ABEJUELA - CAMARENA DE LA SIERRA Kmts. 43

Día 9-4-96. En principio, mi pretensión era comenzar el GR 10 en Andilla, lugar ya conocido, punto de cruce con el GR 7 y uno de los últimos pueblos de la provincia de Valencia antes de pasar a Aragón. Finalmente he tenido que cambiar éste plan, el autobús que tomé en Valencia al mediodía, me ha dejado en Villar del Arzobispo a las 3 de la tarde.

Alto Turia - La Yesa y Alpuente

Hasta Andilla hay unos 20 kmts., no hay taxi ni ningún otro medio de transporte posible, así que comencé a caminar por la carretera, con la esperanza de que algún coche me llevara y así hacer los 20 kmts. que separan Andilla de Abejuela, éste último en la provincia de Teruel, antes del atardecer. Como quiera que no pasaban coches y ya llevaba andados unos 8 kmts., siendo las 4 de la tarde, de continuar así llegaría a Andilla demasiado tarde para poder iniciar el GR, por tanto tendría que cambiar totalmente el itinerario previsto. Decido regresar al cruce de la carretera que lleva a Higueruelas y La Yesa e intentar llegar lo más cerca posible de Abejuela. Un coche me llevó hasta Higueruelas, aquí estuve desde las 5 de la tarde hasta las 7,30, durante la larga espera salí a las afueras del pueblo a contemplar las Peñas de Dios, formaciones rocosas que destacan sobre los montes poblados de pino. Después un autobús me llevó hasta el cruce de la carretera que se dirige a Abejuela, luego otros 4,5 kmts. andando para llegar a dicho pueblo a las 9 ya anocheciendo. Este tramo de la carretera que discurre por todo el barranco, es muy agradable, el atardecer muy bonito con el cielo enrojecido y una agradable temperatura.

Arcos de las Salinas y Río Arcos

Del autobús se bajó una señora, a la que vinieron a buscar en coche, ofreciéndome la posibilidad de hacer el recorrido comodamente, pero agradecí la oferta y preferí ir caminando, me hubiera perdido el maravilloso atardecer y el acercamiento al pueblo a través del barranco. Esta crónica la estoy realizando en el pueblo de Arcos de las Salinas, sentado plácidamente en la terraza de un bonito bar llamado “La Masía”, siendo la mediodía y después de una agradable charla con Conrado, dueño del bar. El sol es muy intenso, así que me he puesto a la sombra, he comido de mochila y para finalizar un buen café.

Arcos de las Salinas

Anoche, al llegar a Abejuela, pregunté en el bar, dónde podría dormir, el pueblo está casi deshabitado, solo viene gente los fines de semana, fundamentalmente de Valencia y en el verano a pasar las vacaciones, después de algunas dudas, el joven matrimonio del bar me ofrece aposento y cena, además de su grata compañía. Un profesor de Valencia (Josep Martí), que tiene casa aquí, también se añade a la amena charla que dura hasta cerca de las 12.

Día 10-4-96. Anoche quedé con el matrimonio del bar que a las 7,45 desayunaría para intentar salir a las 8. Después de dicho desayuno e insistir varias veces, no me querían cobrar nada, les pagué 1.000 pts., aseguraban que me habían tratado como a uno más de la familia y por tanto nada tenía que pagar.

Río Arcos - 2ª Piscifactoría

Así les aseguré haberme sentido y especialmente muy agradecido por su atención. Esto me confirma lo que he visto en infinidad de ocasiones, en el mundo rural abunda la buena gente. Salgo del pueblo en dirección nordeste por el largo y angosto Barranco de Abejuela, estrechándose en algunos puntos para formar unas escarpadas paredes. A ratos se abre y parece que es el final, sin embargo su travesía dura una hora y media.

Cuando termina, en su parte más alta, aparece una zona plana bastante grande con algunos sembrados y praderas. Ha helado de madrugada, pero ahora el sol calienta con fuerza, de tal manera que tengo que desprenderme de casi toda la ropa. Hay muchas sabinas, incluso algunos ejemplares muy grandes y viejos, son árboles que pueden alcanzar gran altura, son del estilo de los pinos, incluso conforman grandes zonas boscosas. En algunas zonas, estas sabinas son rastreras y tapizan todo el suelo igual que algunos tipos de brezo. Una vez superadas unas suaves lomas y coronar la parte más alta, a unos 1.500 mts. de altura, tengo una enorme panorámica a mi alrededor. Enfrente, al noroeste, el Macizo del Javalambre, aunque no tengo al alcance de mi vista las cimas superiores a los 2.000 mts., pero algunos neveros destacan aislados al sol.

Barranco de los Hombres

Continúo cresteando la cuerda que divide las provincias de Teruel y Valencia durante un buen rato, a mi izquierda, hacia el sur, un bonito valle muy verde y algunos pueblecitos desperdigados en sus alrededores, son de Valencia y de la comarca del Alto Turia. Destaca la silueta del monte donde se ubica el Santuario de la Virgen de las Nieves al lado de Chelva y el cauce del río Turia. Algo más adelante paso al lado de un repetidor de TV, comienzo el descenso a un amplio collado y enseguida giro en dirección norte para asomarme a un gran desnivel y abajo un valle que me separa del Javalambre.

El valle proviene del Puerto de Torrijas y se junta, abajo a mis pies, en Arcos de las Salinas, con el río Arcos que nace en las faldas del Javalambre, barranco que será mi camino de ascenso para algo más tarde. Durante un buen rato disfruto de las hermosas vistas que me ofrece este espectacular oteadero, pero he de continuar mi andadura, ahora iniciando un duro descenso por la zona de umbría a través de una bonita trocha que zigzaguea con suavidad, ofreciéndome constantemente diferentes perspectivas de Arcos y sus alrededores a medida que me voy acercando.

Javalambre - Loma de la Cruz del Cerro

Poco a poco comienzo a ver y oír el latido de la vida del pueblo, voces, animales domésticos, algún que otro coche, etc. A las 12 en punto entro en el pueblo, desde lo alto había divisado una especie de terraza con mesas y sillas en una zona verde, se trataba del bar “La Masía”, me aposento y me dispongo a hacer un alto en el camino. En las fotografías que decoran el interior del bar-restaurante hay alguna festejando una imponente nevada de algún extraordinario día de invierno, nada comparable con el radiante día de primavera de hoy. Como al parecer nada extraordinario ocurre con frecuencia y la vida sigue un curso monótono y relajado, Conrado, el dueño de “La Masía” tiene cuerda para rato, así que mientras me voy tomando una fría cerveza y preparo la comida de mochila, charlamos animadamente de lo divino y humano. Me despido de Conrado y cruzo el pueblo para iniciar la segunda parte de la jornada, que es especialmente dura, tengo que salvar un desnivel de casi 900 mts., para a continuación descenderlos de nuevo por el lado contrario.

Cumbres del Macizo de Javalambre

Al final del pueblo hay una bonita ermita construida con una piedra rojiza llamada rodeno típica de estos contornos y que será una constante en los próximos días. El barranco del río Arcos es muy agreste, afortunadamente lleva bastante agua y bastante verde en los alrededores. Hay construidas dos piscifactorías hechas de forma natural, aprovechando la vegetación y con balsas de tierra y barro, de tal forma que no desentonan en al entorno. Una vez que he ascendido un par de kmts. llego al punto de unión de tres barrancos, tomo el de mi derecha, llamado “De los Hombres” que desde el inicio se angosta y comienza a serpentear. Aquí pierdo contacto con las señales del GR, luego confirmaría que éste comienza el ascenso por la ladera de la derecha, yo sin embargo, al no tener referencia, lo hago por el corazón del barranco, pero al llegar a unos cortados y no poder continuar por el fondo, comienzo el ascenso por la derecha para enseguida toparme con las balizas del GR. La senda es muy estrecha y asciende poco a poco dejando atrás un pinar y cruzando unas pedreras irse acercando a las zonas de paramera teniendo muy cerca los grandes neveros a una altura de 2.000 mts.

Javalambre - abajo Camarena de la Sierra

La senda desemboca en una pista que viene del oeste y continúa hacia la cumbre del Javalambre, los neveros cubren parte de la pista impidiendo, por suerte el paso de vehículos. Desde el móvil, en plena cumbre, charlo brevemente con mi hija Susana, en la cumbre hay, naturalmente, una estación repetidora muy grande. Cuando me dispongo a iniciar el descenso, un vehículo con un matrimonio y dos chicas jóvenes se paran a jugar en un nevero, han subido por la parte de Camarena. Les pido, si no les importe bajarme la pesada mochila hasta Camarena, aceptan gustosos, además se apuntan Rafa e Isabel a descender conmigo por la senda, para ellos sería una interesante experiencia. Descendemos tranquilamente a través del pinar y teniendo como fondo el bonito pueblo de Camarena de la Sierra, nuestro destino. Pasamos ante el estupendo refugio Rabadá Navarro, muy cerca del pueblo, donde llegamos a las 8, habiéndome dejado la mochila en el Hostal Esmeralda, lugar que me han recomendado para pernoctar y que está a la entrada por nuestro camino. Rafa e Isabel me invitan a cenar en su casa junto a Pilar, Julia y el abuelo de una de ellas, después yo les invitaría a café y copa en el Hostal, que por cierto está fenomenal, muy nuevo y confortable, decorado con viejos útiles de labranza. Está regentado por un simpático matrimonio, me cobran un precio especial para deportistas, 2.500 pts. Después de una agradable sobremesa con mis nuevos amigos, nos despedimos, la noche estrellada y con una temperatura agradable, excelente pronóstico para mañana.