GRANJAS DE VIADÓS – PTE. SAN JAIME – BENASQUE KMTS. 21

Día 22-7-97. Ésta noche ha estado lloviendo, sentía caer la lluvia sobre la ventana abuhardillada, alguien se ha levantado sobre las 5 de la mañana y se ha marchado. Yo me levanto a las 6,30, he quedado con el dueño del albergue a las 7 para desayunar, trato de dar la luz y no funciona, es de transformador y no deben ponerlo en marcha hasta más tarde, así que a golpe de linterna me apaño.

Granjas de Viadós

A las 7 bajo al comedor, llueve en todos los alrededores, me lo tomo con tranquilidad para ver si con la entrada del día mejora. Charlo un buen rato con el paisano mientras desayuno, me cuenta la odisea del año pasado cuando desapareció el chaval, cree que el chico se cayó al río. A las 8, una vez pagada la modesta cuenta del albergue y pertrechado para la lluvia, me dispongo a afrontar la dura jornada que me espera. Según comienzo a andar, la cima del Posets se despeja y deja de llover, de tal forma que una vez ascendidos unos 50 mts. y 15 minutos de camino, llego al Refugio de las Granjas de Viadós, me quito la ropa de lluvia, ya estoy empapado, comienza a lucir el sol. En el Albergue tienen un teléfono para emergencias, pero me permiten llamar a casa para avisar que estoy bien. Tomo un sendero por la ladera izquierda del barranco, por la derecha sale otro camino que se dirige al Collado de Eriste, variante del GR que circunda el macizo por los tres Refugios. La hierba está muy húmeda pero el sol comienza a secarla rápidamente, algo más adelante mientras me cambio de ropa, me alcanza una pareja de franceses, él camina muy deprisa, ella más despacio, así que los tres continuamos juntos.

Granjas de Viadós

La ladera se inclina bastante y hay fuertes repechos. Todo está muy bonito, muy verde, los lirios dan un colorido muy alegre, iluminados por el brillante sol de la mañana. Como llevamos buena marcha, en poco rato nos ponemos en la confluencia de los dos barrancos, el Añes Cruces y el de Gistaín, los franceses toman la HRP que asciende hacia el norte, al cruce de la frontera con Francia, yo giro a la derecha, hacia el Puerto de Gistaín hacia el este. El ascenso es por una fuerte pendiente, sobre una glera por la cara norte del Posets. Algo mas adelante se suaviza la pendiente, veo a la pareja de franceses titubear y consultar los mapas, parece que tienen problemas de orientación.

Macizo del Posets

Enfrente se distingue el hoyo donde se asienta el Ibón de Gistaín, cruzo algunos neveros y a las 11 llego al Collado de Gistaín o de Estós. Fantástico panorama, primero el Valle de Estós todo verde, al principio con fortísimas inclinaciones para el descenso, además de varios neveros, por la izquierda un escarpado cordal con alturas superiores a los 3.000 mts. y que termina en la cumbre del Perdiguero de 3.221 mts., imponente. Enfrente las Maladetas con el Aneto y otros picos, además de los glaciares adheridos, a su derecha el solitario Ballibierna y la separación del Collado del mismo nombre, por donde continúa el GR a través del Barranco, también del mismo nombre y que es larguísimo, 15 kmts. en total. El cordal a mi derecha, también muy escarpado llamado La Paul, separándolo del Montidiego una canal superinclinada.

Perdiguero desde el Callado de Estós

La vista es majestuosa, hace una ligera brisa, así que me paso a la otra vertiente y me tomo un pequeño descanso, aprovecho para disfrutarlo todo con mucha tranquilidad. Varios montañeros ascienden pausadamente, intentando evitar los inclinados neveros, son peligrosos pues hay rocas sobre la nieve. Comienzo el descenso, el primer nevero da vértigo, serán más de 100 mts. de caída, hago huella, clavo el bastón, doy paso cuidadosamente y otra vez en la tasca, al poco rato otro nevero, así varias veces. Me cruzo con los que ascienden, franceses todos.

Valle de Estós - Al fondo las Maladetas

Cuando el valle se suaviza me cruzo con tres jóvenes de Madrid que descansan plácidamente en la pradera, charlamos un rato y continuamos, ellos subiendo y yo, por suerte, bajando. Grupos de vacas pastando en las praderas, a las 12,30 me topo de repente con el Refugio de Estós, varios jóvenes tomando el sol por los alrededores, entro a tomar una cerveza y comienza a llover, todo se oscurece, la lluvia es generalizada, me lo pienso rápidamente, me vuelvo a casa. Las chicas del refugio me informan que a las 3 sale un autobús de Benasque y llega a Zaragoza. Tardaré 2 horas, a muy buena marcha, en llegar a Benasque, son las 12,45, justo de tiempo. Pongo la directa, bajo la suave lluvia, la senda se convierte en camino, al poco rato cruza el Río Estós, ahora es pista, voy a 100 por hora, a las 2,15 llego al Puente San Jaime, desde aquí me quedan casi 4 kmts., cuando llevo caminados 100 mts. por la carretera, un matrimonio francés con una furgoneta me baja hasta Benasque, vaya suerte. A las 2,30, mientras espero el bús, me cambio de ropa, a las 3 salimos, es un largo recorrido, pero al mismo tiempo interesante, pues atravesamos zonas que no conozco, como por ejemplo el cauce del Río Ésera, Congosto de Ventamillo, Barbastro, etc. A las 9,15 sale el bús para Madrid desde Zaragoza y a la 1 de la mañana en la capital. Impresionantes tormentas por toda la carretera y trombas de agua en puntos concretos, también en Madrid llovía. Hubiera resultado divertido no haberme mojado en el Pirineo y calarme en Madrid, me salvo por los pelos.

Valle de Gistaín - Al fondo Urdiceto