SELAYA – LA VEGA DE PAS – PTO.
DE LAS ESTACAS DE TRUEBA Kmts. 31
Día 12-10-03. Nada mas salir de Selaya me encuentro con la primera
dificultad para seguir el itinerario del GR74, es verdad que al cruzar
el puente sobre el Río Pisueña veo una baliza roja y blanca
indicándome el comienzo de un callejo a la derecha, pero a los
pocos metros, en una especie de plazoleta, ya no sé por donde
seguir, así que considerando la experiencia de ayer con la deficiente
señalización y que el tiempo no se presenta como los días
anteriores, tomo la decisión de ir por la carretera, que realmente
sigue un curso muy similar que el GR y a corta distancia, además
por esta carretera no circulan casi coches, solo comunica Selaya con
La Vega de Pas a través del Puerto de
la Braguía, la carretera
tiene muy buen firme y ha sido acondicionada recientemente.
No puedo por menos de hacer referencia al episodio nocturno.
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Selaya en el ascenso al Pto de la Braguía |
Cuando
estaba profundamente dormido, supongo hacia la medianoche, me despierta
la animada
tertulia de un grupo de personas, clientes de la posada, que en animada
charla se han sentado al lado de la ventana de mi habitación.
Abro la ventana, aviso a los contertulios que si aquella animada charla
continuaba, me añadiría a ella, pues no podría seguir
en mi apacible descanso nocturno con aquella serenata. Rápidamente
se disolvió la reunión y cada mochuelo a su olivo, como
tiene que ser a estas horas de la noche. El resto fue de un relajado
y profundo descanso.
Como decía al principio, al salir a la calle, antes de las 8 de
la mañana, unas nubes cubren el cielo movidas por el fuerte viento
del sur, la oscuridad es total y el augurio no es nada favorable. Aún
así salgo decidido a seguir la ruta, no sin antes tomarme un buen
desayuno en el bar donde cené anoche y que ahora está abierto.
Saludo a algunos cazadores que se disponen a alegrar la mañana
a tiros y salgo de Selaya para cambiar de rumbo enseguida
y tomar la hermosa carretera que va tomando altura rápidamente. El suelo
de la carretera lleno de bellotas y castañas que caen por doquier,
incluso he de proteger mi cabeza nuevamente cuando escucho el golpeteo
sobre las ramas.
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Descenso a la Vega de Pas |
A medida que voy tomando altura, Selaya se halla
a 230 metros, voy teniendo una buena panorámica de todo el amplio valle que forma el Río
Pisueña, también del Puerto del Caracol en
el cordal que separa este valle del otro paralelo y que descendí ayer tarde,
el Río Miera, también las altas montañas que cierran
todos estos valles, que sirven de separación de la Meseta
Superior y continuación del Cordal Cantábrico,
montañas que
superan los 1.700 metros de altura en algunos casos.
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Descenso a Vega de Pas |
A las 10 llego al Puerto de la Braguía a
720 metros de altura con un viento infernal que me hace tambalear,
me tengo
que meter en la
parada de autobús que está protegida y así hacer
una breve parada. Doy vista al Valle del Río Pas,
su pueblo más
emblemático La Vega de Pas, rodeado de
verde ahora que le da el sol de plano, las cumbres de Castro Valnera que
lo cierran por el norte y el Puerto de las Estacas de Trueba,
además de otra serie de
valles más pequeños conformando lo que se denomina La
Pasieguería.
También puedo ver hacia el oeste, las suaves montañas en
su continuación hacia Reinosa y el Puerto
del Escudo.
Une vez he descendido algunos metros, en una fuerte curva, hay
varios coches y un cazador arropado hasta las cejas y muerto de
frío
comunicándose por radio con los compañeros apostados en
otros lugares y controlando la “caza”, me dice que en lugar
de bajar por la carretera que da mil y una curvas, puedo tomar un camino
de tierra que nace aquí mismo y me evito dar tantas vueltas. Algo
más abajo una paisana que lleva las vacas a una finca, me dice
que a derecho por lo prados llegaré más rápido,
buen consejo, salto la cerca y por la mullida hierba llego a La
Vega de Pas en pocos minutos, son las 11 de la mañana.
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Vega de Pas |
Entro en el bello pueblo por la parte más antigua destacando la
forma de construcción de sus casas de piedra con una balconada
de madera cerrada y acristalada siempre orientada para aprovechar los
rayos del sol, hermosas y sólidas casas con el tejado de pizarra.
Un primer valle que se adentra hacia el este para desembocar en el circo
que cierran las altas cumbres de Castro Valnera,
superiores a los 1.700 metros de altura. El segundo valle es
el que utiliza la
carretera que
asciende hacia el Puerto de las Estacas de Trueba y
continuación
hasta la bonita población burgalesa de Espinosa de los
Monteros.
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Puente sobre el Río Yera |
En la plaza del pueblo hay un pequeño mercadillo y un bonito bar
con un cartel en la puerta “Chocolate con Sobaos”,
tentadora oferta que acepto gustoso, una gran taza de chocolate
caliente, un gigantesco
sobao y un buen descanso para reponer fuerzas y meditar sobre
el siguiente itinerario.
El seguimiento del itinerario hacia Reinosa lo
haré más
adelante, es decir en la próxima primavera, por tanto decido ascender
hasta el Puerto de las Estacas de Trueba que
según la opinión
de un paisano tiene un paisaje muy hermoso y con amplias vistas sobre
todos los valles pasiegos. Una vez recuperadas fuerzas y paseado por
el bello pueblo, tomo la carretera que asciende al puerto y que serán
contados los coches que circulen por ella, eso sí, disfrutaré de
un hermoso y recóndito valle donde se ubican, en gran cantidad,
las cabañas pasiegas rodeadas de paredes de piedra donde el ganado
pace con tranquilidad en los verdes prados.
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Valle del Río Yera |
Puedo
comprobar, desde la carretera, que un camino medieval, parte de La Vega de Pas y
asciende por el fondo del valle, cruzando en ocasiones el
río a través
de bellos y antiguos puentes de piedra para dar servicio a tantas cabañas
diseminadas por todo el valle. Este antiguo camino incluso comienza a
trepar por las escarpadas laderas para arribar también hasta el
Puerto de las Estacas de Trueba, qué lástima no haberlo
sabido antes, pues su tránsito hubiera sido mucho más placentero
que el asfalto, también es una pena que este hermoso sendero no
esté catalogado y señalado debidamente para disfrute de
senderistas y caminantes.
Aún me aguarda otra agradable sorpresa en el ascenso, por la loma
que divide los dos valles, hay como una línea recta que parte
del fondo de uno de los valles y en un ascenso suave, bordea la loma
y pasa al otro valle paralelo, es tan recta que tengo la sensación
de que pudiera ser una vía de ferrocarril. Ciertamente, al seguir
subiendo, descubro lo que parece una estación, con sus edificios
y un puente típico de las vías férreas, “claro,
el Túnel de La Engaña”, eso es, la vía férrea
no terminada, hoy día en completo abandono y ruina, incluso, según
me dice una pareja que luego me llevarían en su coche, el túnel
ha sufrido un desprendimiento y ha quedado bloqueado. Veo coches en la
propia estación, que han llegado a través de una pista
y gente que camina alrededor de las construcciones.
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Cabañas Pasiegas en las Estacas de Trueba |
Sigo el constante ascenso hasta cruzar al lado de una larga
y bella cascada por donde el agua se desprende para caer
en un
gran hoyo
conformando una amplia poza, aquí hago una breve parada y beber de su fresca
y pura agua. Hacia los 1.000 metros de altura puedo contemplar una amplia
distancia, incluso las zonas de costa donde el sol las ilumina profusamente,
aquí tan pronto se nubla como sale el sol de nuevo, no obstante
la tarde se presenta más bien lluviosa. Sigo viendo el camino
que asciende en zig-zag hasta el Puerto, pasando por delante de todas
las cabañas que incluso se ubican en las cercanías del
propio puerto.
Son las 2,30 cruzando el Puerto de las Estacas de Trueba que
se halla a 1.166 metros de altura, han sido 15 kmts. desde La Vega de
Pas, a la
derecha un pluviómetro y otro cartel de entrada en la Comunidad
de Castilla-León, por la izquierda las
imponentes cimas de Castro
Valnera y el fuerte viento continúa soplando, ahora se nubla completamente
con unas nubes negras amenazadoras. Voy descendiendo por el Valle
del Río Trueba, esta mucho más suave y amplio, cerrado por
la izquierda por los contrafuertes del Cordal Cantábrico que
separan los Valles de Soba y nacimiento
del Río Asón,
por donde pasé ayer tarde. Un joven y despistado zorro, con buen pelaje,
se presenta en medio de la carretera unos metros delante de mí,
de pronto se da cuenta de mi presencia y sale disparado.
Cuando llevo 2 kmts. andando y amenazando lluvia, un coche
pequeño
se para y me ayudan en el descenso hasta Espinosa de los Monteros, Eva y Sergio amablemente
me llevan hasta su hermoso pueblo muy cómodamente,
gracias.
En Espinosa de los Monteros, mientras
espero el autobús que me
llevaría hasta Burgos, descarga
una copiosa lluvia que dura casi toda la tarde. No habría de esperar a la hora del autobús,
Miguel en su furgoneta-casa y sus tres
simpáticos hijos, me llevan
hasta casa en agradable charla, llegamos a Madrid a
las 10, gracias amigo Miguel.
Datos del GPS: Distancia recorrida 31 kmts. Tiempo total empleado 6,50
horas. Tiempo parado 35 minutos. Tiempo efectivo 6,15 minutos.
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