SEIRA – BARBARUENS Kmts.
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Día 2-7-99. El viaje desde Madrid ha sido toda una odisea, al llegar a la estación de Chamartín, a las 10 de la mañana, me dicen en la ventanilla de venta de billetes, que no hay plazas para el Talgo de las 11, que me llevaría a Monzón de Río Cinca. Como último recurso, me recomiendan hablar con el interventor del tren, podría autorizarme a viajar sin ocupar asiento hasta Zaragoza. Cinco minutos antes de la salida, el interventor nos autoriza, a un joven chino y a mí, a ubicarnos en la cafetería y viajar hasta Zaragoza, para maldición de los empleados de la cafetería, pues les inhabilitábamos un espacio, ya de por sí pequeño, para los clientes. Bueno, al fin y al cabo, también ejercimos de clientes, así que a las 3 de la tarde llegué a Monzón, donde hacía un calor espantoso, 41 grados y un aire seco achicharrante. Después de una breve espera en la estación de autobuses, a las 4,15 salió el autobús para Barbastro, aquí otro rato de espera hasta las 5,30 y al final en otro autobús para Benasque. Me apeo en Seira, llamo a casa por teléfono, compro pan y comienzo el ascenso a Barbaruens por el GR 15.
Acepto
gustoso la invitación,
me ahorrarán el enorme esfuerzo de subir 500 mts., lo que me costaría
más de una hora de dura caminata, además me indicarán
bien el camino que he de seguir. Después de una breve cena al
lado de la fuente, a las 10,30 estoy metido en el saco y dispuesto a
descansar mucho y dormir poco, el suelo está muy duro. Al cabo
de un rato tengo que salirme del saco, no puedo aguantar el calor, eso
sí, contra la mañana me quedo frío. La noche estrellada
y con luna llena, a través de los grandes ventanales disfruto
del espectáculo, todo es quietud y tranquilidad. |