REBOLLAR – VENTA GAETA Kmts. 32.

Día 22-2-96. He tomado el Auto Res en Madrid, muy temprano y a las 11,30 de la mañana me ha dejado en el Rebollar, pueblo que dista muy poco de Requena en la carretera Madrid-Valencia.

Plana de Utiel

Antes de emprender la marcha he comprado pan en la panadería del pueblo y a las 12 abandonaba el Rebollar a través de una carretera comarcal que inmediatamente comenzaba a ascender a unas lomas ofreciéndome unas hermosas panorámicas de toda la Plana de Utiel-Requena, en este punto al final de dicha plana comienza la depresión de la Foia de Buñol. Casi toda la plana está sembrada de viñedos. Me he cruzado con un pastor que cuidaba un rebaño, hemos comentado sobre el aire tan helador que sopla del norte, afortunadamente me dará de espalda, voy en dirección sur. Después de descender a un profundo barranco llamado Hondo del Fresnal y perder la senda en alguna ocasión, hay momentos que transcurre por zonas de matorrales y no hay forma de seguir las señales.

Plana de Utiel

Una vez en la base del barranco y al lado de una cabaña, comienzo a ascender a través de una pista forestal que termina en un collado al lado de unos repetidores de TV y radio que había visto a lo lejos, situados en el Alto de Cantacucos. En el collado la pista gira a la derecha para bordear la cima del monte y pasar al lado del Campamento de las Moratillas. He encontrado varios charcos helados, incluso algo de nieve en las laderas de umbría, a pesar de no haber mucha altura, menos de 900 mts. En el campamento me he situado en un lugar soleado, protegido del viento, es una especie de piscina, así que como es la hora del almuerzo he repuesto fuerzas y por medio del teléfono móvil he hablado con casa.

Caserío de Mijares

Me sorprendo de lo que adelanta la técnica, hace un par de años no me lo hubiera creído, poder hablar por teléfono desde cualquier lugar, por remoto que sea. Como la jornada aún es larga, a las 2,30 continúo mi camino en dirección a unas montañas que distingo enfrente, a lo lejos, es la Sierra de Martés que tendré que atravesar más adelante esta misma tarde.

Sierra de Martés

Ando con algo de prisa, en poco más de 6 horas tendré que caminar 32 kmts. para llegar a pernoctar en Venta Gaeta, así que con el menor despiste se me haría de noche por el camino. Según parece por ésta zona ha llovido algo, no mucho, los ríos llevan algo de agua, así que he tenido alguna dificultad al vadearlos, el primero el Mijares que gracias a que las botas que llevo no se calan, si no me hubiera tenido que descalzar.

Ascenso a la Sierra de Martés

El segundo río que he tenido que cruzar ha sido el Magro, aquí no me he andado con remilgos, lo he pasado corriendo, eso sí con el agua hasta casi las rodillas. He pasado por la Fuente del Pocico de Valentín donde he bebido buenos tragos de su rica y fresca agua, algo más adelante, siempre entre un bosque de pinos, cruzo las ruinas de unas antiguas edificaciones, son los viejos Baños de Tabarla. Algo más abajo en un recodo del Río Magro, el Campamento de Tabarla, bonito lugar para la acampada.

A continuación inicio un fuerte ascenso por unos cortados donde he tenido de nuevo problemas con las señales del GR, decido ascender a derecho, sin miramientos, eso sí sudando tinta. Finalmente, una vez ascendidos unos 100 mts. me topo con la senda, que subía haciendo zig-zags por la escarpada loma.

Pico del Ñoño

El ascenso y cruce de la Sierra de Martés se me hace bastante largo, para evitar el fuerte desnivel, mas de 500 mts. la senda va dando vueltas y más vueltas, bueno así me he cansado menos. Una vez en la cumbre tengo extraordinarias vistas, aunque estoy a casi 60 kmts. de la costa, diviso perfectamente el mar azul en una larga franja, incluso los barcos navegando.

Al fondo los cortados del Júcar

En el pico más alto, el Pico del Ñoño, hay una estación repetidora de señales además de una casa forestal, paso al lado por un collado unos 75 mts. más abajo.

Desde éste collado, Collado de Pepín a 1.000 mts. de altura, veo claramente, hacia el sur, la Muela del Albeitar y los cortados que forma la Hoz del río Júcar a la altura de Cortes de Pallás, que a esta hora de la tarde a medida que le da el sol, adquiere unas tonalidades doradas muy bonitas. También veo abajo en el valle la Venta Gaeta, destino final de la jornada, es un pequeño caserío donde no hay donde dormir. Los últimos dos kmts. son a través de un camino, así que me lo tomo con tranquilidad, aunque está oscureciendo y al estar el pueblo metido en un valle, lo ha cubierto la sombra del atardecer, pero es un momento bonito del día y quiero disfrutarlo.

En el valle la Venta Gaeta

He ido a ver al alcalde, de nombre Venancio, quién amablemente me ha ofrecido la clínica donde pasa consulta el médico, está recién construida y con todas las comodidades, incluso tiene calefacción, dormiré en la camilla de la consulta. Son las 7,30 y hace un frío del demonio, estoy en el bar del pueblo, los dueños son muy amables, se dedican a la cría de corderos, me darán de cenar. Hay una estufa encendida, encima está lleno de morcillas colgadas para que se sequen. Estoy bastante cansado, seguro que dormiré bien.