TUDANCA – CUERNÓN DE PEÑA SAGRA – CAHECHO Kmts. 37

Día 14-6-03. Cuando salgo a la calle, a las 7 de la mañana, quedo sorprendido por la bochornosa temperatura ambiente, realmente sofocante, aún habiendo dormido tapado toda la noche, claro las casas de estos pueblos montañeses, de piedra y con los muros muy anchos, mantienen una temperatura interior muy agradable. Antes de salir de Tudanca, visito la Casona de Tudanca que fue propiedad del célebre escritor montañés Dn. José María de Cossio, en la actualidad convertida en biblioteca-museo, es una gran casa que destaca del resto, sin desmerecer el bello pueblo que está declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional, que de forma reiterada fotografiaré desde diferentes puntos, destacando por su bella arquitectura y hermoso emplazamiento.

Camino del Potro-Tudanca-La Lastra-Santotís

Tomo dirección a La Lastra cruzando primero el Río Nansa y abordar el duro ascenso al Collau Jou Abellan, que veo en lo alto con un desnivel de 500 metros. La guía del GR71 recomienda abandonar la pista, que da muchos giros, para tomar una senda directa por la parte izquierda del Barranco el Vallejo de la Lastra, pero he de cruzar los barrancos que bajan por la izquierda, además las sendas que ha hecho el ganado no son muy directas, así que, ya muy alto, empalmo con la pista para ascender con más tranquilidad. La mañana sigue algo brumosa y el sol no aparece por ningún lado, cosa que agradezco, pues el fuerte desnivel, con el sol pegando en mi espalda, sería mortal. A las 8,15 llego al collado que se ubica a 1.017 mts. de altura y a una distancia de la salida de 5 kmts. que me han hecho empapar la ropa, dos águilas planean vigilando los movimientos de las yeguas y sus crías que pastan en los verdes prados. De frente, el cordal de Peña Sagra, a la derecha el Valle del Río Vendul y el pueblo de San Sebastian de Garabandal, que no puedo distinguir. Giro la vista atrás y veo las cumbres y collados cruzados ayer, también Tudanca y La Lastra abajo en los márgenes del Río Nansa, un bonito panorama.

San Mamés


Una pista viene del Valle del Vendul y sigue hacia San Sebastian, yo asciendo para dar comenzar el paso por el Camino del Potro, bello camino, que en algunos tramos muestra su empedrada base de lajas, interpreto que fue una antigua vía de comunicación entre los pueblos del Valle de Polaciones y los valles hacia la costa. El escarpado salto que produce el Río Nansa entre los cortes de El Potro y Peña Bejo, donde se ha construido la Presa de La Cohilla, antiguamente debía ser un paso imposible, por eso la importancia del Camino del Potro. Se mantiene, a nivel, por la desarbolada ladera, a una altura de 1.000/1.100 metros con bellos y amplios panoramas, hasta pasar el Collado Rigololla, dando vista al hermoso Valle de Polaciones y sus recoletos y bonitos pueblos, Puente Pumar, Lombraña y Uznayo, con el fondo de la Peña Labra, Pico Tres Mares y Cornón, un paraje sobresaliente con muchos bosques y praderas.
Hago una breve parada en el Mirador del Potro pero el fuerte viento me obliga a iniciar el descenso hacia un barranco con mucha vegetación, grandes ejemplares de roble melojo, gigantescos y centenarios, con abundante sombra y humedad, los arroyos bajan con fresca y limpia agua, lleno la cantimplora y bebo con avaricia de todos ellos, una delicia esta parte del empedrado camino. Finaliza este en una pista de tierra para llegar a los Invernales de Tromeo, para un poco mas adelante salir a la carretera y a los pocos metros llegar al pueblo de Pejanda, al lado de la carretera, con posada y restaurante. Entro en Casa Molleda, donde hay toda una colección de raveles o bandurrias además de otros utensilios tradicionales, fotografías antiguas, carteles, etc. etc. todo un museo del Valle de Polaciones, concursos y encuentros de músicas tradicionales, músicos purriegos, pandereteras, bandurrieros, canciones montañesas, etc. etc. Angel me atiende como si fuera un viejo amigo, dándome toda clase de explicaciones de lo que curiosamente le pregunto, también me sirve un plato de rico queso de la zona y buenas natillas caseras, total que la parada ha sido muy instructiva además de reconfortante.

Peña Labra y Puerto de Piedrasluengas

Tomo la carretera que sube a la aldea de San Mamés, que cruzo sin encontrar a nadie, para seguir, ahora por una pista de tierra, hacia el Collado de las Invernaillas. Ha salido el sol para calentar bien, al menos todo se ha despejado y las vistas y panorámicas serán inolvidables.
Cuando estoy a 1.200 metros de altura, tengo una fugaz vista, a través de dos collados, del Macizo de Picos de Europa y Peña Prieta, esto es el aperitivo de lo que veré cuando me eleve más alto. Grandes bloques de rocas aglomeradas con rollos o cantos redondos, como cementados, conformando gigantescos bloques que se han desprendido de las cumbres de Peña Sagra y han venido a parar al lado del camino. Hacia los 1.350 metros de altura ya puedo contemplar, desde el Curavacas, Peña Prieta, Puerto de San Glorio, Coriscao, Picos de Europa, además de los Montes Rilores, Peña Cigal, Puertos de Pineda, realmente espectacular, todo un panorama y abajo el amplio Valle del Río Pejanda a mis pies, soberbio. Antes de llegar al Collado de las Invernaillas, cruzo un bello abedular con grandes ejemplares y una fresca sombra.
A la 1 llego al collado, con amplias praderas muy verdes llenas de florecillas, a los pies de Peña Sagra, el collado se sitúa a 1.570 metros de altura, he caminado 22 kmts. en 5 horas, tiempo total empleado 6,15 horas, tiempo parado 1,15 horas.

Peña Prieta y Curavacas

Como no quiero dejar pasar esta ocasión de ascender al Cuernón de Peña Sagra y ocasión más propicia, es posible que no la vuelva a tener, tomo un camino que me va ascendiendo suavemente hasta el cordal, la cumbre se halla a algo más de 200 metros del cordal principal, con zonas muy escarpadas. Doy alcance a un matrimonio de Valladolid con una niña de unos 6/7 años y un perro, les acompaño un buen trayecto, no tengo ninguna prisa, pues pasaré la noche en el pueblo de Cahecho y desde aquí serán unas 3 horas sin muchas prisas. El matrimonio, al ver que el camino de ascenso se complica, se quedan aquí, yo continúo por la gran pedrera y los complicados últimos 60 metros a través de un estrecho y escarpado corredor. Arriba en la cumbre, más solo que la una, disfruto a placer de los panoramas, algo preocupado por una tormenta que se está desarrollando por Peña Labra y podría tomar esta dirección. Veo, desde esta alta atalaya a 2.046 metros de altura, el Collau Jou Abellán, donde estaba por la mañana muy temprano, no me imaginaba entonces que unas horas más tarde me hallaría aquí arriba, 1.000 metros más alto. Inicio el descenso, con la intención de bajar de forma directa hacia la Ermita de Nuestra Sra. De La Luz “La Santuca”, imagen patrona de Liébana y Polaciones, para ello tomo un inclinado descenso, evitando, en la parte más baja, la zona de altas retamas.

La Liébana desde el Cuernón

Enlazo de nuevo con las balizas blanca y roja del GR71 en la Vega el Prau, donde hay un pequeño refugio, dedicado a Dn. Juan José Pérez de la Torre y que puede servir para una emergencia. Sigo a derecho por las praderas para llegar a la Ermita de Nª Srª de la Luz “La Santuca” con un rectángulo al lado para jugar a los bolos, muy popular en Cantabria. Después de llenar la cantimplora en una fuente, me ubico a la fresca sombra de las hayas, en una pradera y hacer un prolongado descanso. He caminado 28,5 kmts. en 6,47 horas efectivas y 8,35 horas totales, son las 3,30 y estoy a 1.324 metros de altura. En la placidez del lugar y la deliciosa temperatura, me relajo hasta las 4,15, cuando una colonia de unos 50 buitres comienzan a tomar tierra en un barranco cercano, sorprendente la técnica de aterrizaje, me acerco con precaución y resulta ser una falsa alarma, solo queda un par de ellos, el resto tomó las de villadiego, fue una falsa alarma. Sigo la pista, ahora bajo el intenso calor y fuerte temperatura, hasta entrar en un hermoso bosque de acebos gigantescos, ejemplares como nunca había visto, toda una joya de bosque, igual que otro, algo más abajo, de enormes ejemplares de roble melojo, extraordinarios árboles con frondosa sombra que invita al descanso placentero. Desde la cumbre del Pico Paraes se desprende una impetuosa cascada por el inclinado cortado, a pesar de no tener mucho caudal, el ruido del agua al caer llama mi atención.
Cruzo el Bosque del Dornaco con sus bellos robles y verdes helechares, alivian esta última parte del camino, sobre todo por la intensidad del calor.

Cahecho


A las 5,45 entro en el pueblo de Luriezo, típica arquitectura montañesa de sus casas, muy bien conservado y a 760 metros de altura, rodeado de gigantescos ejemplares de castaño. Tomo ahora la carretera hasta Cahecho y en dos kilómetros me hallo en el mismo. Cahecho es un pueblo a 827 metros de altura con extraordinarias panorámicas de las montañas de alrededor, donde se han construido y rehabilitado varias casas para posadas y hospederías.
Son las 6,15 de la tarde y como mi amigo Gonzalo me ha reservado habitación en la Posada Torcaz, la bella posada de Gonzalo, La Fuente de Somave estará completa durante todo el fin de semana.
Después de un buen aseo y cuando estoy sentado escribiendo la crónica, mi amigo Gonzalo pasa a visitarme y a charlar animadamente durante un buen rato. Deliciosa cena, refrescante atardecer a través de la ventana abierta, aprecio la entrada de la fresca brisa que me reconforta y prepara para el relajado y merecido descanso nocturno.

Datos del GPS: Kmts. recorridos 37. Tiempo empleado total 11,23 horas. Tiempo en movimiento 8,34 horas. Tiempo detenido 2,49 horas. Media en movimiento 4,3 kmts. hora.

PERFIL DE LA JORNADA