CABO HIGUER - VERA DE BIDASOA KMTS. 25
Día 16-10-94. He llegado a Irún a las 8 de la mañana, viajé desde Madrid, en tren durante toda la noche, ahora llueve intensamente. A la salida de Irún hacia Fuenterrabía me pertrecho para la lluvia y tomo un autobús urbano hasta la playa de Fuenterrabía, desde aquí subiendo un monte, llego al Cabo Higuer, siempre bajo la lluvia. Hago unas fotos del faro para a continuación comenzar el GR 11 hacia las 9:30 de la mañana, insisto, con una lluvia muy intensa y constante durante todo el día. El paso por Fuenterrabía, que es un bonito pueblo de pescadores, no ha estado mal, me ha permitido hacer algunas fotos del puerto y la playa. En Irún, que está muy cerca, la lluvia ha arreciado así que la subida a la Ermita de San Marcial ha sido bajo un verdadero diluvio. Me ha costado alguna dificultad encontrar la salida de Irún, pero finalmente lo he logrado. En la fuerte lluvia, la verdad todo son dificultades. Antes de llegar a la Ermita, la senda se desvía de la carretera a la derecha entrando en un bosque de castaños y robles llegando a través de una pista a un collado y caserío llamado Saroia. Me he parado un rato a comer higos, algo empapados por la humedad, pero me han venido bien, tenía hambre.
A unos 3 kmts. de este collado y siempre a través de un camino entre un bonito bosque, hay una bifurcación no señalizada, he tomado la de la izquierda y ya no he vuelto a ver la señal del GR, debía ser a la derecha y subiendo. Después de caminar durante una hora, por supuesto bajo la lluvia, he cruzado un gasoducto y la senda que llevaba se ha terminado, así que he vuelto algo hacia atrás y he comenzado a bajar, pues a unos 200 mts. más abajo he divisado una carretera que bordea un río, supongo que es el Bidasoa y la carretera la que va de Irún a Vera de Bidasoa. Con muchas dificultades, entre la fuerte inclinación y la humedad, en algunos casos barrizal, los matorrales y alguna cerca de alambre, aparte de la constante lluvia, sigo bajando hasta llegar al punto kilométrico 83 de la carretera. Veo el curso del río, tomo ribera arriba por el arcén de la carretera, cruzo un punto llamado Endarlaza, lugar que luego, dentro de unos meses, explotaría una bomba, es un cuartel deshabitado, he estado a punto de refugiarme en él a comer. En la explosión murió un policía, era una trampa. Llego al Bar Villanueva en el punto kilométrico 80 donde baja un barranco con un caudal de agua enorme, unos jóvenes espeleólogos recogen el material y se disponen a comer. En el bar dan comidas y aunque estoy empapado y no hay mucha temperatura, me preparo para recuperar fuerzas. Una buena botella de sidra bien fresca traída de la bodega natural y unos pimientos rellenos, más dos buenos cafés de puchero, completan una excelente comida en un lugar bastante cutre, pero que en calidad no tiene nada que envidiar a un comedor de lujo.
Sigo
carretera adelante para llegar, lloviendo naturalmente, a Vera de Bidasoa lugar
muy bonito y en la primera fonda que veo, ahí me quedo. Sigo oyendo la lluvia
caer con intensidad siendo las 5 de la tarde, parece que sean las 8 de
la noche. Después de cambiarme de ropa y ponerlo todo a secar,
habiendo escampado algo, salgo a dar un pequeño paseo y conocer
algo del pueblo de los Caro Baroja. Para terminar
la jornada una reconfortante cena y a las 10 en la cama. |