ALHAMA DE GRANADA (VENTORRO) – ALFARNATEJO Kmts. 43

Día 8-3-02. Se acumulan en mi memoria tantos recuerdos, hermosos parajes, bonitas montañas, preciosas vistas de lugares totalmente desconocidos para mí, que me parece increíble que todo haya ocurrido en el transcurso de un solo día. Cuando comienzo a recordar las primeras horas, al amanecer, tengo la sensación de que ocurrió hace dos o tres jornadas.

Sierra Tejeda - Maroma

En este momento, realizando la crónica, me encuentro sentado en el bar del pueblo de Alfarnatejo, los paisanos juegan a las cartas con mucha animación, mientras estoy en una sala que hace las veces de comedor con una gran chimenea, desgraciadamente apagada y no es que la temperatura sea alta. He buscado a la farmacéutica (Mili) que es quien tiene la llave de una casa en la plaza, que alquilan, supongo en verano, así que me he ubicado en una habitación muy fresquita, más bien heladora, para dormir pondré otro par de mantas y a sudar? Bueno, comencemos a las 7 de esta mañana, después de un largo y reparador descanso, me quedé dormido a las 9,30 de la noche, sin oir ni una mosca. Salgo a la carretera a las 7,30 en que comienza a amanecer, todo está blanco de la intensa helada, ahora mismo hace bajo cero, así que me tengo que poner hasta los guantes, sin embargo los patos y el resto de aves siguen disfrutando de las heladoras aguas.

Descenso a Robledal Bajo

Tomo la carretera en dirección a Alhama durante unos metros y cruzar, por un puente, el cauce del Río Alhama, cuyas aguas represadas son dirigidas, mediante un canal subterráneo, al Embalse de los Bermejales. Puedo ver, al fondo del barranco y en un alto, Alhama de Granada. Enseguida tomo una pista a mi izquierda, señalizada con balizas del GR7 y un letrero indicador “A la Alcaicería 1,30 horas”. La pista va ascendiendo suavemente al lado del Arroyo de Tocalán, dejando a ambos lados una serie de cortijos y lagares con explotaciones de almendros, olivos y vides muy bien cuidados. Al llegar al collado a poco más de 1.000 mts de altura, tengo enfrente la Sierra Tejeda y su principal cumbre, Maroma (2.069 mts.) cubierta por la nieve y ahora iluminada por el sol, hermoso espectáculo, adornado por los verdes valles y las laderas cubiertas de pinos.

Descenso a Robledal Bajo

Me subo a un alto para hacer unas fotos y continúo, ahora descendiendo apaciblemente hasta un cruce de pistas, donde hay letreros indicadores, “A Arenas del Rey 2,30 horas”, “A Alhama de Granada 1,50 horas”, yo sigo hacia la Alcaicería durante otros 15/20 minutos en que la pista, por donde voy, desemboca en la carretera Ventas de Zafarraya-Alhama, donde hay una buena cafetería-hotel-restaurante “Los Caños de la Alcaicería”.

A pesar de haberme terminado la torta de ayer, me tomo un buen tazón de café con leche bien dulce. Aunque el GR sigue un camino llamado de los Caños, hay que ir a tomarlo hacia atrás, como la carretera no parece tener mucho tráfico, la sigo en línea recta, solo molestado por unos camiones que continuamente van y vienen de una cantera. Intento tomar otro camino por la izquierda, pero llega a un punto donde comienza a ascender hacia zonas altas y ese no es mi plan, así que continúo por la carretera, teniendo enfrente el Morrón de la Cuna, un escarpado torreón algo separado del cordal.

Sierra Tejeda - Maroma

El GR7 asciende y pasa al otro lado, por una senda bordea la zona sur por la Aldea de Espino y empalma en el Boquete de Zafarraya con el itinerario que yo voy a seguir. Entro en una gran planicie rodeada de montañas y curiosamente no hay ningún punto donde el agua tenga una salida, por tanto, esta se filtrará y vaya Ud. a saber adonde va. La llanura es muy fértil pues hay explotaciones industriales y las alcachofas, tomates, lechugas, judías, etc. son los productos más plantados. Llego a Ventas de Zafarraya, aquí terminaba una vía de ferrocarril, ahora desmantelada, la estación se ha convertido en bar-restaurante y como esta vía la tenía marcada en el mapa, pues por ella sigo hacia el Boquete, que es un enorme corte en el cordal montañoso calcáreo.

Lado Sur del Boquete de Zafarraya

La vía cruza el Boquete por un puente sobre la carretera y salva el gran peñón a través de un corto túnel. Aquí comienzo a ver las balizas roja y blanca del GR7 e hitos de madera bien señalizados, estoy en la provincia de Málaga, Comarca de la Axarquia, que para mi sorpresa, es una zona muy verde y bonita. La cima cumbre, Maroma, ahora vista desde el lado sur, también con mucha nieve, contraste con el azul del mar que distingo abajo, al fondo, me voy a mover entre los 900/1000 mts. de altura, por tanto, durante todo el día, las vistas alcanzarán muchos kilómetros. La antigua vía circula sin perder altura, bordeando, por su lado sur, la Sierra de Alhama, hasta el Cerro López, aquí la abandono por la derecha, a través de un camino, hay letreros indicadores, por la vía se sigue a Periana, la que yo tomo, a Guaro y la aldea de Marchamona en lo alto de la ladera, bien soleada. Voy viendo, a lo lejos y en la distancia, dos escarpados cerros separados por un collado, imagino que son, el Morrón de Gragea y Peña Negra, por donde pasaré mañana, también un pueblo en lo alto de un monte, me dicen es Comares, realmente espectacular.

Por la antigua vía férrea hacia Guaro

Abajo el Embalse de la Viñuela, con sus aguas verde-azuladas y lleno a rebosar. A la 1 llego al pueblo de Guaro con bonitas casas blancas y bastante nuevas, lo cruzo y a la salida entro en un recién construido restaurante “El caserón de Guaro”, donde el dueño y un cliente del pueblo pasan las aburridas horas, claro hasta que yo llego, Antonio “el gran bigote” parecía que esperaba que alguien animara el cotarro, así que, en lo que me tomo un par de cañas, con morcilla y carne guisada, además de un buen café, una hora pasó en animada charla, incluso con saludos para la dueña de otro lugar por donde pasaré más tarde. Ahora el calor es sofocante, vaya contraste con las primeras horas de la mañana, sigo para cruzar una carretera que, desde Periana, sube al Puerto del Sol y conecta con Alfarnate. El GR7 bordea, por una pista, los contrafuertes de la Sierra de Enmedio pasando por varios cortijos y siempre teniendo las hermosas panorámicas de alrededor.

Alto de Doña Ana

Desde el Cortijo de la Cueva continúo entre viejísimos olivos y dejando a mi derecha unos escarpados paredones, para bajar a la Cortijada Pulgarín, en la carretera que sube a Alfarnatejo a través del barranco que forma el Río Sabar. En Pulgarín entro en el bar a tomarme una cerveza y un buen trozo de queso fresco de cabra realmente delicioso y por supuesto, darle a la dueña los saludos de Antonio “el gran bigote” de Guaro, según me dice le han comprado los cabritos varias veces. Salgo de Pulgarín y enseguida tomo a la izquierda, aquí paso por la última señal del GR, no volveré a verlas hasta el Torcal de Antequera, esto será mañana, por una pista que se dirige al Cortijo de Doña Ana, primero baja a cruzar el Río Sabar por un puente y comienza una inclinada cuesta para pasar al lado de dicho cortijo, que en verdad son varias casas de recreo nuevas. Durante varios metros una inclinada cuesta me deja sin resuello, son 200 mts. de desnivel vertical, por la derecha las imponentes paredes del Alto de Doña Ana y algo más adelante la estilizada mole del Alto de Gomer. Abajo, en un entorno muy verde, Riogordo, población importante de la comarca y de frente la “Serrecilla del Rey”, por detrás el más importante cordal, Sierra Camarolo, formando parte de la espina dorsal del Sistema Penibético.

Alto de Gomer

Desde hace mucho rato el camino que traía ha desaparecido para convertirse en una estrecha senda que a veces se pierde totalmente y he de caminar monte a través. Antes de comenzar el descenso, un par de pequeños perros salen ladrando de unos matorrales, el dueño, bastante sordo, estaba sentado pelando cardos para el potaje, según me dice, es de Alfarnetejo y según me comenta no encontraré sitio donde dormir, salvo en su pueblo, así que, en lugar de salir al punto kilométrico520 de la carretera, tomo una senda y me dirijo a Alfarnatejo a pasar la noche. Paso por un viejo cortijo donde dos pastores atienden un numeroso rebaño de ovejas y cientos de corderitos, se ofrecen a llevarme en su 4x4 a Alfarnatejo, pero al cabo de una hora, cuando recojan el ganado, les agradezco el ofrecimiento, pero continúo mi ruta a pie y algo más adelante otros dos pastores cuidan de otro rebaño de cabras, son las 5 de la tarde y aún me quedan unos 3 kmts. para llegar al pueblo, pero los paisanos tienen ganas de palique, así que en entretenida charla con Salvador y Antonio, me paso casi media hora. Sigo la pista para dar vista a Alfarnatejo, que está ubicado en la ladera sur de la Sierra de Enmedio y en un cerrado valle, al lado del Río Sabar. Son pasadas las 6 y voy a buscar a la señora que tiene una casa para alquilar, se llama Mili y es la farmacéutica, total que pasadas las 7,30, ya ubicado para pasar la noche, bajo al bar de la plaza donde me preparan una suculenta cena, sopa de picadillo calentita y deliciosa y una buena chuleta con abundante ración de patatas fritas a la vieja usanza. Intentaré conseguir un taxi que me lleve los 11/12 kmts. hasta el punto de la carretera donde pretendo, a las 8 de la mañana retomar la senda y llegar a Antequera.