PEÑALBA DE MANZANEDO – PUENTEDEY 28,4 K

Día 26-10-10. Concreté anoche con Jesús y Eulália en que a las 8 desayunaría, algo temprano para lo que ellos acostumbran, pero en esta ocasión harán un pequeño esfuerzo por tanto, después de una noche de plácido y confortable descanso sin el menor ruido que interrumpiera mi sueño, a las 7h30m me levanto, bajo al comedor ya preparado para la jornada, me encuentro con la mesa puesta con un apetitoso y completo desayuno, al poco rato aparecen Sergio y Teresa para acompañarme de nuevo en otra buena charla pues las intensas nieblas lo cubren todo y de esta forma hacemos algo de tiempo para que claree la mañana.

Ribera del Río Serna


A la interesante charla mañanera se añaden Jesús y Eulália, conversación que gira sobre la forma de vida de las gentes de estos pueblos remotos de las Merindades, total que cuando quiero salir a la helada mañana son las 9h, algo mas tarde de lo que acostumbro.
Todo alrededor está blanco por la intensa helada, ahora mismo no creo que la temperatura suba de los 4 grados bajo cero, he de abrigarme bien, incluso los guantes no me sobrarán, la niebla es muy espesa y húmeda pero algo mas tarde levantará y se quedará un espléndido y radiante día de otoño.

Sierra de Munilla


Tomo la carretera y retorno sobre mis pasos de ayer tarde hasta el pueblo de Consortes que dejo a mi izquierda, voy por el valle que conforma el Río Trifón algo mas bajo que mi senda, ésta se estrecha entre el bosque de quejigos y carrascas dejando a la derecha el pueblo de Lándraves hasta encontrarme con el Río Serna que cruzo por un rústico puente en un bello entorno de chopos y álamos gigantescos con sus hojas amarillas.

Soncillo-Valle de Bezana


La exuberante vegetación de ribera cubre todo el cauce del río, afortunadamente el sendero, en este tramo, se aprecia bien pisado pues el espectacular paraje que voy a cruzar en breve debe ser un lugar muy visitado puesto que bien merece esta caminata como a continuación explicaré. Las nieblas se van disipando para dejar al descubierto verticales paredes en forma de sierra con torres y espolones de vértigo, aún no me puedo imaginar por donde penetra el río, el lugar es soberbio.

Las Palancas


Voy superando la espesa arboleda acercándome a las escarpadas paredes calizas, parece que me cierran el paso pero al girar aparece un estrecho pasadizo de no mas de metro y medio de ancho por donde el agua no es muy abundante, sobre las piedras puedo pisar con cuidado pero supongo en los primeros cuatro meses del año habrá ciertas dificultades para pasar puesto que con un pequeño aumento del caudal habría que pasar con el agua hasta las rodillas. Si pongo los brazos en cruz puedo tocar ambas paredes, realmente impresionante el Paso de Las Palancas que así se denomina.
Si se está siguiendo el itinerario del GR85 y hubiera problemas en este paso, hay una alternativa ascendiendo por una canal inclinada, antes de llegar a Las Palancas y enlazar de nuevo con el balizado sendero en el Alto del Alguacil para continuar hacia el pueblo de Hoz de Árreba.
Una vez superado el estrechamiento de Las Palancas, la senda toma altura por verdes praderas y bonitos bosques de quejigo y rebollo, el suelo aún blanco de la helada pero el sol comienza a calentar con cierta fuerza levantando el vaho de la humedad del suelo. En poco rato llego al pueblo de Munilla desde donde contemplo todo el amplio hoyo o valle cubierto de espesos bosques, no me encuentro con nadie del pueblo, tampoco es que entre de lleno en su interior puesto que rápidamente comienzo un inclinado ascenso para cruzar la Sierra de Munilla hacia su ladera norte a través del bosque para llegar hasta un collado en el escarpado cordal que es precisamente el que cierra el estrechamiento de Las Palancas por su lado oeste, me acerco a una elevación para tener una panorámica completa hacia todos los puntos cardinales. Aparecen hacia el norte las Canales de Dulla que serán mi punto de referencia hasta el fin de la jornada, también las zonas altas del Cañón del Ebro, los valles del norte están cubiertos con las espesas nieblas que se van diluyendo por momentos.

Sierra de Munilla-Las Palancas


Comienzo el inclinado descenso por un estrecho sendero para llegar al Alto del Alguacil y continuar por un agradable valle hacia el pueblo de Hoz de Árreba a la vera del Río Trifón. Sigue ahora la senda por un camino empedrado a tramos, en otros por mullida hierba, en un punto descubro, algunos metros por delante, un par de jóvenes corzos que comen la tierna hierba, me muevo despacio sin hacer ningún ruido hasta acercarme bastante, pero el aviso lo reciben de un grupo de palomas que levantan el vuelo con gran alboroto, me descubren asustados y desaparecen como un relámpago.

Estrechamiento de Las Palancas


Sigo mi camino entre carrascas hasta llegar a una casa en una zona llamada La Herradura Agrícola donde dos grandes y fieros mastines la cuidan por fuera, uno está amarrado, el otro suelto, éste viene a mi encuentro con malas intenciones, le enseño los bastones con amenaza, se aviene a dejarme pasar pero ladrando con cierta agresividad, sigo el camino solitario hasta llegar al Alto de la Hoya desde donde doy vista al bonito Valle de Bezana, es un fértil terreno muy amplio y verde rodeado de un bonito hayedo, en el centro se ubica Soncillo, una población algo más grande que los diversos pueblos que he cruzado estos días.
Mi camino sigue por el centro del apacible valle por mullidas praderas donde pastan las yeguas con sus crías, dejo a la izquierda el pueblo de Torres de Abajo para entrar en Soncillo cruzando por su plaza principal, el pueblo tiene un albergue juvenil y una casa rural donde hospedarse. Salgo hacia un largo barranco que forma el Arroyo Saúl, poco a poco me voy introduciendo en el estrecho barranco a través de un bonito camino, los charcos en las zonas de umbría aún conservan el transparente hielo, incluso el barro está helado, así no me resbalo. Paso al lado de un viejo molino y algo mas adelante entro en la aldea de San Cibrian donde hay varias casas modernas de recreo, a la salida me cruzo con una señora que vuelve de su paseo matutino, se nota que no es una aldeana.
La senda desciende hacia el río para cruzar un bello hayedo con sus hojas de bonitos colores y el suelo cubierto de las que han caído, es todo un placer caminar por este remanso de paz, la luz no penetra debido a los gigantescos ejemplares con lo que la penumbra es total. Paso al lado de Las Pisas, unas cascadas por donde se desprenden las aguas cuando éstas son abundantes.
Cruzo el Barrio de Abajo del pueblo de Villabáscones de Bezana con casas en peligro de derrumbe, nadie por los alrededores. Desciendo a la base del Arroyo Saúl donde su estrecho cauce está cubierto por bonitos ejemplares de haya, de frente, a través de las copas de los árboles, aparece el Dulla y sus murallas calizas, estoy ya muy cerca.

Río Serna en Las Palancas


Desemboco en el pueblo de Quintanabaldo pasando por debajo de la vía del Ferrocarril inacabado Santander-Mediterráneo y la carretera al lado del cauce del Río Nela que será mi compañero durante los próximos km hasta Puentedey puesto que el GR85 aprovecha la antigua vía de tren para terminar su itinerario por la Merindad de Valdeporres. Tomo pues la vía fantasma durante casi 4k casi todos ellos cubierta de pequeñas piedras que ponen a prueba mis tobillos cruzando varias veces el cauce del Río Nela a través de varios puentes conservados, afortunadamente, en muy buen estado.

Hoz de las Palancas


A las 15h20m entro en Puentedey, final del recorrido balizado del GR85 desde Villasana de Mena, yo continuaré haciendo un recorrido muy personal hasta Espinosa de los Monteros para conocer en profundidad la Merindad de Sotoscueva.

Puentedey


Datos del GPS: Distancia recorrida 28,4k. Tiempo en movimiento 5h35m. Tiempo detenido 45m. Tiempo total empleado 6h20m. Media Total 4,5 k/h. Desnivel acumulado 674m.

PERFIL DE LA JORNADA