MONTEDERRAMO – CABEZA
DE MANZANEDA Kmts. 33,3
Día 23-04-06. Anoche me tuve que meter en la cama hasta con calcetines, la humedad era intensa y fría así que tapado con 4 mantas entré en calor enseguida y a dormir como un bendito. Lo dejé todo preparado para salir rápidamente pasadas las 7 de la mañana y cruzar Montederramo sin ver ni escuchar una mosca, todo quietud y silencio. El cielo está despejado completamente, hoy será un día igual que ayer, incluso más caluroso, está amaneciendo con rapidez.
Tomo una carretera que abandono a los pocos metros de salir del pueblo y seguir por una pista que cruza dos pequeñas aldeas, Mazaira y Fontedoso, típicamente gallegas con sus casas de piedra, corrales de ganado y algún paisano que se despereza atendiendo las faenas agrícolas. Voy de frente hacia la Sierra de San Mamede, al llegar a Fontedoso abandono la pista asfaltada que traía y de frente sale un camino agrícola con mucho barro, a los pocos metros tengo la primera bifurcación sin señalizar, ¿cuál tomo, a la izquierda o a la derecha? Como la de la derecha da la impresión de que da un enorme rodeo a nivel, tomo la de la izquierda que parte en fuerte ascenso, a los pocos metros se divide de nuevo en dos caminos ¿cuál tomo? A la izquierda que me parece la dirección más recta hacia San Mamede, bueno pues al cabo de un kilómetro el camino dice fin y se acabó. Mi GPS me dice que estoy a escasos 100 m de un camino pero a través de matorrales, brezos, etc. que son imposibles de superar. Vuelta atrás a tomar la bifurcación de la derecha, nuevamente el camino se termina, abajo otra vez a seguir por el primer camino que aunque da un enorme rodeo, es el bueno, luego comprobaría, al cabo de 30 minutos de vuelta, que el punto donde estuve la primera vez, efectivamente estaba no mas de 100 m de distancia, no hubiera perdido 45 minutos en volver por dos veces y dar el enorme rodeo.
Continúo ahora por el camino de tierra a buena marcha ascendiendo a la Sierra de San Mamede, cruzo una zona de esparcimiento con bancos de piedra y merendero, por uno de los cortafuegos que hay a mi derecha hubiera podido ir de forma directa hasta el Collado de Meixón, pero eso lo comprobé cuando ya estaba en dicho collado. En un cruce de vallas me encuentro con un todoterreno y guardas forestales que me indican el camino que debo tomar, pues hay muchas bifurcaciones y cruces de pistas y caminos. Ya estoy a 1.300 mts. de altura divisando grandes distancias, masas de intensas nieblas por debajo de los 500 mts. hacia el noroeste, las cumbres de Manzaneda y Queixa hoy ya con mucha menos nieve que ayer y mi destino en las próximas horas. Este tramo por la zona norte de San Mamede, de unos 5 km hasta el Corgo de la Trave, donde comenzaré el descenso hacia el Río Torneiros, es muy agradable y placentero a través de un bonito bosque de quejigos y acebos gigantescos con muchos arroyos bajando de la sierra y todo verde. Al llegar a otra bifurcación de sendas con una empalizada de alambre con 3 o 4 alternativas posibles y sin ninguna señal indicadora del GR, pues me toca ir descartando una por una hasta tomar la mejor posible pero pensando si será la buena pues de no ser así habría de saltar dos grandes alambradas, tarea no fácil. Lo que sí tengo claro es que he de descender a la vera del Río Torneiros pero debo elegir el buen camino, unos hitos y una endeble baliza roja y blanca me confirman que esa es la senda de descenso. En las laderas peladas de mi derecha pasta un rebaño de una docena de vacas. Luego, en Teixido me encontraré un paisano que las está buscando y mi ayuda le será muy valiosa.
Al llegar a un punto donde las balizas del GR indican el cruce del río para tomar una senda de ascenso al pueblo de Taboazas, veo la imposibilidad de tal cruce, el agua me cubriría hasta el cuello y me llevaría bien empapado hasta el pantano. En este momento aparece Serafín con su todoterreno que me desciende el par de km hasta el puente sobre el Río Queixa ya en el Pantano de Chandrexa de Queixa. Me indica Serafín que siguiendo la pista asfaltada llegaré a un cruce para ascender a la aldea de As Forcadas. El poco de seguir la carretera hay una desviación hacia Taboazas y algo más adelante otra más a Senra, yo sigo la pista hacia la aldea de Vilar bordeando el pantano y contemplando el panorama del otro lado, pequeñas aldeas en los verdes prados y bosques alrededor, el sol las ilumina intensamente. Antes de llegar a la aldea de Espasa, un coche con tres pescadores me recoge para ahorrarme un buen tramo de asfalto y aburrida carretera dando vueltas por los brazos del embalse. Me dejan justamente en el desvío hacia las aldeas de Bretelo y As Forcadas, me intentan convencer de que les acompañe a comer un buen chuletón en el pueblo que se ve a pocos metros, la tentación es grande, una buena jarra de cerveza y una rica chuleta ahora que es la 1h15m, hora propicia pues mi estómago toca las campanas y la fría cerveza es toda una tentación, pero luego de una buena comida a las 3 de la tarde, ¿quién se pone a ascender lo que me falta para llegar a Cabeza de Manzaneda? Me despido de los pescadores y sigo mi camino con sofocante calor hacia As Forcadas.
Un joven de As Forcadas me sube en su coche el último kilómetro que me falta, con el calor que hace lo agradezco, no obstante me para en una vuelta de la carretera para admirar el bonito entorno del pueblo construido de piedra y lajas negras, me recuerda los pueblos del Bierzo o del interior de Lugo y Los Ancares. Como quiera que en el pueblo no hay ni donde tomarme una cerveza, tomo un camino empedrado que asciende con mucha inclinación en dirección a la sierra. El pueblo a 1.150 m de altura puede ser uno de los más elevados de Ourense, con vistas sobre el valle del Río Grande y otra aldea en la otra ladera, Requeixo, de la misma factura que As Forcadas. El bello camino empedrado me va subiendo hacia las laderas de la sierra hasta el cruce del Arroyo de Forcadas, donde se bifurca en dos, sigo el de la izquierda que muere al cabo de 200 m en un prado inclinado, aquí intento continuar el ascenso pero al salir del prado me encuentro con el bosque de maleza de nuevo. El GPS me indica que a pocos metros hay un sendero pero llegar a él supone un enorme esfuerzo para cruzar en diagonal el espeso matorral. Con grandes dificultades llego al estrecho y casi desaparecido sendero, tapado por los brezos, pero a medida que gano altura los matorrales son más bajos y me permiten caminar sin grandes dificultades, es evidente que la senda se ha perdido por no estar frecuentada. Las informaciones que dispongo del Club Alpino Manzaneda indican que desde el Arroyo de Forcadas se debe subir a derecho para enlazar con un camino que recorre la sierra, pero mi experiencia montañera me aconseja tomar la loma por lo alto y llegar sin grandes dificultades hasta el Sistil Blanco ya a 1.700 m de altura.
Hacia los 1.500 m de altura hago una parada para comer, beber y recuperar fuerzas. He de abrigarme pues la ropa está húmeda y el viento es algo fresco, contemplo los panoramas en largas distancias, Sierra de Queixa, Sierra de San Mamede y zonas recorridas ayer. Otro tirón y comienzo a pisar pequeños neveros, empalmo con el camino por donde pasa un todoterreno a toda velocidad, ahora el camino casi a nivel me permite caminar con cierta alegría. Al dar vista a la otra vertiente aparece un gran pantano a buena altitud en el Río Cenza, afluente del Río Sil. Las antenas de la Cima de Manzaneda me indican la distancia que me falta por recorrer por este camino que sube y baja pequeñas lomas, estoy entre los 1.600/1.700 m de altura. Al llegar al Collado de Millo y Sistil das Arcas, a menos de un kilómetro de distancia de las antenas de Manzaneda vienen los dos jóvenes del todoterreno a toda máquina saltando por los aires. Me suben en la parte trasera y me bajan hasta el cruce de carreteras para encontrar la forma de volver a casa. Son las 4 de la tarde. Desde el cruce de carreteras tomo a la derecha en dirección a Pobra de Trives hasta la aldea de Coba, entro en el bar a tomar un par de cervezas y el correspondiente plato de queso de la tierra. Pregunto la distancia a Trives y manera de llegar, me dicen que hay 12 km Agenor, que es el dueño del bar, me dice que irá a Trives dentro de breves momentos no le importará llevarme pues pretendo tomar el tren en A Rua-Petín a las 6h20m hacia León para llegar a casa con un bus de Alsa. Agenor, de 77 años, en el poco trayecto que hay hasta Trives, me cuenta algunas cosas de su vida que bien podría escribir un libro en poco rato, le digo que algún día volveré a verlo expresamente.
En Trives tomo un taxi que me lleva hasta A Rua-Petín pasando por el imponente cañón del Río Bibey antes de su desembocadura en el Río Sil. Poco después de las 5h30m me deja el taxista en la estación de ferrocarril de A Rua-Petín para tomar el tren a las 6h20m hacia León. Con la ayuda de mis cuñados consigo billete para el bus de las 10h30m y traslado desde la estación de RENFE a la de Autobuses así que a las 3 de la mañana en mi cama y a las 8 arriba para ir al trabajo. Datos del GPS: Distancia recorrida 33,3 m. Tiempo en movimiento 6h53m. Tiempo parado 1h7m. Tiempo total invertido 8 horas. Media en movimiento 4,8 km/h. Media total 4,2 km/h Desnivel acumulado 1.692 m. Altura mínima 894 m. Altura máxima 1.703 m.
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