ALFARNATEJO (P.K. 523) – ANTEQUERA Kmts. 19

Día 9-3-02. Anoche, después de invitar a mi amigo Salvador a una cerveza y resolver, con la ayuda del mismo Salvador, el problema del traslado, mañana a primera hora, hasta el punto kilométrico 523, lugar exacto para la continuación del GR7, entro en la casa, que está precisamente al lado del bar de la plaza, encontrándome con una temperatura gélida, me meto en la cama con la ropa puesta, desde luego, si me llego a quitar la ropa me hubiera quedado como la momia de Tutankamen para siempre, a pesar de varias mantas y arropado hasta la cabeza, hubo de pasar más de media hora y entrar un poco en calor, luego contra la mañana, cuando me despertaba y me había destapado la oreja, esta se me quedaba congelada y de nuevo a taparme completamente.

Alto de Gomer

Como había quedado con el padre de Mili, la farmaceútica, en que a las 8 en punto me recogería a la puerta, pues a esa misma hora estaba haciendo guardia en la plaza, el buen hombre tenía que ir a trabajar a Málaga y, con el fin de resolverme el problema, había madrugado algo más de lo necesario.

La mañana está espléndida, un sol radiante iluminando la cima del Chamizo (1.641 mts. de altura) máxima cumbre de la Sierra Camarolo.

Camino de Alfarnatejo

Hacia las 7 de la mañana me ha despertado el concierto de gallos, parecía un concurso por ver quien hacía el “kikirikí” con más salero, luego el orfeón de los gorriones, una bullanga a todo volumen, estos son los sonidos que animan mi fresco amanecer. Junto a mi benefactor, tomamos la carretera para descender unos 11 kmts. hasta el punto 523 donde se inicia el “Camino de Antequera a Alfarnetejo” con unos indicadores muy bien informados, “Ruta de los Tajos” (Colmenar) con indicaciones de tiempos de recorrido, etc. etc., con la única salvedad de que en un punto el camino se termina y es como si hubiera desaparecido mágicamente. Bueno, pues inicio el camino que, poco a poco, va tomando altura y pasar por la puerta del Cortijo El Malagueño, teniendo a la derecha los contrafuertes de la Sierra Prieta y las hermosas vistas de todo el valle del Río Guadalmedina.

Camino de Alfarnatejo - Antequera

Algo más adelante paso por el Cortijo Realengo y en el Cortijo Fuente de los Vaqueros es donde el camino pone fin, enfrente la escarpada Peña Negra y a la derecha del collado, el Morrón de Gragea.

Quiero indicar que en ningún momento veo ninguna indicación del GR7, es decir, desde ayer en la Cortijada Pulgarín, no he vuelto a ver ninguna señal roja y blanca. De acuerdo con la experiencia, desde la entrada en Málaga, el trazado del itinerario del GR7 solo es realizado por caminos y carreteras, en el momento en que el camino se convierte en senda o la misma senda no tiene un trazado claro, no se considera adecuado a trayecto del GR7 y por tanto utilizar un recorrido mucho mayor en distancia.

Cortijo Realengo y Sierra Prieta

Vuelvo al punto donde el camino termina en el Cortijo Fuente de los Vaqueros, ahora, campo a través y de forma directa me dirijo al collado que divide la Peña Negra y el Morrón de Gragea, cruzando algún sembrado y zonas pisadas por las cabras y ovejas, la subida al collado está indicada en grandes rocas por enormes cruces blancas que se ven en largas distancias.

En lo alto del collado, que es separador de cuencas, por la derecha la cuenca del Guadalhorce y por la izquierda la del Guadalmedina, tengo unas panorámicas imponentes, a mis pies la Sierra del Co y algo más adelante, hacia el sur-oeste, la Sierra de las Cabras por cuyo Puerto de las Pedrizas cruza la autovía a Málaga, algo más hacia el sur destaca la Sierra de las Nieves, ahora con sus cumbres cubiertas por un manto blanco.

Peña Negra y el Collado

Algo más cerca, el Torcal de Antequera y mi inmediato destino, la aldea de Villanueva de Cauche, pegada a la autovía. He de realizar un inclinado descenso desde los 1.200 mts. hasta los 700 mts., en principio a través de una zona herbosa y pedregosa, las piedras están húmedas y parecen cubiertas de aceite, resbalan solo de pensarlo, por tanto he de hacer el descenso cuidadosamente. Llego a una pista que, poco a poco y atrochando de vez en cuando, me lleva al Cortijo Fresneda, que es una enorme mansión con fortificaciones de vigilancia, parece más bien una especie de estancia militar, ahora convertida en magnífica mansión. Sigo por la carretera hasta Villanueva de Cauche, donde llego siendo las 10,30, cruzo por debajo de la autovía y tomo una senda, algo cubierta por la vegetación, que me asciende hasta el Cortijo Los Guardias, eso sí, de forma directa.

Villanueva de Cauche y el Torcal

Ahora he vuelto a realizar un fuerte ascenso y por tanto estoy de nuevo a más de 800 mts. de altura, en las faldas de la Sierra de las Cabras y dando vista, ya muy cerca, al Torcal de Antequera. Tomo el camino al Cortijo Los Migueles, que teóricamente debería seguir un trayecto directo, pero la limpieza de las fincas ha convertido el camino en vertedero de rocas, por tanto algo difícil para caminar, a veces he de cruzar los sembrados, finalmente tomo un camino que asciende desde el Cortijo Las Provincias y que, según mi apreciación, es el que ha seguido la señalización del GR7, pues al final, en el entronque con la carretera que sube al Torcal, hay varias señales indicadoras del GR7, por ejemplo, “A Villanueva de Cauche 2,30 horas”, yo he tardado menos de dos por el camino descrito, por tanto éste ha de dar un enorme rodeo.

El Torcal de Antequera

Son las 12 y ahora me toca descender a través de la carretera por donde hay bastante tráfico, es sábado y muchos coches suben y bajan del Torcal. Tengo a la vista toda la planicie de Los Llanos de Antequera y la depresión del Río Guadalhorce, ahora desciendo plácidamente hasta el Nacimiento La Villa, que es el surgimiento de un manantial de gran cauce, donde se ha construido una gran fuente y un estanque con zonas de esparcimiento y recreo, por supuesto, lleno de coches, desperdicios y lo de siempre, masificación de urbanitas con sus “loritos” a toda máquina, “llegar, ver y largarse”, por supuesto dejando muestras de su paso por el lugar.

Antequera

Como es la 1,30 y en Antequera, que está a 4 kmts. de distancia y un autobús pasará, con destino Madrid, a las 2, pido ayuda a un automovilista que llena sus bidones en la fuente y al poco rato estoy en la estación de autobuses de Antequera esperando el bus para Madrid, donde llego a las 8,30 de la tarde. He de indicar que he quedado impresionado por la belleza de Antequera, me prometo una detenida visita, no solo a la ciudad, sino al Torcal también, con toda la tranquilidad e intensidad que se merecen.