BENASAL – VISTABELLA – SAN JOAN DE PENYAGOLOSA Kmts. 35

Día 1º-3-95. Después de un opíparo desayuno que amablemente me preparan los dueños del hostal y siendo las 8,15 de la mañana comienzo la jornada, al igual que ayer muy fresca, pero despejado y muy soleado. Inicio la senda ascendiendo por un camino muy inclinado al principio, hacia Font D´Ensegures, balneario de aguas termales con varias edificaciones que en esta época del año están cerradas, no obstante se aprecia que el lugar debe ser visitado por gran número de clientes en la temporada que imagino será en verano.

Al fondo Penyagolosa

Benasal también es un pueblo con algunas construcciones medievales bien conservadas, murallas, arcos, etc. hay un museo que no puedo visitar. Una vez cruzado el Balneario comienzo otro ascenso por camino que lleva a la Ermita de San Cristóbal, aunque la senda gira hacia la derecha antes de llegar a dicha ermita, no me di cuenta y continué hasta la cumbre donde hay una explanada y la mencionada ermita. Desde aquí se divisa un panorama a la redonda de más de 30 kmts., hermosas vistas. Distingo a lo lejos y a unos 4 o 5 kmts. el pueblecito de Culla, lugar por donde he de pasar a continuación, primero he de descender pasando por una masía, luego una planicie y al final otro pequeño ascenso hasta el pueblo.

Aunque el viento sopla del norte, por tanto bastante frío, me va dando de espalda así que puedo caminar bien. Me voy acercando a Culla, en lo alto de su muela un derruido castillo y también una parte medieval muy bien conservada, las casas tienen mucha similitud a las de Castilla, sobre todo las puertas de madera.

Al fondo Ares del Maestre

Entro en el pueblo cuando el reloj de la iglesia toca las 10, a la entrada hay una panadería que huele muy bien, así que entro a comprar pan y algún dulce, todo es artesano, me enrollo un buen rato con el dueño y a continuación una breve visita al pueblo. A la salida tengo una panorámica de las profundas depresiones que tengo que superar en las próximas horas para llegar a San Joan de Penyagolosa, realmente impresionantes los relieves y la distancia, pero el día tiene muchas horas y mi ánimo y humor extraordinarios. Inicio el descenso a la primera depresión a través de uno de los barrancos afluentes del cauce principal que es el Río Montlleó, es el Barranc de la Peña del Corb con impresionantes paredones a ambos lados, a través de una senda pedregosa y muy inclinada, están construyendo una pista forestal, por tanto destruyendo este maravilloso paraje.

Culla y Penyagolosa

Una colonia de buitres tiene los oteaderos en lo alto de los paredones de más de 200 mts. en vertical. La erosión aparece nada más comenzar el barranco lo que da idea de las fuertes trombas y tormentas que tiempos atrás debieron caer sobre la zona. Al cabo de unos 20 minutos abandono el barranco por mi izquierda para comenzar el descenso por el cordal y así zigzagueando bajar al cauce del río Montlleó que ya intuyo en la enorme depresión con 600 mts. de desnivel.

Depresión del Río Montlleó

La bajada por el estrecho sendero entre matorrales y algún pino aislado, resto de bosques arrasados por incendios, el calor comienza a apretar. Poco antes de llegar al cauce la senda cruza por medio de una antigua masía es el Mas de Lalar, donde hay un antiguo pozo con un letrero que dice “Hecho en el año 1922” con abundante y fresca agua para beber, al lado un milenario roble, también resto de lo que fue la abundante vegetación mediterránea de la zona ahora desaparecida casi por completo. Finalmente llego al retorcido y seco cauce del Montlleó, al lado de la Fuente del Molinar con buen chorro de agua.

Ermita de Sant Cristófol desde Culla

El cauce es un lugar inhóspito y reseco, pero se aprecian las señales del agua que debe circular en momentos puntuales y cortos, me imagino una riada salvaje, las aguas bajando turbias y violentas arrastrando piedras y árboles, realmente estremecedor, el cauce baja siempre encajonado con hoces entre los 90 y 180 grados, aún no habiendo rastro alguno de agua impresiona imaginarse atrapado entre los paredones en una fuerte tormenta. Inicio el ascenso de nuevo por la otra orilla, son otros 400 mts. de subida, muy inclinada y aunque no me da el sol, la senda va entre un bosque de pino, empapo la camiseta y la camisa, el sudor me cae a chorros. Me imagino estas subidas en pleno verano, debe ser mortal, no hace la menor brisa, estoy en un profundo hoyo. Una vez que he ascendido a unas derruidas casas, es el Mas de Capote en una zona antiguamente cultivada, comienza una pista que me lleva a la Ermita de San Bertomeu, que debió ser monasterio.

Barranc de la Penya del Corb

Hay una fuente con abrevadero, el agua está congelada, en lo alto se aprecian las ruinas del Castillo del Boi. Continúo por la pista, que va faldeando la Sierra del Boi por la ladera sur-este, para pasar por el Más Nou, una casa que aunque deshabitada se conserva muy bien, en una gran piedra en la entrada figura el año de su construcción 1.684. Sigo faldeando sobre los 1.000 mts. de altura hacia un gran barranco, es el Barranco del Águila, fuertes paredones a ambos lados con un diminuto cauce de agua, ahora estoy casi en su parte más alta.

Llego a la collada y a la vista de un amplio plano con sembrados, pero de Vistabella no hay ni rastro, no me imagino por donde cae. Al lado del camino hay otra fuente con abrevadero, el hielo en los desagües y las fisuras indica las bajas temperaturas de la mañana. Finalmente y siendo las 3 de la tarde llego a Vistabella, famoso pueblo por la tradición de soltar un toro por la noche con antorchas en los cuernos para diversión del personal, esto se hace, supongo en verano. Se halla a unos 1.250 mts. de altura, por tanto es muy frío en invierno, imagino que será frecuente que nieve. Almuerzo en el bar, de mochila, los paisanos están jugando la partida, entre ellos el cura.

Derpresión del Montlleó - Mas de Lalar

Como pienso dormir en el Monasterio de San Joan, el cura me indica que está cerrado pero hay un lugar libre para pernoctar, es una habitación con el piso de madera. A las 4,30, después de un largo y relajado almuerzo, retomo la senda para dirigirme al Monasterio a pasar la noche como un ermitaño. Antes de salir del pueblo, desde una cabina, llamo por teléfono a casa, en el Monasterio no hay ni luz, a continuación reemprendo la marcha por una senda muy estrecha, primero por una ladera de la loma que es la separación de un gran barranco por la izquierda y por la derecha un gran valle, a continuación paso al lado derecho de la loma penetrando en un bonito bosque de pino con algún resto de roble y carrasca, alfombrado de hierba, ha sido un paseo muy agradable acompañado por los cantos de los pájaros y una tarde fresca pero soleada. Me voy acercando a Penyagolosa, es una cumbre muy alta y estilizada, su ladera norte, que es la que voy viendo, llena de pinos. Paso por varias masias abandonadas, la última el Mas dels Arcs y a continuación cruzo la carretera que asciende al Monasterio y abandono la cabecera del gran valle con sembrados llamado el Llano de Arriba y comienzo el ascenso por un antiguo camino a través del pinar ganando altura para pasar al valle donde se asienta el Monasterio. De nuevo tomo la carretera asfaltada para pasar por una zona de recreo, que están ampliando, con barbacoas, fuentes, bancos, etc. todo para que los visitantes se diviertan al lado del coche, pobre bosque de pinos que poca vida le queda.

Mas de Lalar

Cuando comienza a oscurecer y siendo las 6,30 llego al Monasterio, son una serie de construcciones, alrededor de una plaza y un antiguo olmo. Me acomodo en el albergue libre, es una habitación con la mitad del suelo de madera, aquí es donde dormiré, en la planta baja hay otra habitación con bancos, mesas y una chimenea. Como empieza a hacer mucho frío y anochecer, rápidamente recojo leña por los alrededores y me acomodo al lado de la chimenea, preparo una buena fogata, con un trocito de chorizo y una rebanada de pan me arreglo para cenar, al poco rato a descansar. La soledad es absoluta, para ir de la habitación de la chimenea al albergue tengo que salir y dar la vuelta al edificio, con tanta oscuridad, el viento frío soplando fuerte y los pinos moviéndose, la verdad es que impone, así que cierro el albergue por dentro y a dormir en el suelo. He de reconocer que la señalización del GR es buena, solamente algún pequeño despiste, pero por culpa mía, también los tiempos y distancias que marca la guía son correctas. Me he acostado a las 9, durante toda la noche a soplado un viento aterrador, racheado, con tanta fuerza que daba la sensación que se lo llevaba todo, la altitud es superior a los 1.300 mts. Gracias que me traje el saco de plumas, de otra manera hubiera pasado frío. A las 7 de la mañana me he levantado, la temperatura debía ser de 5 grados bajo cero, continuando el fuerte viento a rachas. De todas formas puedo decir que he dormido bastante bien.