TREVÉLEZ - LANJARÓN
Kmts. 39
Día 8-4-01. A las 7,30 en pié de guerra y a las 8 abandono Trevélez, hace un frío del demonio, he de llevar las manos metidas en los bolsillos, como es domingo no hay ni un alma alrededor, parece que todo está paralizado, además como en el valle aún no da el sol hay una quietud y silencio absoluto.
Tomo la carretera con el fin de, si tengo suerte, que algún coche me baje al pueblo de Busquístar, que está a unos 12 kmts., así que cuando llevo caminados un par de kmts., aparece un todoterreno, Jesús, que es guía de excursiones, me acerca amablemente hasta el primer pueblo. Comienzo la jornada, ahora ya la temperatura mucho más agradable, tomando el GR en dirección a Pitres y antes de entrar en el mismo paso por la Fuente Agria, intento beber de ella y llevarme llena la cantimplora, pero es imposible, un sabor desagradable como a gaseosa salada, es ferruginosa y donde cae hay una capa como de óxido, será muy buena para la salud pero me ha sido imposible beberla. Cruzo Pitres y comienzo un fuerte ascenso a una pequeña aldea llamada Capilerilla, con varios "tinaos", una especie de pasadizos y rincones muy acogedores.
Las siguientes horas serán de una intensa emoción, la llegada al Valle del Río Poqueira, que para mí es el más bonito que he visto por Las Alpujarras, especialmente sus tres hermosos pueblos, Pampaneira, Bubión y Capileira. Pero vayamos por partes, en la subida al collado en la cuerda separadora de los dos valles, me cruzo con un numeroso grupo de caminantes extranjeros, algo que se repetirá durante todo el día, incluso muchos de ellos tienen casa aquí en Las Alpujarras y vienen a pasar largas temporadas, especialmente en el invierno.
Cuando voy llegando al collado comienzo a divisar las cumbres nevadas superiores a los 3.000 mts., así que abandono la senda y a través de una pista, me dirijo a un alto y así tener una perspectiva más completa. Hermoso panorama, bonitas cumbres nevadas y para completar el espectáculo, abajo en el verde valle, los tres pueblos, a cual más hermoso y bien conservado. Un paisano en un coche viene por la pista, me dice que puedo bajar mucho más rápido a Bubión a través de un sendero que sale a la izquierda de la carretera que sube desde Capileira hasta el Mirador de Trevélez, a más de 2.000 mts. de altura, en otra ocasión subiré a dicho lugar. Cuando voy a tomar el sendero aparece un matrimonio holandés con quienes me entretengo un rato de charla.
En pocos minutos llego a Bubión y en la terraza de un bar me tomo un merecido desayuno, el sol calienta de lo lindo. A través de otro hermoso sendero empedrado bajo a Pampaneira, el pueblo está lleno de gente, no me extraña, es de los más bonitos que he visto, callejuelas estrechas e inclinadas y todo perfectamente conservado. En una tienda compro un mapa recién publicado del conjunto de Sierra Nevada, llamo a casa por teléfono y en una panadería compro una torta de chicharrones hecha en casa y que me durará dos días, total 200 pts. a pesar de estar deliciosa. Hacia la 1 y en pleno ascenso al otro valle, me paro a la sombra de los árboles y con un buen chorro de agua para beber daré cuenta de un buen trozo de la rica torta de chicharrones.
En el camino a Soportújar voy teniendo una buena panorámica del Valle de Órgiva, a sus espaldas el centinela permanente de la Sierra de Lújar y al fondo la depresión que forma el Río Guadalfeo, incluso puedo contemplar el mar a través del corte del río muy cerca de Motril. A las 2,30 cruzo Soportújar y en la primera taberna que encuentro me paro a hacer un pequeño paréntesis, dos grandes vasos de fresca cerveza acompañadas, como es costumbre por aquí por las deliciosas y abundantes tapas y que por 300 pts. quedo para dormir una siesta.
Durante un buen rato continúo al lado de una gran acequia que surte al pueblo, así se hace más agradable el camino. Al llegar al cruce del Río Chico, que tiene fama de violento y arrollador por sus crecidas, se ha construido un gran dique, que lo fue en el año 1942, con el fin de desacelerar la fuerza de las aguas y los aluviones, este conforma una gran cascada con un ruido atronador. El dique está colmatado, por tanto no creo que en la actualidad sirva para lo que fue construido. La senda bordea completamente el barranco para arribar al pueblo de Cañar, otro pueblo de la misma forma que los demás, todos ellos sobre los 1.000 mts. de altura y a continuación a cruzar el siguiente barranco, este es el de las Peñas con enorme profundidad.
Una vez lo he cruzado, unos 200 mts. más abajo, sale una columna de humo, por supuesto me mosqueo, el viento viene hacia mí, así que apuro el paso, a los pocos minutos aparece un helicóptero, pero la columna de humo se va diluyendo, el aparato sobrevuela varias veces el lugar y se retira, ahora me quedo más tranquilo. Al superar una loma aparece, abajo, Lanjarón, gran población famosa por sus aguas termales y aguas minerales envasadas. Se encuentra a unos 660 mts. de altura, por tanto con un clima más templado, he visto varios naranjos según realizaba el largo y duro descenso. Larga también la distancia desde que inicio el cruce y llego al núcleo central.
Tomo
habitación en el Hotel Miramar,
algo más
lujoso de lo que estoy acostumbrado pero bueno por esta vez y como última
noche por Las Alpujarras tiraremos la casa
por la ventana. De momento el simpático encargado del hotel me ha recomendado, para cenar,
un bar restaurante, muy cerca, de nombre "Los Mariscos",
especializado en pescados de buena calidad y a buen precio,
según me dice la
materia prima la traen de Motril, que está aquí bien cerca.
Todo extraordinario, vaya acierto, económica cena y sabrosos pescados
fritos además de magnífica atención, recordaré el
lugar. Como siempre a las 10,30 en la cama a descansar que me lo tengo
merecido. |