FRIAS – PUENTE ARENAS – VALDENOCEDA
43,4 K.
Día 15-10-10. Desde Frías el itinerario balizado del GR85 sigue un curso hacia Tobera demasiado largo y si aparente razón,
como consecuencia de caminar en estas primeras horas de la madrugada
cuando aún es de noche, prefiero tomar el más directo camino
hacia Tobera que está balizado con las señales amarilla
y blanca de un Sendero de Pequeño Recorrido que me llevará en
pocos minutos hasta Tobera.
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Tobera |
Como la jornada va a ser algo larga y pretendo terminar el recorrido
por el GR85 en esta ocasión en Valdenoceda en
pleno Valle
de Valdivielso para retornar a casa, me levanto bien temprano
y a las 7h45m salgo a la fría madrugada, aún no ha amanecido así que he
de ayudarme con la linterna durante los primeros 30 minutos hasta Tobera.
Tomo pues el sendero que sigue por la parte alta de la carretera entre
bojes y carrascas hasta dar vista al iluminado pueblo de Tobera donde
entro cuando comienza a amanecer.
Cruzo el pueblo que se halla a los pies del escarpado desfiladero que
conforma el Río Molinar algo mas abajo de las
cascadas por donde el río viertes sus escasas aguas en este caso,
para tomar un estrecho camino que asciende por los cortados calizos hasta
la Ermita
Nuestra Señora de la Hoz, puente medieval y Humilladero
del Cristo de los Remedios ubicados en el sobrecogedor entorno
de elevadas paredes calizas.
La penumbra aún oscurece estos bellos monumentos arquitectónicos,
no obstante esta es la segunda ocasión que tengo de contemplarlos
con detenimiento y placer pues nada interrumpe la soledad y recogimiento
del lugar, son estas horas muy intempestivas para otros visitantes.
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Riberas del Río Ebro |
Sigo el curso en ascenso del Río Molinar por
la carretera acompañado
por las imponentes torres y torcas calizas como vigilantes de mis pasos
por este escarpado desfiladero horadado por las aguas del río
en su curso hacia el Ebro, antes ha recogido las
aguas provenientes de diferentes arroyos que bajan de las cumbres
de los Montes Obarenes.
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Tartalés de Cilla |
Al cabo de un par de kilómetros abandono la carretera en el P.K
14 por la derecha para tomar un camino rural en ascenso hacia el pequeño
pueblo de Villanueva de los Montes, ahora el terreno
ya es mas ondulado y menos agresivo. Este itinerario lo comparte
el GR85 con
el GR1006 por
las estribaciones de la Sierra de la Llana hasta
llegar a una gran planicie sobre los 900 metros de altura que aparentemente
en tiempos debió ser
zona de cultivo o pastizales ahora abandonados y en completa soledad únicamente
el berreo de algunas corzas logra romper el absoluto silencio.
La mañana se mantiene fresca con brumas cubriendo el cielo puesto
que el sol no lo veré en toda la jornada salvo en momentos puntuales
y muy cortos, mejor puesto que para caminar con cierto brío es
mejor no haga calor, luego a última hora la lluvia hará su
aparición de forma muy suave.
Al llegar a una suave hondonada doy vista a la aldea de Villanueva
de los Montes ubicada en un remoto lugar adonde llega
una pista asfaltada que viene de Oña habitada
por 4 o 5 familias que según
me cuenta Jose no es que se lleven muy bien entre
ellos, es decir, son pocos y mal avenidos. Cruzo la aldea sin ver
a nadie pero oigo a algún
paisano trabajando en una de las casas y los perros que ladran ente mi
presencia. Un cartel al lado de la ruinosa iglesia me informa de que
estoy en el Parque Natural Montes Obarenes – San Zadornil.
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Hoz de Tartalés |
Abandono la pequeña aldea por un camino de tierra en dirección
a Cillaperlata y abordar el imponente desnivel
casi en vertical de unos 350 metros a través de una hermosa senda entre bojes. Antes, en
el camino, me encuentro con dos paisanos parados en plena charla, se
trata de un cazador con rifle al hombro y Jose,
con este último
seguiré durante unos metros en agradable charla, el cazador está controlando
los jabalíes para la batida correspondiente. En los breves minutos
que sigo junto a Jose me cuenta infinidad de cosas relativas a su persona,
la aldea, los montes alrededor y el camino que he de seguir para descender
a Cillaperlata. Por ejemplo, me cuenta que el
cultivo de la patata fue uno de los principales medios de vida
de los habitantes
de Villanueva.
Todo un personaje este Jose.
Tomo la estrecha senda que ha sido limpiada de maleza recientemente
pues de otra forma hubiera sido imposible caminar por ella, el
boj la puede
tapar por completo en muy poco tiempo. Comienzo el interminable
zigzagueo muy inclinado por algunas zonas de pedriza donde he
de poner sumo
cuidado para no resbalar, doy vista a unas escarpadas paredes
estrechas como
cuchillos de un color anaranjado abajo en una estrecha hoz.
Al llegar al plano con amplios cultivos, es esta una zona muy
fértil
por el acolmatamiento de los arrastres del Río Ebro,
unos manzanos al borde del camino me ofrecen sus ricos y maduros
frutos, manzanas rojas
dulces y bien sabrosas, es mi desayuno abundante después de un
par de horas de duro esfuerzo, las como con verdadero placer durante
un buen trayecto pues llené el sombrero y así las voy saboreando
despacito.
Se une aquí el GR85 al GR99 Camino del
Ebro, ambos seguirán
un largo trayecto hasta Hoz de Valdivielso,
por tanto lugares ya pisados y bien conocidos algunos meses atrás.
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Antigua senda de acceso a Tartalés de los Montes |
Tomo ahora, en lugar de ir hacia Trespaderne,
por la ribera arbolada del Ebro, caminando
por alamedas coloridas y placenteras arboledas al lado de las
aguas
brillantes
y quietas del gran río hasta arribar
a la entrada a la espectacular Hoz de la Horadada.
Cruzo el Río
Ebro por un puente contemplando desde el mismo las
bonitas riberas cubiertas de grandes árboles ahora brillando sus hojas con el bonito colorido
amarillo de su manto otoñal.
Durante un pequeño tramo he de caminar por el arcén de
la carretera principal hasta cruzar debajo del puente del ferrocarril
de la abandonada vía férrea, aquí tomo la senda
que inicia el ascenso hacia la aldea de Tartalés de Cilla dando
vista a las escarpadas paredes rocosas de la Hoz de la Horadada,
imponente espectáculo. Además también por mi derecha cierran
este escarpado lugar las estribaciones calizas de la Sierra de
la Tesla con sus torres, gendarmes y verticales paredes,
un lugar realmente sobrecogedor.
Cruzo la conocida y pequeña aldea de Tartalés de Cilla
para continuar el ascenso largo y algo pesado hasta
el Collado
de la Muñeca (941m), vuelvo a recordar mi anterior
visita a la ermita rupestre Eremitorio de San Pedro (VII-VIII). Este
ascenso se me hace algo pesado y largo aunque es a través de un bonito bosque y su
ameno entorno rodeado de las paredes escarpadas de El Hayal y
sus bonitos hayales.
A las 13h15m cruzo el collado, salgo del Parque Natural Montes
Obarenes – San
Zadornil y penetro en el Valle de Valdivielso,
desde aquí contemplo
lo abrupta que es la Sierra de la Tesla, todo
un macizo escarpado sobre todo por la ladera sur, puesto que
la norte
es mucho
mas suave. Unas
negras nubes amenazadoras penetran por el oeste, mal síntoma,
aprieto el paso no me pille la lluvia por estas alturas.
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San Pedro de Tejada |
Otro largo recorrido por la pista hasta llegar a Tartalés de los
Montes otra pequeña aldea ubicada en un bonito paraje en lo alto
de la Hoz de Tartalés donde se han
restaurado varias casas y con mucho ganado por los alrededores
pues tiene
muchas zona de pasto, es
muy húmedo el terreno pues está regado por los diferentes
arroyos que bajan de la Sierra de la Tesla.
Vuelvo a cruzar la Hoz de Tartalés pasando
un buen rato contemplando la larga cascada del Arroyo de Tartalés que
se desprende por las paredes calizas y el túnel horadado para poder acceder al pueblo
de Tartalés. Años atrás un antiguo sendero horadado
en la caliza superaba el estrecho y vertiginoso barranco con evidente
peligro para que los vecinos pudieran llegar a su pueblo en burros cargados
de provisiones, ahora una pista penetra por dicho túnel con acceso
para vehículos.
Accedo de lleno al Valle de Valdivielso contemplando
la gran explanada por donde circula el Río Ebro y
los pueblos en sus alrededores, cruzo Hoz de Valdivielso y
tomo una serie de caminos rurales que me van llevando de
pueblo en pueblo, el primero es Valhermosa,
para acceder a éste he de descender a un profundo barranco por una senda entre
vegetación de ribera muy abigarrada, es un bonito recorrido.
Aquí en Valhermosa comienza el chirimiri,
una llovizna que continuará sin
ir a mayores durante el resto de la excursión así que me
protejo contra la humedad, cubremochila y chubasquero pues he de evitar
que se moje el contenido de la mochila y no sé si la lluvia arreciará en
breve.
Voy pasando muy cerca de los cortados de la sierra que han
sido horadados por los arroyos en su descenso al Ebro,
paredes verticales que impresionan al verlas aquí tan cerca. Cruzo los pueblos de Arroyo
de Valdivielso,
y Quecedo de Valdivielso hasta dar vista
en lo alto al precioso templo de San Pedro de Tejada al
que me voy acercando despacio por un bello camino. Furtivamente
como
en la
ocasión anterior puesto que es
una propiedad privada y la visita ha de ser concertada y guiada, penetro
en los alrededores para contemplar de nuevo a placer esta joya del románico
con una extraordinaria conservación, lástima que la suave
lluvia desluzca un poco el disfrute placentero.
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Detalle de la portada de San Pedro de Tejada |
Sigo pocos metros adelante para llegar a Puente Arenas,
son ahora las 16h50m, y cruzar el Río Ebro por
un puente, aquí el GR85 sigue el Camino de El Almiñé,
yo daré por finalizado
mi recorrido algo mas adelante en Valdenoceda donde
intentaré tomar
el bus de Bilbao con destino a Burgos,
más adelante continuaré el
itinerario de este GR85 entre El Almiñé y Puentedey.
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Templo de San Pedro de Tejada |
Sigo por la carretera hasta la parada del Bus en Valdenoceda donde
llego a las 17h20m cuando la lluvia se hace algo mas
intensa, lo primero será recuperar
fuerzas, no he comido nada mas que las manzanas de la mañana y
un puñado de frutos secos así que un buen plato de morcilla
y unos “vasitos” de buen rioja me harán sentir reconfortado.
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Alamedas del Río Ebro en Valdivielso |
Hasta las 19h30m no llegará el bus de Bilbao con
lo que habré de
esperar mas de 1h30m y con el tráfico que habrá, si tiene
retraso, pues la llegada a Burgos puede
ser algo tarde para enlazar con otro transporte para Madrid así que me coloco en la carretera
e intentar que un alma caritativa se apiade de este senderista algo fatigado
y mojado. Bien pues el milagro se realiza, al cabo de pocos minutos un
conductor para su vehículo y rápidamente nos ponemos en
marcha. El alma caritativa en cuestión, que se ha apiadado de
este peregrino es nada menos que el cura de Villarcayo, Jesús
Castilla, que se dirige con ciertas prisas
a un acto religioso por ser hoy Santa Teresa y
ha de estar a las 19h cuando comience dicho importante
acto.
En buena charla, Jesús es también amante de las montañas
y el mundo rural, por tanto charlamos sobre lugares, montañas,
pueblos, comarcas, etc. etc. el viaje se nos pasa en un santiamén.
Doy mis gracias sinceras a Jesús por
el enorme favor prestado además de la amena charla. Gracias Jesús.
Datos del GPS: Distancia recorrida 43,4k. Tiempo en movimiento 8h32m.
Tiempo detenido 1,5m. Tiempo total empleado 9h33m. Media total 4,5 k/h.
Desnivel acumulado 1.103m.
PERFIL DE LA JORNADA |
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