11 JADRAQUE – PELEGRINA 37,2 k.

Día 20-10-2014. Vuelvo a retomar el Camino del Cid para continuarlo durante estos hermosos días de otoño con temperaturas casi veraniegas pues llegan hasta los 26 grados en las horas centrales del día para descender casi 20 grados durante la madrugada, todo un contraste enorme.

Valle del Río Dulce


El tren que sigue hacia Soria me deja, a las 9h, en Jadraque, la estación de Renfe se ubica al lado del Río Henares en la parte más baja por tanto me obliga a ascender cruzando todo el pueblo hasta el comienzo de la ruta en la zona más elevada, la temperatura es de 14 grados, algo fresca pero estupenda para caminar ahora por tierras alcarreñas. Ilumina el sol el Castillo de Jadraque en lo alto del elevado cono, lo voy dejando a mi derecha según asciendo para entrar en un inclinado barranco, ahora en penumbra, rodeado de carrascas donde la quietud y silencio son totales.
La senda llega a una plataforma o meseta a 1.000m de altura para a los pocos metros volver a descender por otro barranco hacia el pueblo de Bujalaro teniendo a la vista el amplio valle del Río Henares, estas zonas las recorrí hace algunos años por el GR10 Valencia-Lisboa, de hecho el itinerario que sigue el GR160 ahora, es compartido en un largo tramo por dicho GR10 cuyo trazado ha sido cambiado puesto que no es el mismo que yo realicé en aquella ocasión. También el Camino de Santiago “Ruta de la Lana” comparte varios tramos al igual que en anteriores jornadas guiado por la clásica flecha amarilla que indica el camino a los peregrinos.

Riberas del Río Dulce


Voy oyendo a lo lejos los disparos de cazadores, más adelante levantaré un bando de perdices, espero no haberles hecho el trabajo a los escopeteros. Una vez cruzado el pequeño pueblo de Bujalaro desciendo a la vera del Rio Henares siguiendo al lado de la vía de ferrocarril durante varios kilómetros hasta el pueblo de Matillas donde hay una cementera y una cantera, aquí a la salida del pueblo hago una breve parada desprendiéndome de la ropa de abrigo.

Otoño en el Valle del Dulce


Las bonitas choperas amarillas contrastan con el cielo azul brillante en una hermosa mañana con los campos húmedos por las abundantes lluvias recientes, toda una bendición para la agricultura. La señalización del GR160 está muy bien realizada al igual que en los tramos anteriores, además hay paneles indicadores a la entrada y salida de los pueblos con las distancias entre ellos, excelente trabajo realizado.
Continúo por el valle hasta el lugar llamado Molinos de Edancho, un par de casas al lado del río, justo donde el Río Dulce une sus aguas al Henares, el GR160 sigue ahora por el curso del Río Dulce cuyas aguas bajan limpias y transparentes además sus riberas adornadas por chopos y otras especies que embellecen el paisaje ahora que la ribera es amplia y bastante plana, más adelante será otra cosa bien diferente. Por la izquierda desciende el Canal de Mandayona cuyas aguas desembocan en una pequeña central hidroeléctrica ahora en desuso.
Después de bordear el pequeño pueblo de Villaseca de Henares continúo a la vera del Río Dulce a la sombra de sus preciosas choperas amarillas cuyas hojas tapizan el suelo de camino perfumando el ambiente con el característico olor a hojas húmedas. Un tractorista se afana en las labores agrícolas en las fértiles tierras del valle, las nogueras son ahora muy abundantes, sus frutos alrededor de los árboles entregan las ricas nueces a quien las quiera, me voy dando buenos atracones, aparte de un trozo de chocolate nada más habré comido en toda la mañana por tanto las nueces van aliviando los leones de mi estómago.

Parque Natural Barranco del Río Dulce


A las 13h25m entro en Mandayona, pueblo con todos los servicios posibles para el caminante. La ruta sigue por el Barranco del Dulce que comienza a estrecharse según compruebo en la distancia algo más adelante, voy siguiendo el llamado Camino de Sigüenza que nada más cruzar la carretera CM-1101 penetra en el Parque Natural Barranco del Río Dulce, un espacio protegido espectacular como comprobaré a continuación. El río circula por una garganta de paredes calizas que en algunos tramos se estrecha en pocos metros por donde el río ha erosionado la roca en su salida hacia los valles.

Hoz del Río Dulce


Una colonia de buitres planea sobre el cielo azul, los elevados cortados y escarpadas rocas es donde tienen los posaderos que bien señalados están de blanco, paredes rojizas contrastando con las amarillas choperas y el cielo azul, todo un espectáculo. En una de las escarpadas hoces se ubica el remoto pueblo de Aragosa en un entorno muy bonito rodeado de cortados calizos que conforman un circo de verticales paredes, el río discurriendo suavemente entre el espeso bosque de ribera con los colores otoñales.
Gira el río en hoces entre peñones rojizos hasta entrar en la zona más escarpada como el llamado Portacho, aunque en algún tramo se suaviza el cañón entre planos anchos para volver a adentrarse en estrechas gargantas cubiertas de vegetación. De frente viene una pareja de caminantes con un perro, me cuentan que dejaron el coche en Aragosa y ahora regresan después de una bonita caminata a la vera del Río Dulce. Dejo a la derecha el abandonado y ruinoso Caserío de los Heros tapado por la espesa vegetación de ribera.
Antes de entrar en el pueblo de La Cabrera me cruzo con dos ciclistas, he visto muchas roderas de bici lo que me indica que este bonito barranco debe ser frecuentado, diría que a diario, por los aficionados al ciclismo. Cruzo La Cabrera cuando el reloj marca las 14h5m, a partir de aquí la senda se estrecha entre la tupida vegetación a cuya sombra camino con verdadero placer pues el calor es sofocante, lo único molesto son las moscas, unos enjambres que incordian todo lo que pueden, he de ir con una rama sacudiendo a diestra y siniestra para auyentarlas.
El barranco se abre conformando un gran plano cultivado donde un enorme rebaño de ovejas se mueve con rapidez. Doy vista, enfrente a lo lejos, al Castillo de Pelegrina ubicado en un elevado cerro, aún quedan en pie algunos torreones dando una muestra de lo importante que debió ser en su época pues domina una zona estratégica, el pueblo de Pelegrina a sus pies en la ladera del cerro dando vista a la imponente Hoz de Pelegrina adornada por las amarillas choperas que ponen el bello color resplandeciente.

Cauce del Río Dulce


Asciendo por una antigua calzada empedrada hasta la base del castillo entrando en el pueblo de Pelegrina en busca de la Casa Rural Caballito de Madera (www.caballitopelegrina.com) donde he reservado alojamiento, Sergio el dueño me dijo que le llamara por teléfono cuando llegara, el problema es que no tengo cobertura telefónica, una señora me dice que en lo alto del castillo podré llamar, hasta allí subo y puedo hablar con Sergio quien llega rápidamente. Las vistas desde el castillo son fantásticas, toda la escarpada Hoz de Pelegrina, el pueblo a los pies y el amplio valle del Río Dulce.

Castillo de Pelegrina


Después del aseo y como quiera que no tendré posibilidad de hablar con casa, nuevamente subo a lo alto del castillo para despedirme de casa pues hasta mañana no podré volver a tener cobertura telefónica. Sergio me trae la cena que devoro con verdadero apetito amenizada por la agradable charla pues el padre de Sergio es de Monzón de Río Cinca y en verano siempre llevaba a la familia al Pirineo Aragonés así que compartimos aficiones y eso siempre es motivo de intercambio de experiencias. A las 22h caigo rendido en la solitaria casa en absoluto silencio.

Hoz de Pelegrina


Datos del GPS: Distancia recorrida 37,2k. Tiempo en movimiento 7h50m. Tiempo detenido 33m. Tiempo total empleado 8h23m. Media en movimiento 4,7 k/h. Media total 4,5 k/h. Ascenso acumulado 428m. Descenso acumulado 201m.

PERFIL DE LA JORNADA