FERMOSELLE – MIEZA
50,2 K.
Día 25-3-09. Hoy será otro hermoso, emocionante y bien
aprovechado día por el Parque Natural los Arribes del
Duero como
veremos a continuación.
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Puente de San Lorenzo
sobre el Rio Tormes |
A las 7 en punto la Sra. Mati me tiene preparado
un completo desayuno que me anima a degustar para preparar mi cuerpo
y abordar
la intensa
y dura jornada que me espera. A continuación, abrigado como las
pasadas madrugadas, con una temperatura bien fría, cruzo Fermoselle hasta
la salida de la carretera hacia Salamanca que abandono
a los pocos metros por un camino agrícola a la derecha cruzando
fincas de frutales y teniendo enfrente, a lo lejos en lo alto, el pueblo
de Villarino
de los Aires ya en terreno salmantino, mi destino algunas
horas mas tarde. Es verdad que podría haber descendido directamente
desde Fermosella hasta Ambasaguas justo
en el lugar de encuentro del Río Tormes con
el Río Duero y cruzar el primero por su escaso
cauce aunque tuviera que pasarlo cubierto hasta las rodillas y seguir
a Villarino,
este itinerario hubiera supuesto no más de 8 k en lugar del enorme
rodeo que supone llegar hasta el Puente de San Lorenzo, Trabanca y
finalmente Villarino en una distancia de mas de 20
k. El inconveniente posible podría
ser el cauce del Tormes que llevando algo mas de agua
no permitiera su cruce con facilidad. Hace algunos años he estado
precisamente en ese punto de Ambasaguas descendiendo
desde Villarino, en esa ocasión
era muy fácil su cruce.
Vuelvo a insistir nuevamente en el esfuerzo realizado recientemente
en la limpieza, desbroce y acondicionamiento del sendero para que el
tránsito
del senderista no suponga un penoso calvario.
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Rio Duero en Villarino
de los Aires |
Tomo pues el itinerario balizado del GR14 desde
una elevada planicie dando vista al profundo cañón del Río Tormes y
al Puente de San Lorenzo por el que habré de cruzar al lado salmantino,
se halla unos 300 metros mas abajo descendiendo por un bonito sendero
a ratos empedrado que me deposita al lado del cauce del río en
un abrir y cerrar de ojos, aquí todo está aún en
penumbra en el profundo tajo entre imponentes hoces sobre paredes de
granito y pizarra. El lugar se denomina La Cicutina.
En medio del puente un letrero me anuncia la entrada en terreno salmantino,
ahora el GR14 sigue por la carretera durante un
par de kilómetros
en fuerte ascenso hasta abandonarla por el llamado Camino Ancho a
la izquierda, serán unos 8 k hasta el pueblo de Trabanca.
Al llegar a una zona en el algo donde un rebaño de ovejas se halla en un
cercado vigilado por un enorme mastín, éste comienza a
ladrar de forma agresiva, se me acerca con malas intenciones así que
he de mantenerlo a raya con el bastón en ristre hasta que abandono
el lugar con el susto en el cuerpo, el mastín, de enormes proporciones
se mostraba muy molesto con mi presencia.
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Senda de ascenso a Mieza |
Sobrevuelan los buitres por los escarpados riscos en los espolones
rocosos donde acostumbran a anidar y como posaderos. Ya casi en
lo alto de la
plataforma, un cartel indica “Mirador del Somaero”,
no lo pienso dos veces, a través de un sendero me acerco para dar vista
al espectacular paredón rocoso que termina en el cauce del Tormes mas
abajo. Soberbio el panorama, mas de 400 metros de vertiginoso desnivel
entre escarpados paredones y fallas.
Algo mas adelante se han restaurado antiguos chiviteros, construcciones
ganaderas para albergar a los animales recién paridos, algunas
de estas construcciones convertidas en “Refugio de la Falla del
Peine” como albergues para senderistas. Grandes
monolitos de granito adornan los alrededores convirtiendo el paisaje
en un
laberinto de gigantescas
rocas.
Una vez en la penillanura a 700 m de altura, como la mañana está soleada
y la atmósfera pura y transparente, puedo distinguir, hacia el
norte, Peña Trevinca y la Sierra de la Cabrera luciendo
su manto de nieve a pesar de la enorme distancia.
El camino hasta el pueblo de Trabanca me resulta
algo monótono
y pesado, al llegar al pueblo a las 10h30m, a la entrada me encuentro
con un pastor que cuida de un rebaño de ovejas con el que tengo
una corta charla. Como el trayecto de 9 k hasta Villarino ya
lo conozco bien y además resulta mas bien aburrido al discurrir por las cercanías
de la carretera, Antonio García me traslada
en pocos minutos a Villarino, Antonio es
de Peñaranda y realiza su trabajo visitando
estos pueblos. Gracias Antonio.
Bien, pues a las 10h40m cruzo Villarino siguiendo
la pista de acceso a la Central Subterránea de Iberdrola justo
al borde del Río
Duero. La abandono en una fuerte curva tomando el llamado Camino
de Cabrones que asciende por un bello bosque de castaños y robles, un estrecho
sendero que sirvió antiguamente para el acceso a los innumerables
bancales de olivos ahora abandonados pero que dieron vida a Pereña
de la Ribera y otros pueblos de Las Arribes.
A las 12h20m entro en Pereña para visitar
su imponente iglesia fortificada, charlar un buen rato con un matrimonio
mayor a la puerta
de su casa a los que aburro con mis preguntas. La Ermita de la
Virgen del Castillo, ubicada en un elevado montículo dando vista al cañón
del Duero y que he tenido ocasión de divisar desde lejos, no llego
a ella porque está a casi 15 minutos de caminata y tendría
que volver nuevamente al pueblo.
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Camino de Cabrones
a Perena de la Ribera |
Me ubico en el Bar los Farolillos donde Rosa me
atiende con simpatía
y amabilidad, hoy no hay clientes ruidosos, me tomo algo de picar pues
es la hora propicia y algo de charla con Rosa para
alargar un poco el relajado descanso.
Los carteles explicativos del GR14 están también en lengua
portuguesa, una excelente idea de la que deberían tomar buena
nota otras zonas geográficas.
Abandono Pereña por un camino que lleva
al Pozo de los
Humos sobre
el Río Uces para desviarme al cabo de
unos dos kilómetros
tomando el Camino de la Mata de Abajo, hasta
un alto sobre el profundo cauce del Río Uces,
puedo ver al otro lado en lo alto, Masueco y Aldeadávila,
mis próximos destinos inmediatos.
El camino desciende hacia una zona de prados donde las peonías
están a punto de explotar, casi puedo ver como empujan para salir
a la luz del sol. Las perdices son una constante en el camino, levantan
el vuelo con fuerza asustándome con frecuencia.
Desciendo hasta los puntos más elevados sobre el cauce escarpado
del Río Uces, sus cascadas se precipitan
en saltos con fuerte estruendo, me subo a las escarpadas rocas
para contemplar
los espectaculares
y profundos cortes que ha realizado la fuerza de las aguas, es
el Cachón
del Uces. La cascada que produce el Pozo de los Humos,
está algo
mas abajo hacia el Duero.
A las 15h30m cruzo Masueco siguiendo hacia Corporario y Aldeadávila cuyo
cruce me parece interminable. Al final tomo el Camino
de la Verde que me llevará al Poblado del Salto
de Aldeadávila a través
de un bellísimo sendero de lajas de pizarra que en mil y una vueltas
me descenderá hasta el borde del Río Duero en
un paraje sobrecogedor rodeado por escarpados murallones de granito.
Este camino
y el que seguiré a continuación para ascender al pueblo
de Mieza, llamado Camino de las Aceñas,
quedan grabados en mi memoria para siempre entre los mas hermosos
y espectaculares por los
que he transitado.
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Cachon del Rio
Uces |
Arribo al poblado a las 18h15m pero una duda me asalta, no tengo
la menor idea de cómo el GR14 puede
llegar a Mieza en
este entorno tan salvaje. Una segunda duda se añade cuando veo un letrero que dice “Paso
intransitable por Arroyo Ropinal”, arroyo que
habré de cruzar
para continuar el sendero a Mieza. Según parece el puente que
existía se lo llevó una crecida del arroyo y no ha sido
restaurado. Bien, entonces qué hago, volver a Aldeadávila?
Seguir la carretera en 18 k? Llego con estas dudas al cruce
del Arroyo
Ropinal a través de voladuras de rocas y carteles anunciando Peligro
Demoliciones. Afortunadamente el lugar de cruce tiene unas grandes lastras
para pasar y en esta ocasión el cauce del arroyo no es muy caudaloso.
Uf que susto.
Sigo el sendero entre bancales con árboles frutales, algunos de
ellos naranjos y olivos, durante un rato en la cercanía del cauce
retenido del Río Duero hasta comenzar
el vertiginoso ascenso de mas de 400 metros de desnivel en
un sobrecogedor
paisaje
de murallones
rocosos donde las aguas del río duermen apaciblemente en un agresivo
entorno, aunque la senda penetra en un hermoso y verde bosque donde aún
el sol ilumina tenuemente la ladera, la penumbra se me echa encima.
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Poblado
del Salto de Aldeadavila |
Cuando llevo ascendido la mitad del trayecto y las sombras
se han apoderado del cañón, me encuentro de frente con Tino y
su pequeña
hija Camila que descienden desde Mieza al Poblado
de Iberdrola donde
viven. Me cuenta Tino que han dado un paseo
vespertino como es su costumbre. Después de una relajada parada, sigo el duro ascenso hacia Mieza que
comienza a parecerme interminable. Antes de dar vista al
pueblo un desvío hacia la derecha indica “Al Mirador de la Code” sobre
el profundo cañón del Río Duero y
lugar destacado de los alrededores.
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Mieza en penumbra |
Cuando doy vista a Mieza rodeado de cerezos
en flor parece que haya nevado por la inmensa blancura
de las flores,
todo
un espectáculo fugaz
pues el sol se esconde y la penumbra envuelve todos los alrededores.
A las 19h40m entro en Mieza, me dirijo
a la Casa
Rural El Mirador de la Code (www.elmiradordelacode.com e-mail info@elmiradordelacode,com) siendo
recibido por Tomás Holgado y su
hija Piedad.
Me atienden con toda amabilidad como uno más de la familia, me dan habitación
en su moderna y muy bien acondicionada casa, estoy entre buenos amigos.
Datos del GPS: Distancia recorrida 50,2 k. Tiempo en movimiento 9h50m.
Tiempo detenido 2h30m. Tiempo total empleado 12h20m. Media total 4,1
k/h. Desnivel acumulado 1.293m.
PERFIL DE LA JORNADA |
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