Día 13-01-2023. Continúo este bonito sendero por el hermoso Valle del Tiétar desplazándome hasta Piedralaves en un día invernal cubierto por las espesas nieblas, algo altas, sin que impidan mi orientación en ningún momento, el sol no lo veré hasta casi el final de la ruta de hoy, una lástima puesto que siempre es mucho más grato ver cómo la intensa luz diurna resalta los paisajes y zonas verdes que por aquí son siempre de por sí muy intensas y coloridas. Utilizo el bus verde madrileño hasta San Martín de Valdeiglesias donde llego a las 9h20m, mientras espero el de SAMAR, que llegará en unos momentos para transportarme hasta Piedralaves, me enrollo con Jesús que también espera el mismo bus y que a él le llevará hasta Santa María del Tiétar.

Camino entre fincas ganaderas

En la entretenida charla que mantenemos, me cuenta Jesús que aún mantiene una huerta en el pueblo que le permite evadirse de la gran ciudad pasando unas horas de relajado entretenimiento en sus añoradas labores en la huerta, también recuerda sus rutas ciclistas junto a sus colegas por amplios itinerarios pedaleando cuando la edad se lo permitía, ahora su única evasión de Fuenlabrada, donde vive, es venir al bonito Valle del Tiétar algunos días en los que disfruta a conciencia de esas pocas horas que a él le parecen interminables.

Cruce del Arroyo de la Zarzosa

A pesar de la interesante charla, la temperatura es de cero grados bien fresquita, mientras el bus de SAMAR llega a las 10h para tomar la ruta por el Valle del Tiétar, voy recordando mi paso por las cercanías de la carretera en las dos anteriores jornadas muy emocionantes hasta arribar al pueblo de Piedralaves cuando el reloj marca las 10h45m, me apeo frente a la Ermita de San Roque a la salida del pueblo donde comienza mi ruta de hoy. Rápidamente tomo velocidad de crucero descendiendo hacia una zona plana donde comienza mi tormento con el barro, arroyos, prados inundados, etc. etc. gracias que mi calzado tiene muy buena protección contra la humedad y terminaré con los pies perfectamente secos, no así mis pantalones que llegarán llenos de barro.

Cruce de la Garganta de la Cereceda

La zona pantanosa se llama Las Navazuelas donde una gran manada de vacas pasta en las verdes praderas, el camino entre paredes de piedra está inundado de agua y barro que he de sortear como puedo, saludo a un paisano que está arreglando una pared y me indica por donde he de caminar para no embarrarme más de la cuenta. El camino que sigo cruza la Dehesa Boyal para acercarse a la carretera C-501 PK91, en este punto tomo un sendero que sigue el curso del Arroyo Arguillo hasta la Dehesa, otro gran plano verde encharcado, a continuación he de cruzar el Arroyo Butragueño, todos estos arroyos bajan hacia el Tiétar con gran fluidez de cauce teniendo que realizar verdaderos malabares en su cruce.

Puente de la Márgara

Al llegar al Arroyo de la Zarzosa me encuentro con un embalsamiento de agua de pared a pared en el camino, gracias a los bastones puedo sortear las piedras que hay en el agua consiguiendo cruzar hacia la zona no inundada algo más adelante, a corta distancia dos paisanos salen de una finca donde tienen una furgoneta a la puerta, me observan curiosos en mis malabares sobre las rocas del agua, al llegar a su altura me ofrecen la opción de llevarme al pueblo de Casavieja que es donde me dirijo, les agradezco su oferta, muy tentadora reconozco, pero no tendría gracia seguir sentado en el coche y obviar la diversión y emoción que me produce mi predilecta actividad senderista, así pues agradezco su amable oferta y continúo mi andadura pasada por agua, aunque ahora las cosas mejoran considerablemente.

Prados de Casavieja

A pocos metros cruzo nuevamente la carretera C-501 a la altura del PK93 por donde continúa el camino que sigo de frente siguiendo la Garganta de la Cereceda en ascenso escuchando el estruendo que sus aguas producen y preguntándome, si tengo que cruzarla como será ese cruce? La respuesta la tengo algunos metros más adelante puesto que el antiguo y bello Puente de la Márgara se yergue en medio de la garganta dando paso al otro lado de la misma. Aunque se dice que es el Puente romano de la Márgara, no tengo la seguridad de ello, primero porque la arboleda no me permite su observación más minuciosa, a pesar de esto podría ser medieval puesto que su base empedrada desgastada por el paso de carros y caballerías indica cierta antigüedad, también el camino de acceso al mismo muestra algunas losas en su base. Bien es cierto que la Vía romana A29 seguía el curso del Valle del Tiétar viniendo de la Lusitania.

Camino de Mijares

Con respecto a la balización de éste GR180 en este tramo, al igual que en los anteriores, está bastante bien realizada con mojones y balizas roja y blanca pintadas en piedras y troncos de árboles, faltan carteles con distancias en las salidas de algunos pueblos, si bien hay algunos carteles con mapas descriptivos de la etapa entre pueblos, algunos de estos están destruidos por las típicas gamberradas gratuitas. En cualquier caso, diría que la señalización es bastante buena en general. Sigo en ascenso por el sendero hasta el cruce de la carretera AV-912 cuando el reloj marca las 12h45m, algo más adelante entro en la Urbanización Dehesillas en los alrededores de Casavieja llegando al centro del pueblo a las 12h55m que abandono para cruzar el Arroyo de Rojuelo por el puente de la carretera AV-901 penetrando en el pinar en ascenso evitando el asfalto para volver a cruzar dicha carretera algo más adelante.

Mijares

El camino ahora me permite caminar con cierto brío entre los pinos sobre los 650m de altura y en ascenso suavemente hasta el cruce del Arroyo de la Robledosa que también baja con cierto caudal que he de vadear sobre las piedras con peligro de resbalar y terminar en las frías aguas, este tramo se me hace algo pesado y aburrido. Nuevamente cruzo la mencionada carretera AV-901 pero no encuentro la continuidad de la senda ni señal alguna de orientación, sigo la carretera hacia la derecha unos metros pero nada encuentro que me indique la senda de ascenso hasta que retorno al punto de encuentro y doy con lo que parece la continuidad de la senda entre rocas y pinos, no es que sea muy visible ni seguro su continuidad pero mi GPS me indica que ese es el seguimiento de la ruta, el ascenso es muy inclinado descubriendo, del otro lado del barranco, que son las inclinadas laderas del cerro Mogote (1.372m), la destrucción de un incendio que arrasó con el bosque no hace mucho tiempo.

Garganta de las Torres

Hacia los 900m de altura contacto con un camino a nivel que me permite de nuevo caminar con cierto brío cruzando el pinar, por mi izquierda contemplo los aterrazamientos con vides en un lugar bastante inclinado, se nota que son cultivos bien atendidos y dando sus frutos, intuyo que estoy cercano a la población de Mijares. Entre el pinar puedo observar las casas a lo lejos, otro tirón y doy vista a Mijares en la ladera de la montaña, son las 15h10m cuando entro en la población que se ubica cercana a los 900m de altura en la ladera de la montaña. He recorrido las cimas del Puerto de Mijares en alguna ocasión, tanto a la derecha como a la izquierda del puerto en las cumbres del Macizo Oriental de Gredos, ahora conozco el pueblo que da nombre a dicho puerto y que tantas ganas tenía de verlo.

Mijares soleado

A través de un estrecho sendero desciendo hasta cruzar la Garganta de las Torres que baja con enorme caudal entre gigantescas rocas y un ensordecedor estruendo, antes de llegar a su cruce me pregunto como diablos podré cruzarla descendiendo por este peculiar sendero, aunque en algunos puntos muestra su firme empedrado, bien pues al llegar a la garganta descubro un puente de madera en perfecto estado para su cruce, fantástico tener las atronadoras aguas bajo mis pies y ver como se desprende entre las enormes rocas con esa fuerza impactante. Tomo ahora por un camino amplio que pasa por la Estación depuradora siguiendo el cauce de la garganta, miro hacia arriba y veo como el sol ilumina Mijares y las montañas detrás, aquí abajo aún no pega el deseado sol. El camino está muy bien diseñado y limpio de maleza y barro, me va llevando suavemente hasta la entrada a Gavilanes cuando son las 16h.

Gavilanes

Finalmente el sol ha salido cuando llego a Gavilanes, aquí tengo previsto tomar el bus de SAMAR a las 16h50m así que pregunto por la parada del mismo, justo en la plaza donde se ubica el Restaurante el Gavilán donde entro a comer la merienda puesto que nada he comido hasta ahora, los dos encargados me atienden amablemente, me permiten sentarme en una mesa a comer la merienda, he leído que tienen migas así que les pido un plato pequeño de ellas que me sirven con un huevo frito además de un par de tapas con las dos copas de vino, me ofrecen una vino casero del pueblo, Carmen se denomina, que está bastante bien además de un trocito de tarta de postre. Estupendo y completo almuerzo, la merienda vuelve a casa sin empezar.
El bus llega puntual, cuando llegamos al siguiente pueblo me doy cuenta de que he dejado los bastones en el restaurante, llamo por teléfono, me dicen que allí los tendré la próxima vez que vaya, eso será dentro de pocos días cuando continúe la ruta otro tramo pasando por Pedro Bernardo, otro pueblo que tengo ganas de conocer. Como es viernes el bus va completo de pasajeros para Madrid.
Datos del GPS: Distancia recorrida 25k. Tiempo en movimiento 4h52m. Tiempo detenido 18m. Tiempo total empleado 5h10m. Media en movimiento 5,1 k/h. Media total 4,8 k/h. Ascenso acumulado 601m. Descenso acumulado 545m.

PERFIL DE LA JORNADA