VIELHA - CANEJÁN - REFUGI DERA HONERÍA Kmts. 36

Día 26-07-01. A las 12 de la noche salía de Madrid, en mi coche y conduciendo toda la noche he llegado a Vielha a las 6,15, he venido con toda la tranquilidad del mundo, pues a estas horas solo circulan los camiones. Me ha sorprendido el cruce del túnel de Vielha por lo largo, cruza todo el cordal pirenaico, luego a la salida, por la boca norte, aparece más abajo la población de Vielha iluminada por las luces y también los demás pueblos del valle, me ha encantado la espectacular bajada hasta la ciudad aún sin amanecer. Como es muy temprano no hay ningún sitio abierto para tomarme un café, así que aparco el coche al lado del Río Garona, en un sitio muy amplio enfrente del indicador del GR 211, así que a las 6,30, aún en penumbra, comienzo este itinerario de tres días, que me permitirá conocer con todo detalle el bonito Valle de Arán.

Cumbres Pirenaicas

La señalización del GR es muy buena y el mantenimiento de las sendas, trochas, calzadas, etc. es magnífica, se ha realizado un estupendo trabajo en la recuperación de estas antiguas vías de comunicación, convirtiéndolas en buenos caminos para hacer senderismo de lujo. Comienzo a tomar altura rápidamente, antes he cruzado una pequeña urbanización y abandono Vielha (977 mts.) a través de un pequeño sendero, dirigiéndome hacia la primer aldea en la falda de la montaña, se trata de Vilac, que como el resto, parece que están colgadas y rodeadas de verdes praderas y bonitos bosques, con las casas bien conservadas, de piedra y tejados de pizarra negra, muchas de ellas propiedad de gente de fuera, para los fines de semana y veraneo. La mañana está algo nublada y con mucha humedad en el ambiente, en todo caso no hace calor, luego, hacia la mediodía, despejará y calentará bastante, también se formarán nubes de evolución, en todo caso no habrá tormenta, al menos hasta las 8 de la tarde en que llego al Refugio de la Honería, momento en que escribo esta crónica sentado en la agradable y fresca hierba, a la sombra de un aliso.

Aubért

El GR aprovecha viejos caminos como el "Camín Reiau", "Camín de Sadau", etc. también amplias calzadas empedradas y muy bien trazadas, hechas con lajas de pizarra y perfectamente conservadas y en uso, probablemente fueron las antiguas comunicaciones entre las aldeas. La carretera que baja hacia Francia, sigue el curso del Río Garona y tiene mucho tráfico, sobre todo de camiones, a veces cuando desciendo a los pueblos del valle, el ruido del tráfico es insoportable, estoy deseando alejarme cuanto antes. He visto varios camping en el valle, pero están casi vacíos, también los hostales y casas rurales deben tener muchas plazas vacías, parece que no está masificado, lo cual es bueno. Lo que sí hay en abundancia son franceses, deben venir a comer, comprar y sobre todo llenar el depósito de gasolina, pues en la gasolinera, cerca de la frontera, había larga cola.

Benós y Es Bórdes desde Begós

Volvamos a la crónica, cuando tomo altura en pueblos a casi 1.300 mts., tengo magníficas vistas del cordal principal, detrás de Vielha, son imponentes picos de casi 3.000 mts. que impresionan vistos desde aquí abajo. Pero la panorámica más espectacular la tengo desde Begós, las Maladetas, Tuc de Mulleres, Salenques y el Coll de Toro de Barrancs, un tremendo corte en el cordal que visto desde aquí me deja sin respiración. He pasado al lado de muchas capillitas con sus figuras religiosas y muchas flores, síntoma de veneración. Hacia las 12 llego a Bossost, una de las poblaciones más grandes del valle, como está en la carretera, hay mucha animación, me siento en una terraza para hacer un pequeño paréntesis y descansar. La senda cruza grandes bosques de avellanos, boj, castaños, robles, etc. que al haber mucha humedad la vegetación es muy abigarrada, incluso el rocío me va empapando las botas. A la 1 entro en Les, pregunto a unos jóvenes del cuartel de bomberos que me recomienden un lugar para comer, me dicen en el Hostal Europa, allí me ubico en una mesa para hacer una comida de hora y media, buen descanso y recuperar fuerzas.

Cumbres Pirenaicas desde Begós

El Río Garona lleva mucho caudal y en algunos puntos hay pequeñas centrales eléctricas, que aprovechan la fuerza del agua que baja por grandes tuberías desde las alturas, o sea de los lagos. A partir de Les el calor me hará sudar de lo lindo, también porque debo ascender a casi 1.300 mts. desde los 500 que hay al lado de la frontera con Francia en Pontaut, he de subir a la aldea de Caneján que veo en lo alto de la montaña y solo de pensarlo me dan sudores, pero como es a través de un precioso camino, entre la sombra de los árboles, la verdad asciendo deprisa. Una vez cruzada la aldea de Caneján, la senda faldea teniendo enfrente un hermoso bosque en la ladera norte donde se ubica la abandonada aldea de Bordius, ahora el sol me va dando de plano y con cierta intensidad, me paro a la sombra de un roble pero aún así la temperatura es muy fuerte.

Riu Garona por Bossost

Sigo faldeando al nivel 1.000/1.100 ahora entre viejos castaños y robles hasta llegar a una pequeña aldea casi deshabitada llamada Porcingles, para enseguida comenzar a tomar nuevamente altura e ir divisando, al fondo, mi destino de la tarde, el Refugi de la Honería y Sant Joan de Toran, cruzando el Barranc del Riu de Toran y comenzar un inclinado descenso, por fin, hasta la diminuta Sant Joan de Toran y contactar con la carretera que va subiendo por el valle, ésta termina en la Honería, he tenido que hacer un descenso de 200 mts. de desnivel de forma directa, me parecía raro el tomar tanta altura cuando veía mi destino abajo en el valle. El Refugi de la Honería lo están restaurando, debía estar en muy malas condiciones, este será mi hotel de lujo para esta noche, está lleno de andamios, ladrillos, etc. pero tiene una zona con el piso de madera con algo de polvo, que me vendrá de maravilla.

Canejan

En principio tengo dudas si dormir afuera en la mullida hierba, pero por un lado los mosquitos me empiezan a acribillar y por otro unas nieblas muy intensas y húmedas están bajando y acumulándose en los alrededores, por tanto supongo que por la noche me puedo hasta empapar, eso si no se pone a llover, así que dormiré bajo techo. Esta zona es fin de la pista y no hay nadie por los alrededores, algunos coches han llegado mientras escribía la crónica y descansaba plácidamente, se han dado la vuelta inmediatamente. Es un lugar muy bonito, el Río Toran baja con bastante agua, todo rodeado por altas montañas y un abigarrado bosque, se respira placidez y tranquilidad, lo único incómodo son los mosquitos que a esta hora de la tarde pican como condenados. El dormir dentro del refugio fue una decisión acertada, aunque dentro hacía, al principio, algo de calor, luego de madrugada fue refrescando y la verdad, agradecí el calorcito del saco.

Sant Joan de Toran