HOYOS
DEL ESPINO – EL BARCO DE ÁVILA
Kmts. 35
Día 9-2-02. Las temperaturas de madrugada han debido ser de unos 5 grados bajo cero pues está todo blanco y los charcos completamente helados. Como quiera que los dueños del hostal no están dispuestos a madrugar mucho, el desayuno no lo sirven antes de las 8,30, a esa hora me presento en el comedor, eso sí, la señora lo prepara todo deprisa, tostadas de hogaza de pan de pueblo, un bollo maimón estrechito y húmedo, etc, etc. así que disfrutando, a través de los ventanales, de las estupendas vistas de las altas cumbres iluminadas por el brillante sol del amanecer, termino el opíparo desayuno y dispuesto a llegar donde sea, como siempre eso pienso ahora a primera hora, luego por la tarde, cuando los kilómetros pesan lo suyo y la fatiga hace mella, el deseo de llegar al destino va creciendo en intensidad.
Salgo a la calle a las 9 en punto y en el cruce, donde sale la carretera para la Plataforma, entran varios coches, hay un monumento al macho montés y enfrente un indicador de madera con la baliza blanca y roja del GR10 indicando dirección Puente del Duque y la leyenda “Parque Regional de la Sierra de Gredos”. En lugar de seguir la carretera hacia el Puente del Duque, tomo el Camino de las Eras que me baja, bordeando un pinar, hasta el cauce del Tormes donde se le une el arroyo que baja de Hoyos y se estanca el agua, habiendo una serie de pontones para el cruce del barrizal.
El Cordel de ganado viene del Puente del Duque cruzando por un pinar y continuar por el cauce del Tormes a unos 10/50 mts. durante varios kilómetros. No veo balizas del GR por ningún lado, pero la verdad, tampoco es que sean necesarias, no hay pérdida posible y el Cordel (cañada, cabañera, etc.) circula casi siempre entre el río y la carretera, salvo un punto en el kmt. 16 donde la cruza hacia la derecha y asciende a ganar un collado y pasar al otro lado, pero eso será más adelante. Una vez abandono el pinar y sigo río abajo, el camino, a ratos, está empedrado y a su lado baja una acequia que cruza varios lanchares estando bien protegida para no perder agua.
Cuando llevo caminando por el cordel unos 15 minutos, me encuentro con una caseta de la Comunidad de Castilla León “Refugio de pesca La Hoya” donde varios jóvenes duermen en sacos, abro la puerta y les canto las “mañanitas”, son las 9,30. Sigo río abajo, el caudal no es muy grande pero a medida que va recibiendo las aportaciones de las gargantas que bajan con las escorrentías de las altas cumbres nevadas, el cauce aumenta considerablemente. La mañana es espléndida, el sol brillando con fuerza y un cielo intensamente azul además de la tranquilidad de los parajes, solo escucho el rumor del agua y el canto de los pájaros.
Un par de águilas me acompañará durante un buen trecho y luego algún buitre planeará sobre las copas de las encinas de la ladera vigilando cuidadosamente todos los alrededores. A la altura de Navacepeda y en el inicio de la Garganta de Barbellido, hay un antiguo puente de grandes dimensiones para cruzar el Tormes, está muy bien conservado y la verdad, presumiendo de conocer muy bien Gredos y esta joya no la había visto antes, pero más adelante tendré otras sorpresas igual de hermosas. Aquí se inicia un pequeño tramo de carretera asfaltada que baja de Navacepeda, a unos 300 mts. en una cuesta, se abandona la carretera por la izquierda y seguir el cordel a través de una zona un poco pantanosa y embarrada. Enseguida se inicia el descenso hacia la Garganta de la Garbanza, ahora el camino se complica, hay mucha maleza, barro y no está bien definido, pero, ¡aleluya! Una baliza del GR cuando más la necesitaba, a partir de aquí la señalización será abundante.
De pronto aparece entre la vegetación un soberbio puente de un ojo, que me atrevería a decir de origen romano, la entrada y salida con losetas bien colocadas y con una conservación sorprendente, supongo el estar tan escondido le ha protegido de destrucción humana. Bajo al cauce, me asomo por debajo, por arriba, intento fotografiarlo a pesar de la abundante arboleda, me quedo extasiado mirándolo sorprendido de haber encontrado una verdadera joya de la arquitectura. Sigo mi camino hacia el Alto de Navalperal desde donde tengo una magnífica perspectiva del descenso por una serie de prederíos y al fondo el pueblo, por la izquierda asoman los cuchillares nevados de La Galana y Cabeza Nevada. En el propio alto y al lado de la carretera hay otro indicador de madera del GR10 y “Parque Regional de la Sierra de Gredos”, ahora tomo el descenso por la mullida hierba hasta la Ermita del Cristo del Monte, a la entrada de Navalperal de Tormes.
Una vez terminado el cruce del pueblo, salgo a la carretera, las señales cruzan a la derecha de la carretera pero a pocos metros de la mismo subiendo y bajando para evitar el asfalto, al cabo de 1,5 kmts. el cordel cruza a la izquierda nuevamente ya teniendo a la vista el pueblo de La Angostura, ahora desciende a cruzar el Arroyo Caceras por zonas embarradas, arriba en la montaña destaca el pueblo de Navasequilla, a 1.640 mts. de altura recibiendo los templados rayos de sol, probablemente uno de los pueblos más altos de España. Paso al lado de La Angostura y continúo por la izquierda de la carretera hasta el Kmt. 16, aquí las balizas penetran, por la derecha, en el bosque de encina y carrasca, al principio una especie de laberinto, pero después ya se convierte en senda bien señalizada que va ascendiendo hacia el collado en la Sierra de los Castillejos y descender hacia el valle del Arroyo del Horcajo.
Desde lo alto del collado puedo disfrutar de una buena panorámica, de frente la Sierra de Béjar, a mis espaldas la Garganta de Navamediana y las cumbres nevadas de su fondo, también el Tormal y los Campanarios en la Garganta de Bohoyo. Al fondo del Arroyo del Horcajo, en la ladera de la soleada montaña, aparece el pueblo de Horcajo de la Ribera. Desciendo por el estrecho sendero hasta el cruce del arroyo, ahora durante un buen rato el cordel estará embarrado y empantanado, gracias que las botas que he traído están bien aisladas, si no hubiera terminado con ellas llenas de agua. Llevo un buen rato sin rastro de las balizas hasta enlazar con la carretera a la altura de La Aliseda de Tormes, aquí hay otro indicador de madera y ahora ya, durante los próximos 9 kmts., el cordel va por la izquierda de la carretera y a unos 10/50 mts., cruzando las entradas a Navamediana, Bohoyo y Los Llanos. Aunque las balizas no son muy frecuentes, la verdad, no son necesarias pues el Cordel está bien definido y su dirección es la misma que la de la carretera.
En
el kmt. 3 se une a la carretera y a un kmt. La cruza hacia
la derecha para llegar a la valla de una gran finca “Monte Conejos”,
desde donde se tiene una buena panorámica de toda la zona, Sierra
de Béjar, El Barco de Ávila,
etc. también hacia
la izquierda la Sierra del Barco y la Sierra
del Guijo y el inicio de
la Sierra Llana, todas ellas con su bonito
manto de nieve. Inicio el descenso al lado de la valla de “Monte Conejos” y
en el Kmt. 1 la baliza del GR invita a cruzar a la izquierda
y seguir por el camino
hacia la parte sur de Barco, por donde,
supongo penetra en la ciudad. Yo sigo por la carretera, pues
mi intención es llegar a tomar
el autobús y regresar a Madrid, así que a las 4 en punto
pregunto en el Bar Las Palmeras, me dicen
que a las 4,15 partirá el
bus para Madrid, vaya suerte, mientras me
tomo una caña y enseguida,
sentado cómodamente llego a casa antes de las 7 de la tarde. |