VALLIBONA – MORELLA Kmts. 16

Día 30-4-00. Esta noche he descansado muy bien, al principio varios jóvenes llegaron dando voces y haciendo mucho ruido, creí que tendría que poner orden, pero al cabo de algunos minutos el silencio fue total y pude dormir toda la noche sin la menor interrupción y además calentito y cómodo.

Vallibona

Como la jornada no será muy larga y dura, además los encargados del hostal me han dicho que el desayuno lo preparan a partir de las 8,30, decido levantarme a las 8, así que en compañía de otro grupo de maduros senderistas que se preparan para recorrer el cañón del Río Cérvol desde su nacimiento, más arriba de Vallibona, me tomo el desayuno pensando que dará de sí la mañana, viendo que ha amanecido bajo una ligera llovizna y todo cubierto. Una vez pagada la cuenta, 4.300 Pts. media pensión, salgo a las calles del solitario pueblo, abandonándolo en dirección suroeste para ascender al Tossal Gros cuya cima está adornada por varias antenas.

No veo necesidad de protegerme de la fina lluvia, además el ascenso es largo e inclinado y la suave humedad hasta me agrada. Voy ascendiendo por un pequeño barranco por cuyo cauce baja un moderado torrente, a veces el barranco forma una profunda hoz y el agua cae a través de una cascada, luego se filtra y desaparece, lo normal por estas zonas.

Vallibona-Hacia el Tossal Gros

El camino que utiliza el GR a ratos está empedrado y con buen trazado entre paredes de pequeñas fincas, se aprecia que es muy antiguo y debió ser muy utilizado, supongo para ir a Morella. Según voy tomando altura tengo buenas vistas de Vallibona, abajo en el fondo del barranco con sus casas abigarradas destacando sus tejados del mismo color y el contraste de los cortados del Río Cérvol. También voy teniendo la perspectiva completa de las Muntanyes de Benifassá y la Serra de les Alberdes, además las alturas recorridas en el día de ayer más atrás de Fredes.

Vallibona desde las laderas del Tossal Gros

El agua ha humedecido los lanchares y he de tener sumo cuidado pues resbalan como si hubiera aceite, también la vegetación, aparte del agua, desprende sus aromas y perfumes, así el cantueso, romero, hasta el empalagoso olor del espino, además de la tierra mojada hacen que mi olfato se recree. Prendida de algunos matorrales hay lana de oveja, síntoma del pastoreo por la zona, más adelante vería a lo lejos una masía donde un rebaño se preparaba a iniciar la jornada. He visto algún ejemplar enorme de encina y otros de acebo, además de cruzar un hermoso rebollar, entre su mayoría de ejemplares jóvenes, alguno muy viejo, que bosque tan bonito, sobre todo ahora que está en plena explosión de verdor. Bordeo los fuertes cortados del Tossal Gros por su cara norte y durante un rato me acompaña el canto del cuco, claro síntoma primaveral.

Morella desde el Peiró Trencat

Deja de llover y clarea un poco pero el sol no se anima a salir, de todas formas la temperatura es muy agradable. He cruzado dos masías que deben ser utilizadas como casas de fin de semana pues había varios coches a la puerta, la Mas de la Vall de Santa Águeda y el Mas de Cap d´Ombría, en esta última he saludado a dos paisanos que había a la puerta.

Paso al lado de la Font de les Roques, aquí sacio mi sed en su fresco y abundante chorro, hay un abrevadero para el ganado, me queda muy poco para llegar a la cima, donde llego al cabo de 1,30 horas, a partir de aquí será crestear un buen rato y después descender hasta Morella, de ella tengo la primera panorámica en la distancia. La bonita Morella alrededor de una escarpada roca sobre cuya cima se conservan las ruinas de un antiguo castillo, la vista desde aquí es magnífica.

Morella

Abandono la cresta en la collada del Peiró Trencat situado a 1.150 mts. de altura y donde hay construido un monumento de piedra y un pequeño hueco con dos imágenes que no sé precisar si son religiosas, supongo que sí. Saludo a un matrimonio de paisanos que cuida de las vacas y comienzo el descenso, ahora entre carrascas y aulagas, siempre por el bonito camino empedrado que en la mayor parte está perdido. Cruzo varias masias, curiosamente alguna de ellas se ha apropiado del camino, es decir lo ha cerrado a la entrada y salida, por tanto el caminante deberá bordear las casas incluso subiendo y bajando por rocas, todo un espolio de una vía de comunicación pública. Llego a la base de un barranco y continúo por él hasta llegar al puente y confluencia de la carretera Vinarós-Morella, continúo por ella durante otros 4 kmts. soportando el intenso tráfico que se dirige a visitar la bonita ciudad. Poco antes de entrar en Morella hay una gasolinera, aquí intentaré retornar a casa, no hay servicio de bus los sábados y festivos, por tanto a ver si hay suerte.

Morella

La ciudad la conozco perfectamente, además en un día de diario cuando todo está tranquilo y se puede visitar sin agobios, hoy debe ser lo contrario, constantes caravanas de vehículos de todas partes entran en ella y muy pocos salen, quiere decir que estará abarrotada. Tampoco hay taxis, por tanto no me queda más remedio que rogar por la caridad de algún conductor, cosa que logro, un joven se apiada de mí y me baja a Vinaros, también cogerá el tren, pero hacia Barcelona, yo lo haré hacia Valencia. Son casi las dos de la tarde y el siguiente hacia el sur pasará a las 2,20, de tal forma que he tenido una suerte bárbara, incluso en Valencia, aunque tenga que hacer una espera de menos de una hora, tomo otro tren que me dejará en Madrid a las 8,15 de la tarde.
Con esta etapa y las últimas jornadas he completado el cruce, desde Andorra, de toda Cataluña, que añadido a las anteriores por el País Valenciano significan más de la mitad del recorrido del GR 7 hasta Algeciras, han sido más de 800 kmts. recorridos en diferentes épocas del año y en la medida en que he tenido tiempo disponible. Más adelante planificaré la continuación por Murcia, Granada, Málaga y Cádiz, averiguando si está completada la balización y si las guías topográficas se han editado, etc.