VILVIESTRE DE LOS NABOS (EL ROYO)-SORIA 41,4K
Día 28-04-2011. Después de una noche de relajado descanso
sin ruido alguno que altere la tranquilidad del sueño, al levantarme,
poco después de las de la mañana, estoy como nuevo, dispuesto
a comerme el mundo, luego, después de llevar mas de 6 horas de
caminata, las cosas serán bien diferentes.
 |
Río Duero a su paso por Vilviestre |
La temperatura de la habitación ha sido muy confortable, el único
sonido perceptible han sido las campanadas del reloj de la iglesia cada
hora pero sin interrumpir el silencio. Así pues, una vez terminado
el desayuno que me dejó preparado Esperanza en
el comedor, cuando son las 7h45m, salgo a la fría mañana con una temperatura
que no superará los 5 grados, la hierba de los prados está cubierta
de rocío que empapa mis botas cuando cruzo un amplio plano herboso
hacia Vilviestre de los Nabos.
 |
Vilviestre de los Nabos |
Abandono el solitario pueblo de El Royo caminando
durante un kilómetro
por el arcén de la carretera a Vinuesa hasta
llegar a una portillera por la que penetro en una amplia pradera
dirigiéndome de forma
directa hacia Vilviestre evitando así un gran rodeo que produce
la carretera, además resulta mucho mas agradable caminar por la
mullida hierba en la más absoluta soledad.
La línea recta que tomo me lleva a una serie de lagunetas en las
cercanías del Río Duero donde hay
mucha vegetación
por lo que hago un pequeño giro a la derecha para desembocar en
la carretera a Vilviestre unos 100 metros antes
de cruzar el río
y llegar al pueblo cuando son las 8h30m.
Cruzo el pequeño pueblo donde destaca una gran casa de moderna
arquitectura pero integrada en el estilo tradicional de los pueblos de
la zona con paredes de piedra caliza y teja árabe, perteneciente
a una acaudalada familia de conocido apellido en el mundo financiero
según me dicen.
 |
Hinojosa de la Sierra |
Una pista de tierra en línea recta flanqueada por amplios sembrados
de cereales ahora intensamente verdes donde las cigüeñas
se posan en busca de comida, plano muy fértil pues la tierra está humedecida
por las aguas del Duero. A lo lejos, vigilante,
el Picofrentes será mi
punto de referencia, pero ahora mi atención está en el
castillo-palacio, bueno, lo que queda en pie, en el pueblo de Hinojosa
de la Sierra al que llegaré en breves minutos.
 |
Monte de Valonsadero |
Son las cigüeñas que han ubicado varios nidos en las elevadas
paredes y torres los nuevos dueños de los ruinosos restos de lo
que debió ser castillo-palacio del siglo XV perteneciente a los
Mendoza con gran poderío económico en la zona.
Abandono Hinojosa de la Sierra sin ver a nadie
siguiendo por pista terrera que me lleva a los alrededores de
la Laguna de la Serna o Laguna
de Hinojosa de donde levantan el vuelo varios ánsares y ánades, estas
tempranas horas son propicias para observar estas aves acuáticas.
Entro en una zona ribereña apartada de vías de comunicación
o pueblos por tanto en la más absoluta quietud, los únicos
sonidos que escucho son los cánticos de multitud de pájaros
pues la cobertura vegetal de abedules, chopos, espinos, álamos
y otras especies ribereñas son lugares propicios para la anidación,
incluso la oropéndola emite su bonito silbido.
El camino está embarrado en algunos tramos y encharcado en otras
así que he de realizar malabares para superarlos, las aguas del
Duero están ahora remansadas por una pequeña presa. Un
venado solitario y algo despistado nota mi presencia a pocos metros saliendo
disparado hacia el bosque de carrasco algo más arriba.
 |
Senda al lado del Duero |
Paso al lado del derruido Molino de Salas abandonando
el lecho del río
ascendiendo por una carrasquera hasta un plano elevado desde donde distingo,
a cierta distancia en las laderas de la sierra, los pueblos de Santervás
de la Sierra y Dombellas. Vuelvo
a descender a la vera del Duero donde
sus aguas han sido embalsadas por el Pantano de Buitrago para
bordear las remansadas aguas hasta un juncal de donde levantan
el vuelo varios
patos. He de rodear una zona pantanosa en una chopera para
encontrarme con Vicente que con cesta en brazo
busca setas con pasión, lleva
la deliciosa comida de hoy ya dispuesta para ser preparada. Nos enrollamos
en animada charla durante un buen rato, Vicente también es lobo
solitario según me cuenta.
Sigo mi ruta por un camino con fuertes desniveles aprovechado
por los moteros para sus correrías, por tanto erosionado y complicado
su suelo para caminar, es la zona denominada La Huerta de Dombellas con
zonas recreativas al lado del río.
 |
Ermita del Mirón |
El camino me lleva a una gigantesca cantera en la que varios
camiones y grandes máquinas trabajan con gran ruido, entro de lleno en
las instalaciones sin ver ningún cartel de prohibido el paso,
además no hay más alternativa que la cantera pues el perímetro
de la misma llega hasta el borde de las aguas del embalse. El conductor
de un camión se detiene para preguntarle como puedo llegar a la
presa, me indica una caseta pero otro operario me dice que todo el recinto
está alambrado y habré de dar un enorme rodeo por la entrada
de la cantera. Me acerco a la alambrada cercana a la presa para buscar
un punto de paso, encuentro una verja con un candado que me servirá para
saltar por encima y arribar a la presa cuando son las 12 en punto.
 |
Monasterio de San Juan de Duero |
Es el Azud de Campillo de Buitrago que suelta
agua a toda presión,
una vez cruzado, sigo ahora por una pista de tierra que penetra en el
Monte Valonsadero, un precioso espacio
donde los robles, quejigos, espinos y fresnedas don los
protagonistas,
viejos
ejemplares
rodeados de verdes
praderas y frondosos espinos componen un mágico entorno que disfruto
a placer en la más absoluta soledad. El amplio espacio también
contiene varios asentamientos humanos de hace mas de 4.000 años
con pinturas rupestres, en otra ocasión tendré oportunidad
de visitarlo con más detenimiento.
Al cruzar el Río Pedrajas en el
llamado Paso
de las Carretas,
hago una breve parada, bebo y me desprendo de casi toda
la ropa, el calor ahora es muy intenso amortiguado por
la frondosa
sombra
de los
robles.
Paso por la Junta de los Ríos donde
las anémonas alegran
el bosque con sus bonitos colores, los grillos inician su sonoro concierto
y las abubillas en parejas hacen de coro en este hermoso paraje que no
olvidaré. Las ardillas corretean por los troncos de los árboles
y los aficionados a las setas buscan pacientemente esas joyas, son tres
coches aparcados en una zona de recreo.
 |
Ermita de San Saturio |
Salgo del bonito Monte de Valdonsadero dejando
a la izquierda una depuradora de aguas para iniciar la
llamada Ruta
Verde de la Cañada Real
Soriana que sigue el curso de lo que fue calzada
romana ahora convertida en pista de tierra que me lleva
hasta la entrada
al pueblo
de Garray pasando por debajo de la N-111
y bordeando el Campamento Romano Alto Real ahora
convertido en parque temático
como todo.
A la entrada de Garray descubro un panel donde se hace
referencia al GR14,
al Camino Antonino y al Camino
del Agua Soriano. Enfrente, sobresalen
las ruinas de Numancia que visitaré en otra ocasión mas
propicia.
Continuo por la pista de tierra al lado del Duero cruzando
por el medio de una fábrica de harina en plena faena siguiendo hasta otra depuradora
de aguas residuales de Garray, a partir
de aquí continúo
un carrilito entre el bello bosque de ribera y centenarios olmos, luego
choperas hasta pasar por debajo de un gran viaducto, es la carretera
N-122. Las aguas del Río Duero tienen
un color bien diferente al que contemplé ayer, ahora son de un tono mas bien indescriptible.
El carril inicia un fuerte ascenso hacia Peñamala,
un elevado promontorio desde el que tengo una primera
panorámica de Soria y
el bonito entorno del Duero a su paso
por las cercanías de la
ciudad, destaca la Ermita del Mirón,
el Puente
de Piedra, el Monte
del Castillo donde se ubica el Parador Nacional y
las antiguas murallas defensivas de la ciudad. Llego
hasta la fortificada Ermita del
Mirón en cuya entrada hay una bonita
estatua de San
Saturio, enfrente destaca
el bonito Hotel Leonor por sus vistas
y las cuidadas instalaciones.
Antes de iniciar el inclinado descenso por un estrecho
sendero hacia el Puente de Piedra, contemplo,
desde un destacado mirador, el Monasterio
de San Juan de Duero que intentaré visitar a continuación,
son ahora las 15h30m. Cruzo el Puente de Piedra para
llegar a la entrada del monasterio que abrirán a las 16h, vaya suerte, en pocos minutos
me hallo en el espectacular claustro de arcos muy diferenciados unos
de otros, una verdadera joya románica, también la iglesia
es digna de una pausada visita contemplativa.
Continúo mi visita cultural a la Ermita de San Saturio ubicada
en un espolón rocoso, la entrada está excavada en la roca
con bonitas panorámicas de Soria y
las riberas del Río
Duero. Acabada la visita vuelvo hacia la entrada
a Soria por
el otro margen del río por sendas entre alamedas recorridas por caminantes
y paseantes.
Cruzo toda la ciudad hasta la Alameda de Cervantes para
dirigirme al Hostal Art Soria (www.hostalartsoria.com) donde David me
asigna habitación
además de otras interesantes informaciones. Contacto con Serafín
(Telef. 696440439), un taxista que mañana me ayudará a
hacer algo más fácil y placentero el itinerario hasta Almazán.
Datos del GPS: Distancia recorrida 41,4k. Tiempo en movimiento
8h18m. Tiempo detenido 1h36m. Tiempo total empleado 9h54m. Media en movimiento
5 k/h. Media total 4,2 k/h. Desnivel acumulado 331m.
PERFIL DE LA JORNADA |
 |
|