesia a la Seo de Roda d´Isabana.
Al ir entrando de lleno el GR1 en la Ribagorza me voy dando cuenta de que las denominaciones geográficas lo son también en Aragonés y más adelante también en Catalán aún siendo tierras aragonesas. Es evidente que ambas lenguas han perdido su protagonismo a favor del castellano que ha sido más bien el que ha invadido lingüísticamente, puesto que ya no es nada fácil encontrar algún paisano que hable el aragonés o el catalán, aunque también he podido escucharlos hablar en varias ocasiones en alguna aldea o pueblo “fronterizo”, cosa que en principio me sorprendió.
Desciendo de Muro de Roda por la misma pista hasta el cruce de caminos donde tomo el itinerario ahora del GR19 para llegar hasta L´Ainsa y retornar a casa. Ahora la senda transita por una pista por el Barranco de Natiella teniendo enfrente la Sierra Ferrera sobresaliendo al fondo la Peña Montañesa a la que me voy acercando lentamente. La pista desemboca en un núcleo abandonado y en ruinas llamado La Corona en una especie de collado, aquí una yeguada se sorprende al verme, relinchan y mueven sus esquilas con cierta intranquilidad. Aquí abajo tengo otra perspectiva de Muro de Roda en la cima del abigarrado bosque, también el Castillo de Samitier y el Pantano de Mediano, L´Ainsa, mi destino, al fondo del Bajo Cinca.
Sigo bordeando la Sierra de Gerbe primero por una senda y luego por una pista donde una máquina bulldozer ha realizado una fuerte erosión de la propia pista para transitar por ella por tanto llena de barro, al final desemboca en una pista asfaltada que me lleva hasta el Griebal, un pueblo casi deshabitado donde un gran cartel de los Boy Scouts anuncia una concentración para celebrar un aniversario.
Dejo Griebal por un sendero que me baja de forma directa al Río La Nata que cruzo con algunas dificultades para ascender a la carretera Ainsa-Campo, el GR19 sigue otro itinerario diferente pero yo he de intentar volver a casa y debo llegar a L´Ainsa cuanto antes para buscar un transporte, por eso sigo la carretera con la esperanza de que algún coche me ayude. La carretera está poco transitada a estas horas, son las 15h15m, así que continúo por el asfalto durante 3 km. hasta que una jóven, Raquel, se apiada de mí y me transporta cómodamente hasta L´Ainsa, llegamos a las 16h, donde me informan de que el único transporte a Barbastro es un bus a las 7 de la mañana. Me pongo en la salida e intentar que algún alma caritativa me lleve pues de lo contrario habría de dormir en L´Ainsa y salir mañana a las 7. Esteban detiene su pequeño coche y me transporta cómodamente y en buen rollo, pues es escalador y compartimos muchas experiencias y lugares, así que en amena charla llegamos a Zaragoza donde tomo un AVE y a las 21h15m estoy en casa de nuevo.
Datos del GPS: Distancia recorrida 30,2 Km. Tiempo en movimiento 6h30m. Tiempo detenido 1h40m. Tiempo total empleado 8h10m. Media total 3,7 km/h. Desnivel acumulado 1.120 m.

PERFIL DE LA JORNADA