06 ALBAINA – LAGUARDIA 23K.

Día 23-06-2015. La tormenta cayó con cierta fuerza anoche en algunos lugares especialmente en la cara norte de la Sierra de Cantabria, por ejemplo en Lagrán se inundaron algunas casas y cayó hasta una buena granizada según me cuentan. Por aquí llovió con poca intensidad, aún así esa lluvia ha cubierto todas las plantas que han absorbido esa humedad, el barro hará su aparición cuando llegue a las laderas de la montaña.

Valle del Arroyo de Barrunta


Preparo el desayuno en la cocina, recojo las cosas y a las 8 en punto salgo a la calle donde la temperatura es muy agradable, el sol ilumina los alrededores aunque en las montañas las nieblas cubren la parte más elevada. La intensa humedad provoca que mi cuerpo sude sin que la temperatura sea alta, creo que sobre los 16 grados. Anoche al acostarme tuve que taparme con dos mantas, la temperatura era más bien fresquita, pude dormir a placer hasta que sonó el despertador a las 7h20m.
El camino que sigo se convierte en carril donde la hierba va descargando agua a raudales sobre mis piernas y zapatillas, más adelante deberé cambiar de calzado pues en poco rato tengo los pies empapados. El carril se eleva sobre el valle que produce el Arroyo de Barrunta con lo que tengo bonitas perspectivas de todo el verde valle y al fondo la aldea de Laño. El verdor de todos los alrededores es de una fuerte intensidad que deslumbra. Paredes calizas desnudas sobresalen de la vegetación añadiendo una blanca tonalidad al verde valle.

Laño


El carril pasa al lado de Las Gobas, un conjunto de habitáculos rupestres del siglo VII horadadas en la roca caliza que se utilizaron como viviendas durante varios siglos hasta que se conformó el actual pueblo de Laño. Una de esas cuevas, la denominada “cueva de la dotora” al lado del carril me permite comprobar su interior perfectamente habitable donde la temperatura resulta muy agradable, tiene una especie de aposentos, para el fuego y para dormir. El yacimiento rupestre está bien señalizado para las visitas turísticas aunque la vegetación ha ocultado la mayoría de ellas.

Cruzando el hayedo


A las 8h50m entro en la pequeña aldea de Laño ubicada en un remoto lugar en las faldas de la montaña, varias fuentes con grandes chorros de agua de los que mana abundante líquido también regaderas por las que el agua es canalizada hacia casas y huertas. Pregunto a un paisano por el camino que debo seguir, con él me enrollo un rato, me cuenta que anoche cayó aquí una soberbia tormenta.

Peña del Castillo


Al poco de abandonar Laño me he de cambiar de calzado pues ya voy pisando barro y el panorama parece que empeorará el tránsito por el camino que sigo. Penetro en el abigarrado bosque de hayas donde algunos gigantescos ejemplares impiden la entrada de los rayos del sol, camino con agradable placidez en un silencioso entorno solo alterado por el canto de los pájaros y el ruido del agua de los arroyos.
Hacia los 1.000m de altura llego a la zona más elevada donde una amplia planicie está sembrada de cereales. Dejo el Mojón del Avellano a mi izquierda, un hito de piedra que marca la separación de municipios, abandono aquí el Condado de Treviño entrando de nuevo en territorio alavés. Penetro en uno de los bosques de haya más bonitos que he visto, gigantescos ejemplares conforman un enorme bosque por el que camino con verdadero placer, es el Barranco Valdiapeta por el que sigo descendiendo a través del precioso bosque hasta llegar a Lagrán cuando el reloj marca las 10h50m.

Lagran desde el Puerto del Toro


Enfrente, la parte más elevada de la Sierra de Cantabria, está cubierta por espesas nieblas, confío en que desaparezcan pronto y me permitan contemplar sus cumbres calizas. En Lagrán me acerco hasta el bar La Traviesa con pinturas exteriores del GR38, muy bien acondicionado, entro a tomarme una cerveza, me atiende Javi a quien le doy saludos para Aritz Ibáñez. Me cuenta con detalle la tormenta que cayó aquí ayer tarde, todo un diluvio que cayó en el pueblo.

Puerto del Toro


A continuación comienzo el duro ascenso al Puerto del Toro que veo en lo alto de la montaña, serán casi 500m de desnivel, eso sí ascendidos entre el bonito bosque de hayas. Carteles del GR1 Sendero Histórico que también cruza el valle y que hace años caminé por estos mismos parajes anuncian su itinerario por la zona. La pista cruza el valle para iniciar el duro ascenso, al entrar en el bosque se convierte en camino y más adelante en estrecha trocha de piedras donde varios carteles anuncian las carboneras donde se hacía el carbón vegetal. Vuelvo la vista atrás hacia el valle contemplando el cauce del recién nacido Río Ega y los pueblos asentados en sus márgenes. Se me hace algo pesado el ascenso aunque disfrutado por el bonito entorno de hayas y acebos.
A las 12h30m llego al Puerto del Toro a 1.200m. de altura donde sopla una fresca brisa que hasta llega a ser fría, todo un contraste. Un numeroso grupo de excursionistas, unos 60, descansa comiendo la merienda pues han subido desde Laguardia por el lado sur de la montaña, se trata de un grupo de Vitoria, la mayoría jubilatas, es una excursión organizada por el Ayuntamiento de Vitoria según me cuentan.

Ladera sur de la Sierra de Cantabria


Las vistas desde el puerto son fantásticas, el recorrido que realicé ayer, todo el valle del Río Ega, hacia el oeste el pueblo de Peñacerrada, el precioso colorido de contrastes en terrenos cultivados y verdes bosques. Inicio el descenso entre las moles calizas, por la derecha la Cruz del Castillo (1.455m), sobresalen los escarpados picos calizos a ambos lados del cordal, por la izquierda la Peña del León (1.391m.) con sus verticales paredes que impresionan.

Descenso a Laguardia


Es la hora propicia para comer el trozo de tortilla que ayer me sobró en la cena así que como el viento es más bien frío, busco un lugar algo protegido para disfrutar de la merienda contemplando los bonitos paisajes hacia el Valle del Ebro. Me ubico en un saliente rocoso protegido con vistas hacia La Rioja, Laguardia abajo, los amplios viñedos, el Río Ebro discurriendo plácidamente por la gran explanada y al fondo las montañas riojanas que tan bien conozco, contrastan los verdes viñedos con los campos de cereales amarillos.

Laguardia y bodegas


Inicio el inclinado descenso, primero por senda entre quejigos, luego más adelante un camino terrero amplio me llevará hasta Laguardia. Desde lo alto contemplo las modernas bodegas y los pueblos en los márgenes del Ebro. A medida que desciendo de altura el calor comienza a ser más intenso, ahora son las carrascas las que se imponen en el entorno pues el sol pega fuerte sobre este terreno ya a casi los 600m de altura.
El camino se convierte en pista asfaltada donde el calor sofocante me va quemando, veo Laguardia al fondo con muchas ganas de llegar. Paso por la entrada a modernas bodegas y grandes viñedos, a las 15h entro en Laguardia, subo por unas escaleras que me llevan a un pequeño parque con árboles y bancos, en uno de ellos dejo la mochila, enfrente hay una taberna, entro a pedir una jarra de fría cerveza, no hay ningún cliente salvo la joven que atiende, Silvia me sirve la cerveza y algún pincho, por supuesto el enrolle está asegurado pues el local está solitario y aburrido, dentro la temperatura es deliciosa pues son los bajos de un lujoso hotel donde está la bodega, se trata del Hotel Castillo El Collado, pregunto a Silvia por los precios del restaurante para la cena, me dice que el menú son 49 euros, vaya precio, tendré que buscar una tasca al nivel de mi escaso bolsillo.

Laguardia en fiestas


Laguardia mantiene un turismo de alto poder adquisitivo, así lo demuestran los altísimos precios del hospedaje, menús de 20 euros en adelante que he visto en los restaurantes de la parte antigua, naturalmente hay tascas y tabernas donde los pinchos son a precios económicos. En el Hotel Marixa donde me hospedo, me dicen que el desayuno son 9 euros y para la cena hay un menú económico de 19 euros, tendré que irme a las tascas a la ronda de pinchos que también tiene su encanto.
El pueblo está en fiestas por lo que hay gran alboroto y jolgorio, pañuelos rojos al cuello y comparsas tocando por las calles, naturalmente el vino fluye a raudales. No lo había contemplado y no es precisamente lo que más me gusta pues el pueblo es muy bonito, amurallado y muy bien conservado con callejuelas estrechas y casas antiguas de muy buen porte, ubicado en un elevado cerro con preciosas vistas de todos los alrededores.
Datos del GPS: Distancia recorrida 23k. Tiempo en movimiento 5h32m. Tiempo detenido 29m. Tiempo total empleado 7h. Media en movimiento 4,2 k/h. Media total 3,3 k/h. Ascenso acumulado 901m. Descenso acumulado 822m.

PERFIL DE LA JORNADA