MINGLANILLA – ENGUÍDANOS 25,3k

Día 14-11-2012. Pertrechado para la lluvia pues al mirar a través de la ventana mientras desayuno, la ligera llovizna ha empapado el suelo y todo está cubierto con un aspecto algo tenebroso, será una falsa impresión pues algo más tarde será otra cosa bien distinta como veremos a continuación.

Embalse de Contreras


Como la jornada no será tan intensa como las anteriores, decido levantarme algo más tarde tomándome el desayuno con mucha paciencia y tranquilidad, así pues a las 8h30m salgo a la calle húmeda para cruzar Minglanilla de lado a lado ascendiendo a la zona del castillo, es la parte más alta, hasta salir al campo por un camino en dirección este hacia el Embalse de Contreras.
Nada más abandonar Minglanilla despejan las nubes apareciendo el radiante sol que me obliga de inmediato a desprenderme de chubasquero y la ropa de abrigo, incluso al descender hacia el fondo de la Rambla Salá notaré cierto sofoco.
Cruzo campos de vides bien cuidados y productivos pues según me dicen, aquí en Minglanilla se hace un mosto rojo de calidad muy apreciada siendo quizá el producto estrella, además del cultivo de almendros y olivos según he comprobado al pasar por varias cooperativas con grandes instalaciones y depósitos.
Antes de iniciar el inclinado descenso al gran barranco, doy vista a las aguas del Embalse de Contreras a lo lejos, la cantidad de agua embalsada normalmente no supera el 50% de su capacidad, de subir su nivel de agua inundaría infinidad de zonas de cultivo pues el reculaje de sus aguas incluso llegaría a las cercanías del pueblo de Enguídanos bastantes kilómetros por detrás de ése punto actual.

Vides en Minglanilla


Hacia el norte, mi dirección, un enorme arco iris se configura sobresaliendo al fondo sobre un ennegrecido firmamento, sin embargo aquí luce el espléndido sol. El camino que sigo desciende con rapidez hacia el fondo del gran barranco, sus laderas están cubiertas de pinos y grandes cárcavas de tierra rojiza, este panorama será una constante durante casi toda la jornada.
En el bosque de pinos enfrente resuenan los berridos de las ciervas, ese sonido ronco y rasgado para avisar a las crías ante cualquier peligro cercano, en este caso soy yo el intruso. En la base del barranco hay dos grandes balsas cuadradas con bancos alrededor, son los Baños de Agua Salada para uso público al aire libre.
Las tierras húmedas rojas y arcillosas se adhieren a mis botas elevando mi estatura varios centímetros y en algún caso resbalando o patinando. Una derivación del GR66 inicia un corto recorrido hacia las Minas de Sal, antiguas explotaciones romanas de gran importancia por asentarse también aquí la población romana de Egelasta y la importante calzada romana por donde ahora circulo hacia el pueblo de La Pesquera, evidentemente de la calzada ya no existe ni rastro por ser terrenos fácilmente erosionables.

Arco iris sobre La Pesquera


Acompaña, durante un tramo, al GR66 el SL-02 con baliza blanca y verde cruzando ramblas o cárcavas de manera permanente, en estas ramblas o barrancos se han construido muros de contención para frenar las avenidas en tromba evitando así la fuerte erosión que producirían esas violentas aguas.

Campo de vides en La Pesquera


A las 10h50m llego al pueblo de La Pesquera sorprendiéndome por su dimensión, casas con escudos heráldicos y todo tipo de servicios, más adelante comprobaré las razones de éste próspero pueblo, bien sencillo, grandes zonas cultivadas de vides perfectamente cuidadas y organizadas en terrenos bastante fértiles, también el trabajo bien hecho y la iniciativa de las gentes, eso se aprecia rápidamente.
Acompaña al GR66 también el PR-58 con sus balizas blanca y amarilla durante un tramo del recorrido hasta el Barranco de los Boquerones. A través de caminos entre campos de vides cultivados, de las que un buen racimo de dulces y ricas uvas aliviarán mi apetito, voy elevándome hasta los 900m de altura desde donde tengo a la vista grandes panorámicas, incluso puedo ver a lo lejos el pueblo de Víllora a bastantes kilómetros puesto que ahora está iluminado por el brillante sol. Inicio el descenso entre pinares hacia el Barranco de los Boquerones disfrutando de los perfumes que desprenden las plantas aromáticas.

Barranco de los Boquerones


Me desplazo por al agradable barranco por zonas herbosas y planas donde algunos álamos lucen su bonito manto otoñal, el sol añade su luz para completar este agradable tramo hasta entrar en un embarrado camino poniendo así la guinda amarga al trayecto. Cambio radical del terreno, ahora accedo a una gran explanada donde el barranco ha depositado enormes cantidades de sedimentos haciendo así cultivables estas extensiones en aprovechamiento agrícola. Dejo a mi izquierda la Taina de la Calle, (tainas, tinadas o tenadas son casetas agrícolas), para seguir por la gran explanada de tierra rojiza.

Río Cabriel y Hoz de Mecosa


Me encuentro con un rebaño de ovejas cuidado por Eusebio, un maduro pastor de Enguídanos, con quién me enrollo de charla durante un rato. Sigo mi camino a través de cárcavas evitando las ramblas y cortes del terreno con alguna dificultad puesto que el antiguo camino, apreciándose perfectamente su trazado, ha sido destruido completamente por avalanchas haciendo su tránsito algo complicado.
Todos los alrededores se oscurecen comenzando a caer una ligera llovizna que no llegará a mayores, no obstante apuro el paso pues estoy muy cerca de Enguídanos, mi destino y no quiero llegar empapado. Arribo al borde del Río Cabriel donde un cartel hace referencia al Molino de Baltasar, aquí el río penetra entre escarpadas paredes perdiéndose de vista por una hoz estrecha, se trata de la Hoz de Mecosa hacia el sur.
Inicio el ascenso a un alto o collado donde se ubica la Ermita de San Cristóbal con magníficas vistas sobre Enguídanos, su castillo y las Hoces del Río Cabriel, son ahora las 14h5m. Desciendo hacia el pueblo tomando una calle por lo alto del pueblo que me lleva al Hostal El Cabriel donde en principio pretendía pernoctar pero al llegar tan temprano decido cambiar de planes.

Enguídanos


Al no haber transporte a Cuenca hasta la madrugada de mañana y ser las 14h15m, no me apetece estar tanto tiempo esperando el bus, así que me sitúo en la carretera, única salida, para en un par de minutos el primer coche que sube se detiene, Juan de Dios amablemente me transporta cómodamente hasta Motilla del Palancar con la intención de conseguir un transporte hacia casa.
No soy consciente de que hoy es 14N, por tanto la huelga general ha paralizado casi todos los transportes públicos, así que tengo algunas dificultades para hallar un transporte. Un bus me lleva hasta Albacete donde he de alojarme en un hostal y esperar a mañana a las 9 de la mañana tomando un tren rápido llegando a casa a las 11, no está mal del todo.
Con la finalización de este tramo, habiendo realizado un total de 535k, me quedará el trayecto entre Albacete-Alcaraz-Nerpio que realizaré la próxima primavera completando así el GR66.
Datos del GPS: Distancia recorrida 25,3k. Tiempo en movimiento 5h14m. Tiempo detenido 28m. Tiempo total empleado 5h42m. Media en movimiento 4,8 k/h. Media total 4,4 k/h. Ascenso acumulado 691m. Descenso acumulado 627m.

PERFIL DE LA JORNADA