02 DONOSTIA – DEBA 43K.

Día 14-06-2016. La jornada ha sido muy intensa así que tengo que hacer un enorme esfuerzo de memoria para revivir el comienzo pues tengo la impresión que fue hace tres o cuatro días, ahora sentado cómodamente en la cafetería del Hotel Alisia en Deba frente a la playa que contemplo a través de la amplia cristalera tomándome una fría cerveza comienza mi relajado descanso que tanto necesitan mis músculos.

Puerto de Orio


Anoche dejé subida la persiana de la amplia ventana de la habitación que mira hacia el mar así que a las 6 de la mañana me despierta el cántico de los pájaros, abro los ojos y aparecen las luces de un barco, supongo pesquero, al cabo de unos minutos comienza el amanecer, la tenue claridad ilumina las nubes y algunos claros dejan ver el cielo azul, así contemplo el espectáculo acostado aún adormilado y perezoso, a los pocos minutos doy un salto, termino de cerrar el macuto y a las 7 en punto salgo a la ruta cuando todo se ha nublado amenazando lluvia.
Sigo las balizas del GR121 y las flechas amarillas pasando por la puerta de casas muy bien construidas con bien cuidados jardines alrededor, en un punto de la pista hay una mesa con sillas, un toldo y bidones de agua invitando a los peregrinos a que se sirvan a discreción avisando no dejar dinero pues es gratuito, además un sello para la credencial del peregrino, esto es todo un detalle.

Playa de Zarautz


Comienza a chispear para a continuación salir el sol que lucirá casi durante todo el día, aunque a última hora de la tarde chubasqueará con cierta intensidad. Durante la noche ha llovido con fuerza así que todo está muy verde al lucir el sol, la temperatura ahora es muy agradable sin llegar a ser sofocante hacia la mediodía. La primera parte de la ruta es a través de un camino asfaltado que finaliza siguiendo a continuación por un bonito sendero entre bosque de abedules, robles, castaños, avellanos y nogueras, un placer caminar en la soledad y tranquilidad de estas verdes zonas cercanas al mar.

Zarautz y al fondo Getaria


Una zona montañosa fue arrasada por un incendio, ahora está cubierta por matorral, es una pena pues estaba cubierta por espeso bosque como compruebo en los alrededores. Me voy acercando a la autovía aunque la senda sigue muy elevada sobre la carretera cuando el rugir del tráfico se va incrementando a medida que me acerco. Una calzada empedrada me desciende entre el tupido bosque hasta el cruce de Itxaspe, esta Galtzada Nagusia, así denominada en un cartel, está muy bien conservada, me desciende hasta dicho cruce donde estoy tentado a desplazarme hasta la aldea de Itxaspe en lo alto de unos acantilados a unos 2,3k pero es demasiada distancia, quedará la visita para una futura ocasión.
Después de cruzar la autovía por debajo de un puente llego al Albergue de Peregrinos San Martín en las afueras de Orio con un fenomenal aspecto exterior, ubicado en una gran casona con jardines alrededor. A las 9h50m entro en la bonita villa de Orio por una calle con bonitas casas señoriales muy bien conservadas con escudos heráldicos, en la primera cafetería que veo entro a desayunar, nada he comido desde que me he levantado y los leones de mi estómago ya rugen. A continuación cruzo la ría iniciando el ascenso al monte a través de un agradable sendero que pasa bajo el elevado puente de la autovía.

Playa de Getaria


Voy dando alcance a una pareja de peregrinos o senderistas, luego tendré ocasión de charlar un rato con este matrimonio británico. Alcanzo también a un numeroso grupo de niños que suben quejándose y cansados protestando a los monitores. Asciendo hasta el Camping Zarautz donde hay un mirador en lo alto dando vista a unas antiguas instalaciones donde descendían el mineral para ser embarcado, aquí al mirador llega el matrimonio británico con el que charlo un buen rato. Inicio el descenso hacia la Playa de Zarautz que contemplo abajo ahora que el sol la ilumina cuando las olas blanquean en el azul del agua, un precioso panorama.

Galtzada Nagusia


Me encuentro con Jon, un joven vasco haciendo fotos con quien me enrollo otro buen rato de palique hasta continuar el descenso por la interminable escalinata, mientras hago fotos me alcanza un numeroso grupo de jóvenes cuando termino el descenso hasta el comienzo de la playa por una pasarela de madera que sigue al lado del campo de golf donde los jugadores disfrutan con su deporte, la pasarela está cubierta por una malla para que las bolas de los golfistas no dañen a algún paseante. Vaya nivel.

Zumaia


Ahora, a nivel de mar, el sol calienta con cierta fuerza, los surfistas aprovechan las olas y los jóvenes entran en las frías aguas, los maduros pasean por el bonito y amplio paseo marítimo con total relajación y agradable temperatura. Una excelente casa en medio del paseo pertenece al famoso y bien reputado restaurante de Karlos Arguiñano. Finalizo el tránsito por la larga Playa de Zarautz donde pregunto a un paisano la salida hacia mi itinerario, Javier de Zumaia, que así se llama, amablemente me lleva diría que casi de la mano, me aconseja seguir hacia Getaria por la costa a través del bien acondicionado paseo al lado de las aguas del azulado mar, acepto gustoso su consejo, el buen rollo está asegurado pues a Javier también le mola el palique, me dice que acostumbra dar buenos paseos con su amigo Karlos Arguiñano, en el trayecto hablamos de lo divino y lo humano además de recibir sus buenos consejos y aclaraciones sobre mi próximo itinerario hacia Zumaia su pueblo.

Flysch de Zumaia


Al llegar a Getaria dejamos a la derecha el Ratón de Getaria que es una pequeña península que se adentra en el mar, es un peñón adherido a Getaria, su bonita playa y el monumento al insigne Juan Sebastián Elcano además de una bonita estatua que preside la entrada a la bonita villa. Me despido de mi nuevo amigo Javier para tomar el camino empedrado que me asciende a Kampaia, son ahora las 13h. Al pasar por San Prudentzio, un caserío, un indicador marca “A 100m Xabin Etxea”, es la hora propicia para un paréntesis. La simpática familia que regenta este hospedaje y restaurante me atiende con verdadera amabilidad, una fresca botella de sidra, unos calabacines rellenos y un buen tazón de arroz con leche casero me reponen el vigor y la fuerza además del relajado descanso me preparan para lo que me espera a continuación. He de indicar que el coste de manjares y bebida fue de 6,50E además la casa es toda una joya arquitectónica. Un verdadero lujo.

Camino de Deba


Este corto tramo seguiré las flechas amarillas en lugar del GR121 pasando por amplias y bien cuidadas vides, más adelante, camino de Zumaia me uno de nuevo al GR121, ya juntos en un alto, doy vista a Zumaia donde llego a las 14h45m pasando al lado de Astilleros Balenciaga y un bonito parque dedicado al pintor Zuloaga.
Cruzado Zumaia comienzo un duro ascenso hacia un alto donde hago una breve parada sentado en un banco a la sombra de un árbol divisando las montañas enfrente, son las 15h20m. Otro tirón hacia arriba y llego a un plano llamado Saskarategaña donde hay un bar, varios coches, bancos y merenderos. Se ha nublado comenzando a chispear, sigo por un sendero entre bosques que me desciende hasta la zona de costa donde el flysch ocupa una amplia zona de ella entre Zumaia y Deba, aquí la conformación geológica es bien visible, toda una lección de geología a la vista.
En un mirador me encuentro con dos jóvenes de Zumaia, Ainhoa e Irati y su perro Lobo que les dará un buen disgusto. Con ellas continúo pues se dirigen a Deba a tomar el tren para retornar a Zumaia. Bien pues en un momento en que el perro Lobo, un pastor alemán, sale disparado detrás de un rebaño de ovejas, persigue con fiereza a una de ellas que acorrala entre unas zarzas a mordiscos, las chicas asustadas lo persiguen pues la pobre oveja ya está rendida, el perro la muerde con agresividad, las chicas asustadas no se atreven a dominarlo por si las muerde a ellas, finalmente consiguen atarlo, la oveja herida sale corriendo, el perro sigue mirando la oveja alejarse y resulta algo difícil dominarlo.
Me despido de las chicas pues la aventura aún no ha terminado y yo no puedo perder mucho el tiempo además poco puedo hacer si ya el perro está amarrado y la oveja con el rebaño. Sigo la ruta cuando comienza a llover, desciendo hasta un camino que fue vieja y abandonada vía de ferrocarril que me lleva hasta una planta depuradora de aguas residuales para iniciar de nuevo un fuerte ascenso hasta una carretera cruzándola por un elevado puente de madera siguiendo por prados hasta la Ermita de Santa Catalina ya dando vista abajo a Deba. Arrecia la lluvia cuando cruzo varias granjas con establos.

Bajo por una pista ya muy humedecida, los laterales tienen instaladas unas cuerdas para asegurar los pasos pues está muy inclinada y el resbalón podría ser peligroso, otro camino empedrado también inclinado me obliga a ir con muchas precauciones hasta entrar en Deba, compro bebidas y me dirijo al Hotel Alisia (Telef. 943608052) donde tengo habitación reservada, muy dignas instalaciones frente a la playa. He llegado a Deba a las 18h40m. Cena en el hotel viendo llover a través de la cristalera, confío en que mañana amanezca mejor.
Datos del GPS: Distancia recorrida 43k. Tiempo en movimiento 9h. Tiempo detenido 2h. Tiempo total empleado 11h. Media en movimiento 4,7 k/h. Media total 3,9 k/h. Ascenso acumulado 1.255m. Descenso acumulado 1.294m.

PERFIL DE LA JORNADA