CORDUENTE – PUENTE DE SAN PEDRO 40,1 K

Día 24-05-2012. La jornada de hoy será algo mas larga de lo previsto, además con propina añadida de otros 8k entre el Puente de San Pedro y Zaorejas para alojarme en un hotel como ahora explicaré.

Pinares en el Alto Tajo


Abandono Corduente a las 7h25m al no poder desayunar a estas horas tan intempestivas, suerte tengo que la fuente de la plaza con cuatro caños sirve rica y abundante agua a discreción, no solo bebo a placer, también lleno la botella de litro y medio que bien me vendrá cuando el calor sea intenso y la sed me martirice.
Así pues tomo el camino que ayer utilicé de forma inversa, al poco rato me encuentro con un jabalí que se afana buscando alimento al lado del camino, es muy raro que se deje ver durante el día, nada mas notar mi presencia huye hacia los matorrales. Mas adelante escucho el berreo de las ciervas entre los pinos y veré sus huellas en el barro de los caminos que seguiré durante la mañana.
Vuelvo a obviar el paso por el centro de interpretación pues la pista realiza un enorme rodeo, yo tomo a derecho por una inclinada ladera robando casi un kilómetro a la pista. Sigo el camino de tierra balizado del GR66 a través de interminables pinares cuando un todoterreno lleno de trabajadores forestales me adelanta, luego los paso cuando están en plena faena limpiando el bosque que bien lo necesita.

Torremocha del Pinar


La mañana, como ayer, bueno algo más templada, el cielo azul y una temperatura muy agradable, luego será mucho más cálida. Camino a buen paso pues al estar rodeado de pinos el paisaje nada tiene de interés. Cruzo una carretera para bordear un cerro en cuya cumbre hay una caseta de vigilancia contra incendios, voy hacia el pueblo de Torremocha del Pinar en cuyos alrededores los campos de cereales brillan con un verdor deslumbrante.

Cañón del Río Arandilla


A las 10h entro en Torremocha, he caminado 12k, con la intención de tomar un café pero según me indican dos paisanos que esperan el bus, no hay ningún sitio para el café ni donde comprar algo de comer, en fin, continuaré hacia Cobeta.
Sigo entre cereales y sabinas por caminos de tierra hasta una zona de praderíos donde se monta el Campamento de Torrejara con varias edificaciones propias del campamento y un refugio. Algunas indicaciones en cruces de caminos marcan la dirección de la Ermita de Nuestra Señora de Montesinos adonde me dirijo.
A las 11h20m doy vista, desde un alto peñasco, a las torres de arenisca roja que conforman el barranco formado por el Río Arandilla en un imponente paraje en cuyo fondo se halla la Ermita de Montesinos rodeada de espesa vegetación y las paredes de rodeno contrastando el exuberante verdor contra las rojizas paredes.
Desciendo hasta la propia ermita que está cerrada disfrutando de la placidez del lugar, las cantarinas aguas del río, los gigantescos fresnos y abedules en la ribera, recorro río abajo y arriba en un agradable paseo por los jardines de lirios y floridos espinos, un verdadero vergel donde el único sonido lo produce el agua y los pájaros.

Ermita Virgen de Montesinos


Retomo la ruta por el camino en descenso al lado del río entre escarpados paredones que por la derecha están aprovechados por abrigos para el ganado hasta desembocar en la carretera a Cobeta que sigo en fuerte ascenso. Entre el calor, el duro suelo y la fuerte subida, se me hacen interminables estos 3k hasta arribar a un alto donde hay una estación de helicópteros con preciosas panorámicas de un amplio valle muy verde además del bonito pueblo de Cobeta vigilado por una torre circular en un cerro cónico, parece una antigua torre de vigilancia.

Cobeta


Entro en Cobeta a las 12h50m con la intención de comer y beber algo pues sin desayunar, solo he comido un trozo de chocolate, pero sorpresa, el único bar está cerrado, solo hay una pequeña tienda así que me preparan un par de sándwiches, fruta y zumo que me llevo para el almuerzo que haré debajo de una sabina al lado de la Ermita de San Antonio rodeada de verdes sembrados. Me aposento a la fresca sombra, fuera botas y a comer y descansar, hasta me quedo frío en esta tórrida mediodía donde el sol derrite hasta las ideas pero en esta sobra se está deliciosamente, parece que soy el único habitante de la tierra, la quietud es tal que parece que el mundo se ha paralizado. Me cuesta enorme pereza retomar la caminata al rachisol de las 14h.
Un par de kilómetros en ascenso hasta llegar al pequeño pueblo de Olmeda de Cobeta saliendo con dirección a Villar de Cobeta, a la salida de Olmeda paso por la puerta de una bonita y nueva casa rural con magníficas instalaciones y con estupendas vistas pues el pueblo está ubicado en una zona elevada.

Sabina Centenaria


El GR66 continúa ascendiendo hacia una especie de gran collado denominado la Dehesa entre sabinas y campos de cereales hasta desembocar en una carretera que me llevará hasta Villar de Cobeta. En un punto, en el descenso hacia Villar, puedo contemplar el conjunto del gran Valle del Río Tajo. También aquí se unen el GR113 Camino del Tajo y el GR10 lo que provoca algún despiste con las balizas roja y blanca.
A las 16h15m entro en Villar de Cobeta recordando cuando estuve aquí hace 14 años recorriendo el GR10 desde Valencia una semana santa. Me sitúo en un pequeño parque con árboles y una fuente en un breve descanso, beber y llenar la botella de fresca agua.
Sigo hacia el Puente de San Pedro por un camino que me eleva hacia el Collado de las Salinas pasando al lado de una gigantesca sabina y seguir hasta la llamada Cuesta de la Sal por un complicado plano donde la orientación se me hace algo difícil por la falta de balizas y no hay un sendero definido entre sabinas y rocas calizas hasta iniciar un fuerte descenso por un barranco entre paredes calizas, sabinas y carrascas, el sendero ahora está bien definido con laterales de piedra muy bien realizados pero algo destruidos por la erosión del agua.
Bajo con cierta rapidez pues ahora si está claro y señalizado el sendero, por la izquierda, en lo alto destaca la Loma del Castillo donde se ubican las ruinas del Castillo de Alpetea. Me planto en la carretera muy rápidamente, luego por el asfalto durante un buen trecho y finalmente, evitando un gran rodeo de la carretera, el sendero baja directamente al Puente de San Pedro.
En un punto donde el Río Tajo conforma un giro radical, son visibles las verdes aguas rodeadas de bonita vegetación y escarpados paredones calizos.

Cauce del Río Tajo


Son las 17h50m cuando llego al Puente de San Pedro, bajo al cauce del río a disfrutar de la agradable sombra y el murmullo de las aguas al caer en cascadas, es un bonito paraje fluvial.

Río Tajo


Como quiera que he reservado alojamiento en el lugar más cercano que es el pueblo de Zaorejas que se halla a 8k en una elevada plataforma, para llegar allí he de tomar la carretera en fuerte ascenso, pues como propina a la intensa jornada habré de subir esa distancia por el asfalto y bajo un calor sofocante, pero merece la pena, primero por la reconfortante ducha, la gratificante cena y la ralajante noche en cómoda y tranquila habitación. Además Carlos, el dueño del Hotel Peñarrubia (www.hotelpenarrubia.com) se ofrece a bajarme mañana bien temprano, a las 7h30m, en su coche nuevamente los 8k hasta el Puente de San Pedro. Muchas gracias Carlos.
Cuando he querido llegar a Zaorejas eran las 19h30m, por la carretera solo ha subido un coche en hora y media de recorrido, el conductor no se ha apiadado de este cargado y fatigado senderista que ha sudado la camiseta en el duro e interminable ascenso a Zaorejas.
Datos del GPS: Distancia recorrida hasta el Puente de San Pedro 40,1k. Tiempo en movimiento 8h. Tiempo detenido 2h23m. Tiempo total empleado 10h23m. Media en movimiento 5 k/h. Media total 3,8 k/h. Ascenso acumulado 865m. Descenso acumulado 718m.

PERFIL DE LA JORNADA