PRÓLOGO

Para ir completando el conocimiento de esta hermosa tierra montañesa, me faltaba la parte oriental, Alto Asón, Valle de Soba, Valle de Riomiera, Valle del Río Pisueña, Valle del Río Pas y Valle de Luena, unos rodeados de suaves montañas y otros por escarpadas y desnudas paredes kársticas, contrastando sus colores plateados contra los verdes praderíos y bellos bosques de hayas, robles y pinos.

Ramales de la Victoria


El llegar a Ramales de la Victoria ha resultado algo diferente a como lo tenía previsto, pues las líneas de autobuses, cuando se trata de itinerarios poco importantes entre pueblos, cambian los horarios y las rutas a su antojo sin siguiera avisar a los usuarios. En este caso, consultados los servicios en Internet, entre Bilbao y Ramales, se ha eliminado el trayecto entre el pueblo de Lanestosa y Ramales, son 6 kmts. que gracias a un paisano que amablemente me traslada en su coche. Si la salida de Bilbao estaba anunciada para las 12,30, cuando realmente se puso en marcha el bus fue 20 minutos mas tarde. Total que si ya la etapa que tenía previsto hacer entre Ramales y La Gándara, partiendo a las 2,30, andaría justito de tiempo, con 45 minutos de retraso ya no podría arriesgarme a que se me hiciera de noche por la montaña. Decidido, dormiré en Ramales y aprovecharé la hermosa tarde para subir a una buena atalaya y conocer los alrededores.

Alrededores de Ramales de la Victoria


También el recorrido de la mañana en el autobús me ha permitido conocer una parte del interior de Vizcaya que no conocía, Las Encartaciones y el bonito Valle de Carrantza haciendo frontera con Cantabria y los Montes de Ordunte que separan Vizcaya de Burgos así como separación hidrográfica de la cuenca del Río Ebro de la del Cantábrico, bellos pueblos y bonitos panoramas.
Después de tomar habitación en el Hostal la Sobana, me acerco a ver un puente medieval sobre el Río Asón, recomendación que me hace el guardia municipal que amablemente atiende mis indagaciones. Veo unos carteles que anuncian la “Ruta Histórica-Natural Camino de Carlos V” y “Senda Fluvial”. Según quiero entender, se trataría de la recuperación del itinerario que realizó el monarca para llegar a Yuste en el Valle de la Vera (Cáceres), donde acabó sus días. Dicha ruta cruza el Río Asón a través de este bello y sólido puente medieval y según me comentan los paisanos, esta ruta parte de Laredo y se dirige a Medina de Pomar.

Ramales de la Victoria


Una vez realizado este corto trayecto a la vera del Asón a través de un callejo (calleja entre paredes de piedra que dividen fincas), decido subir a un elevado monte adornado con varias antenas, lo llaman La Sierra y es una perfecta atalaya para tener una panorámica completa en un amplio radio.

Ramales de la Victoria


El del Río Asón, que viene del oeste dando un gran rodeo a través del Valle de Ruesga pues el cordal calizo que lo cierra por el norte, no le permite seguir su camino natural hacia el Cantábrico, de tal forma que ha de dar este rodeo hasta Ramales de la Victoria, bordeando la Sierra del Hornijo, en Ramales se encuentra con el Río Gándara y el Río Calera y un poco más abajo se le une también el Río Carrantza, para desembocar en la Ría de Santoña a pocos kilómetros de distancia.
El ascenso al elevado monte lo realizo a través de una pista que poco a poco gana altura y me va permitiendo observar los escarpados montes de alrededor, Sierra del Hornijo, Montes de Ordunte y otras moles calizas de ciertas dimensiones. Un zorro poco lustroso sale de entre los matorrales y continúa corriendo por el camino durante unos metros hasta esconderse de nuevo. La tarde es espléndida, han despejado las nieblas altas quedándose un cielo azul y un sol radiante, la temperatura es deliciosa, ojalá se repita mañana.
Pasadas las 6 de la tarde regreso a Ramales, por tanto las contrariedades de la mañana se han convertido en estupendas horas vespertinas disfrutadas intensamente.

Ramales de la Victoria