09 MUSKIZ – TRUCÍOS 22,3K

Día 21-09-2022. He tenido que dormir tapado con manta durante toda la noche, la temperatura exterior ha debido ser fría, ahora mismo a las 7h45m al salir a la calle es de 10 grados en una mañana radiante sin rastro de nubes. Los primeros pasos voy acompañado por grupos de jóvenes que se dirigen a clase además de coches por la carretera, todo el mundo muy madrugador. Rápidamente tomo contacto con las balizas del GR123 por una calle estrecha en la trasera de la gran iglesia del pueblo para dirigirme hacia el Barrio la Rabuda por un arcén peatonal y accedere a una pista en ascenso que da servicio a varias casas muy bonitas en las laderas ya algo elevadas.

Retrospectiva hacia Muskiz


La pista se convierte en camino empinado entre un eucaliptal ya teniendo una perspectiva completa de las instalaciones de Petronor, Muskiz y los cerros a los que ayer ascendí, el camino que sigo se llama Calleja la Verde ya superando los 300m de altura dejando atrás el fragor del tráfico y el ruido de la factoría de Petronor. Aunque el sol ya luce intensamente al ir caminando por la sombra del bosque se mantiene el frescor mañanero, no me quitaré la ropa de abrigo hasta más adelante. El camino que sigo es amplio y bien limpio al igual que casi todos los que recorreré en esta jornada.
Voy rodeando el Monte Mello (629m), al llegar a un collado, a las 9h50m, dando vista a las zonas sur-oeste, cuando el sol ya calienta el ambiente, me desprendo de la chaqueta, gafas de sol y sombrero para comenzar el descenso al Puerto de las Muñecas, hace mucho rato que sigo la muga de Cantabria-Euskadi, cruzando un espeso pinar, el collado en el que hago una breve parada, se halla a 555m. de altura y el Puerto de las Muñecas a 410m adonde llego a las 10h40m, es divisoria de Euskadi/Cantabria, cruzo la carretera para continuar el mismo camino que he seguido hasta aquí por la muga o “frontera” entre ambos territorios.

Cruce del Puerto de las Muñecas


La pista que sigo pasa por la boca de entrada a una cueva o paso a la que se accede a través de un sendero lo que significa que debe tener salida del otro lado, me acerco pero no veo el final y no me atrevo a penetrar a pesar de ser muy amplio notándose claramente que hay tránsito de gente y bicis, al llegar al otro lado veo la entrada/salida del mismo en las mismas condiciones. De frente una inclinadísima rampa de ascenso a las laderas del monte Castro Alén (804) por la que comienzo la durísima subida después de pasar un cruce de pistas por el que viene un ciclista pero no por la rampa casi vertical naturalmente.

Rampa de acceso al Monte Alén


Respiro hondo, pongo la doble tracción y arriba sin contemplaciones, al llegar a un plano me encuentro frente a otra rampa de parecida naturaleza y así sucesivamente para superar los casi 300m de desnivel casi verticales, gracias que una fresca brisa sopla para amortiguar mis sudores, además se ha nublado ligeramente para que el sol no me martirice , qué alivio. Llego al collado a casi 700m de altura con bonitas panorámicas de los montes y valles de las Encartaciones, al fondo el Kolitza, Montes de Ordunte, a la derecha el mar cerca de Castro Urdiales y los montes de Cantabria, diría que hasta cerca de Castro Valnera y Sierra de Hornijo.

Ascenso al Monte Alén


Según el mapa del IGN en esta zona la muga entre Cantabria y Euskadi está pendiente de acuerdo. Llego al collado del Betaio para continuar bordeando el propio monte, cuya cumbre se halla a 749m de altura, bordeando hasta arribar a otro collado al oeste frente a un amplio plano de pastizales resecos, son las 12h30m, a la sombra de un espinohago una parada a tomar el bocata que compré anoche, no he desayunado y necesito comer y beber. Una bandada de buitres pasa a pocos metros, me asomo hacia la zona de donde vienen y compruebo que una campa a pocos metros del camino que he de seguir está cubierta de buitres, al menos 40/50, que deben estar dando cuenta de algún animal muerto, luego al pasar muy cerca salen todos en desbandada.

Valle de Guriezo al fondo


La pista comienza a descender suavemente hasta una zona de praderíos llamada Zeruza donde algunas vacas, caballos y ovejas intentan aprovechar lo que pueden para alimentarse pues todo está reseco, no ha debido llover por aquí ultimamente, es una lástima que no haya pastos, los animales deben estar hambrientos pues al notar mi presencia vienen en tromba hacia mí por si les traigo el necesario pienso, me da verdadera tristeza esta situación tan extrema, ojalá llueva pronto y se supere esta adversidad. Ya veo abajoal Valle de Trucíos mi destino inmediato, un sendero a mi izquierda con un indicador de Fuente de Justo, estoy tentado a bajar pues mi bidón está casi agotado pero no tengo claro si la fuente tendrá agua y la distancia en el descenso aunque observo la vegetación verde abajo. Sigo la pista hacia abajo pues tampoco es muy larga la distancia que me queda para llegar a Trucíos y además cuesta abajo.

Armañón al fondo


En un cruce de pistas hay varios montones de troncos de pino dispuestos a ser transportados, a la izquierda el Arroyo de Peñalba ha horadado un profundo cauce entre verticales paredes calizas cubierto de vegetación. A través del agradable bosque llego a la pequeña aldea de Gordón, son las 13h30m, en perro negro de presa suelto me mira a varios metros con cara de pocos amigos, gracias que una señora sale rápidamente a sujetarlo pues yo no daría un paso más ante aquel cara de asesino, me dice la señora que casi siempre lo tiene amarrado, le digo que debería estarlo siempre. A la salida de la aldea está la Ermita de la Trinidad con un coso taurino enfrente, algo muy curioso pues para entrar a la ermita hay que pasar por dicho coso, no lo hubiera imaginado.

Gordón-Ermita de la Trinidad


Sigo la pista abajo entre prados secos y vacas que me miran como rogando por algo de pienso, el descenso es muy suave hasta entrar en Trucíos cuando el reloj marca las 14h10m, el bar El Frontón a la entrada, está abierto necesito una jarra de verveza con limón y un pintxo de tortilla plácidamente aposentado. Llamo por teléfono a la Posada Calera en el Valle de Villaverde donde tengo reservado alojamiento para la noche con el fin de confirmar si podré cenar allí, la respuesta no puede ser más frustrante, tienen cerrado el comedor asi que deberé comer aquí en Trucíos, ya anoche me ocurrió lo mismo y hube de depender de unos bocatas en una cafetería de Muskiz y hoy no me voy a quedar sin comer.

Arroyo de Peñalba


La Cafetería del Hotel Rural Valle de Trucíos tiene un menú de 12 Euros muy recomendable, está aquí al lado, me aposento en el pequeño comedor a disfrutar de un menú muy apetecible además de largo y placentero descanso sin ninguna prisa puesto que los 4k que me restan para llegar al hospedaje los caminaré muy ralajadamente. La razón de haber reservado allí ha sido por conocer el Valle de Villaverde que es un trozo de terreno de Cantabria insertado en las Encartaciones. Así pues a las 16h tomo un camino asfaltado a la vera del Rio Agüera, me lo tomo como un relajado paseo vespertino hasta la aldea de La Matanza donde se ubica la Posada Calera, me recibe José Vicente.

Trucíos

Esta zona de Cantabria tiene bonitas casas y arboledas, el clima muy benigno sobre todo en verano, ha sido una idea excelente venir hasta esta aldea donde llego a las 17h. Aún podré darme otro paseo en ascenso a través del bosque de robles hasta la muga de Bizkaia a corta distancia y contemplar los montes calizos del Armañon Parke Naturala que recorreré mañana.


Datos del GPS: Distancia hasta Trucíos 22,3k. Tiempo en movimiento 4h17m. Tiempo detenido 1h20m. Tiempo total empleado 5h37m. Media en movimiento 4,2 k/h. Media total 3,2 k/h. Ascenso acumulado 957m. Descenso acumulado 731m.

PERFIL DE LA JORNADA