Día 11-6-95. El hostal de José y Yolanda se llama El Almadiero, así se denominaban los hombres que dirigían las almadías por el río Esca primero, luego por el Aragón y finalmente por el Ebro hasta Zaragoza, se trataba de llevar los troncos de los árboles que se talaban de los bosques hasta los aserraderos, eso entrañaba gran peligro pues los ríos llevaban mucha corriente y a veces por cascadas y rápidos. Por el alto Tajo se denominaban “Gancheros” y en el Pirineo Catalán “Raiers”, manejaban los troncos con grandes varas y en su punta un gancho especial, ya no existe tal trabajo pero en determinado día del mes de agosto se vuelve a revivir la tradición mediante una exhibición por el río Esca. He podido ver, tanto en el bar como en al Hostal, viejas fotografías donde han quedado para el recuerdo las peligrosas faenas con las que las gentes de éste bonito valle se ganaban la vida.

Bidangotz

Me he levantado a las 7,15 de la mañana, antes de las 8 Yolanda me ha preparado café y unos dulces. No ha habido forma de que me cobrara, me dice que ha sido muy agradable por su parte atenderme como uno más de la familia, que si todo estaba en obras, por más que he insistido no ha habido manera, se lo he agradecido con todo el corazón. Tienen preparado el comedor para unas 50 personas de una coral que, hoy domingo, vendrán a cantar al pueblo, así que está preparando la comida para tanta gente. Me despido de Yolanda, los volveré a ver dentro de un par de días, y me dirijo al puente a hacer alguna foto, también he comprado una riquísima torta en la panadería, así que a las 8,30 inicio la subida por la carretera que en 9 kilómetros al lado del río Biniés llega a Bidangotz. La mañana está nublada y en las cumbres a partir de 1.100 mts. llueve ligeramente, antes de entrar en el pueblo me topo con las señales del GR que viene por la izquierda, después del Puerto de las Coronas bordea el alto de Marikalda y desciende a entrar en Bidangotz, también por aquí pasa el PR 74 de Navarra. Cruzo el pueblo, típicamente navarro con sus bonitas casas y en un precioso paisaje al lado del barranco de su mismo nombre y que más arriba, hacia su nacimiento se va estrechando. A través de una pista me voy introduciendo en el barranco que va recibiendo por ambos lados las aportaciones de pequeños arroyos que bajan de las montañas en cuyas laderas hay espesos bosques de hayas.

Collado de Zotrapea-Cruce con el GR11

Durante unas 2 horas que he empleado en el ascenso solamente he visto dos vehículos (4x4), es un bonito barranco con algunos lugares mágicos, el río haciendo pequeños giros entre el bosque abigarrado y el intenso verde alrededor, además la humedad de la lluvia le da un olor especial, además del bonito colorido y la soledad, realmente hermoso. Casi sin darme cuenta termino el ascenso al Collado de Lakuaga a 1.340 mts. de altura, por la derecha la cumbre de Sierra y algo más atrás el Santa Bárbara con algo menos de 1.500 mts. montañas con suaves laderas y mucho arbolado. En el collado comienza a lloviznar, no puedo disfrutar bien del panorama las brumas tapan casi todos los alrededores, me protejo para la lluvia y continúo por una pista que desciende muy suavemente hacia el Puerto de Laza. A ratos aclara y puedo distinguir los rebaños de ovejas pastando en las verdes lomas, curioso contraste de colores. En el Collado de Zapotrea me cruzo con las señales del GR11 y letrero indicador, a la izquierda Ochagavía y a la derecha Isaba, por este punto pasaré próximamente cuando recorra la Senda Pirenaica, recordaré el día de hoy. Siendo las 2 llego al Puerto de Laza y como sigue lloviendo, continúo carretera abajo, hacia Isaba. La carretera baja siguiendo el curso del río Esca que en esta parte es un arroyo, luego crecerá su caudal a medida que reciba las aportaciones de todos los barrancos laterales y especialmente el río Belagua.

Hacia el Puerto de Laza

Por debajo de los 1.100 mts. deja de llover así que me paro a comer a la orilla del río, este barranco es muy parecido al Biniés, las laderas cubiertas de grandes hayas. Algo más abajo me paro en Uztarrotz a tomar café y una copita de buen pacharán, los paisanos juegan la partida de la sobremesa, el bar está lleno de gente. Después del descanso continúo bajando hacia Isaba y unos 500 mts. antes de llegar veo un letrero que indica “Al Santuario de Idoia” a través de un estrecho sendero y cruzando el río por un puentecito de madera, al ascender una loma me encuentro con el Santuario, muy pequeño y coqueto, con una imagen de la Virgen muy venerada por esta zona. Las señales indicadoras del GR11 y un PR navarro también cruzan por el Santuario. Magníficas vistas de la Peña de Ezcaurre con más de 2.000 mts. de altura y con un bonito color plateado, el caminito hacia Isaba es precioso, empedrado y siempre bajo la sombra de grandes árboles y algunos bancos de piedra para descansar, también alguna fuente, ha merecido la pena hacer este pequeño desvío. Hago una breve visita a Isaba donde hay buen hotel y servicios, al lado de la iglesia me asomo hacia el norte y sopla un viento helador, así que continúo valle abajo por la carretera para llegar a Roncal a las 8 de la tarde, parece que quiere despejar y hasta salir el sol. Me hospedo en una casa rural donde una simpática señora me prepara una excelente cena.

Santuario de Idoia

Día 12-6-95. Antes de dejar Roncal subo al cementerio a visitar el monumento funerario a Julián Gayarre, famoso tenor e hijo predilecto y benefactor del pueblo. El monumento es obra del escultor Benlliure y según he leído fue expuesto en la Exposición de París a finales del siglo pasado. Continúo hasta Burgui para despedirme de mis amigos José y Yolanda, a continuación cruzo la impresionante Foz de Burgui y antes de terminar un coche me recoge para dejarme en la gasolinera del cruce con la carretera Jaca-Pamplona. Desde aquí en otro coche llego a Pamplona donde en autobús llego a Arguedas a recoger el coche y regresar a Madrid llegando a últimas horas de la tarde.

Isaba y Peña de Ezcaurre