PEDRAZA – CEREZO DE ABAJO Kmts. 46

Día 2-6-03. Cuando Guillermo llama a la puerta de la habitación a las 7 de la mañana, ya estoy preparado y listo para afrontar la dura e interesante jornada, además fresco, relajado y dispuesto a comerme el mundo, como siempre, cuando lleve un montón de kilómetros a la espalda, será otra cosa bien diferente.
Me obsequia Guillermo con un par de manzanas para que los leones de mi estómago no empiecen a rugir bien temprano. Ahora toda Pedraza será para mí solito, puedo disfrutar de sus calles, sus monumentos, sus hermosas casas blasonadas, su sólido y bello castillo, los alrededores, todo un placer que disfruto sin interrupciones, coches, ruido, masa, etc. etc. ahora que el resplandeciente sol de la mañana se desparrama sobre el bello conjunto de casas, palacios, torres, calles, plaza y soportales, entrada a la villa, etc. etc., un verdadero placer para empezar el día.

Camino de Orejana


Desciendo hacia las ruinas del Convento Ntra. Sra. Del Carrascal y Puente del Caño, algo así como un acueducto y enseguida me encuentro las balizas blanca y roja del GR88 en una señal de tráfico y un poste telefónico, sigo por el camino que comienza a tomar altura al final del valle, para ir teniendo magníficas vistas del conjunto de la villa de Pedraza desde esta hermosa atalaya en dirección a Orejana. El bello caminito hasta Orejana, en algunos tramos visible su empedrado original, franqueado en algunos puntos por paredes de piedra, espesa vegetación en los húmedos valles y las laderas de los barrancos cubiertas por las hermosas sabinas, enebros y carrascas. En algún momento escucho el berreo de una cierva que llama a la cría al percibir el ruido u olfato de la presencia del peligro humano. Puedo asegurar que este pequeño tramo hasta Orejana es de una belleza incomparable, la mañana también acompaña, el rocío cubre la hierba y el tomillo, lavanda y otras plantas aromáticas desprenden sus perfumes alegrando el ambiente primaveral, la música la añaden cientos de pajarillos.

Villa de Pedraza


Doy vista a Orejana, que es una pequeña aldea, rodeada de bosque y con tierras muy productivas, es la base de un valle y por tanto se cultivan los cereales, huertas, pastos y una amplia zona de bosque, cruzo el pueblo sin ver a nadie y sigo el camino hacia la zona más alta llamada El Angostillo, con dos cerros a ambos lados del camino que llega al collado donde hay un crucero y cruce de caminos, el de mi derecha viene de otra pequeña aldea y por la izquierda sigue hacia Valleruela de Pedraza. Como quiera que no sé con precisión cual es el que he de seguir, tengo mis dudas, en un momento sigo hacia la izquierda, a Valleruela de Pedraza, pero veo que el camino gira mucho a la izquierda, vuelvo hacia el camino que seguía a través de las tierras, de forma directa, para empalmar más adelante en dirección a La Matilla. Cuando estoy en el camino oigo gente hablando detrás, son dos señoras que vienen de paseo y en plena charla, las espero para preguntarles los nombres de las zonas visibles y así ubicar mi posición en el mapa. Son de Valleruela de Sepúlveda y hacia dicho pueblo se dirigen, me dan las explicaciones pertinentes, las acompaño hasta la entrada del pueblo y aquí tomo un camino hacia la izquierda que me lleva hasta el cementerio y continuación, por una zona llana en lo alto, hasta el pueblo de Valdesaz.

Castillo de Castilnovo

El camino está empedrado y bastante amplio que se une a otro que viene del pueblo y continúa por una zona alta y plana denominada Hocino, me permite la visibilidad de un amplio radio, pueblos, verdes sembrados de trigo, campos de amapolas y margaritas, todo un bello panorama iluminado por el sol. Me voy acercando a la profunda depresión que conforma el Río San Juan, el pueblo de Valdesaz y el Condado de Castilnovo, también el pueblo de Villafranca al fondo a la derecha. A las 10,30 en punto entro en Valdesaz, que cruzo encontrándome un paisano con el que mantengo una breve charla, hay una casa rural con alojamiento y ahora me dirijo hacia el Castillo de Castilnovo que está a 200 metros. La ribera del río está cubierta de vegetación, grandes chopos y álamos, además de sembrados y prados muy verdes, llego al castillo, que puedo fotografiar a placer desde distintos ángulos y cuando paso por su entrada un letrero dice, “Centro Cultural Hispano Mejicano”, se pueden realizar visitas guiadas, previo contacto telefónico y pago, por supuesto. Sigo unos metros por la carretera y enseguida tomo un camino a la izquierda, antes de llegar al pueblo de Villafranca, este camino empalma con otro que viene del pueblo, unos 500 metros más adelante. Ahora ambos, en uno solo, se dirige a La Nava, pequeño pueblo muy cercano a Torrecilla, este algo más grande y ubicados en una vaguada con sembrados de cereales alrededor.

Sepúlveda - Iglesia de El Salvador

Cruzo La Nava y tomo otro bello camino que en ascenso llega a una loma donde hay un crucero, este camino tiene la base empedrada y se aprecia que fue muy utilizado antiguamente, por el desgaste de las lanchas calcáreas. Mientras me estoy cambiando de pantalones, pues el calor comienza a ser agobiante, un alimoche levante el vuelo desde un gran montón de piedras, hacía mucho tiempo que no veía un ejemplar de este ave carroñera, ahora ya mas fresco continúo hacia los grandes cortados que veo a poca distancia, son los últimos estertores del Río Caslilla antes de desembocar en el Río Duratón. Aquí, el Caslilla ha horadado unos profundos tajos con hoces violentas y altos paredones, muy similares a las Hoces del Duratón. El camino que sigo se termina y no me queda otra alternativa que intentar el descenso por los imponentes cortados, hago uso de mis habilidades montañeras y comienzo el descenso, a veces siguiendo las repisas herbosas y otras descendiendo a derecho según puedo. La verdad es que cualquiera que haya seguido este camino, al llegar aquí tengo mis dudas de que siguiera el vertiginoso descenso, además sin ninguna indicación de las balizas blanca y roja del GR88. Termino el descenso a la base del río, ahora encajonado entre altos farallones, comienza un camino de tierra al lado de una valla metálica muy cerca del cauce del río, la vegetación es exhuberante, alamedas, choperas, todo verde y húmedo.

Sepúlveda y la Hoz del Río Duratón

Al cabo de unos diez minutos, un puente me permite pasar al otro lado, ahora entre huertas y sembrados, aprovechando las fértiles y húmedas tierras, tomates, cebollas, ajos, etc. etc. A partir de aquí el camino está cementado y algo más adelante los coches de dos paisanos que atienden los sembrados, ya doy vista a Sepúlveda colgada de las escarpadas paredes, destacando su Iglesia románica de El Salvador, en lo alto, dominando esta bella villa. Se ha construido un túnel que pasa debajo de la villa para desembocar en el otro lado, es decir el cauce del Río Duratón, yo inicio el duro ascenso para penetrar en esta ilustre villa medieval con bellos monumentos, casonas, palacios, iglesias, calles empedradas, murallas, etc. con un emplazamiento estratégico y difícil de asaltar en las épocas de dominación romana, árabe o las luchas medievales. Entro en la plaza a las 12,30, he caminado 24,5 kmts. en 4,30 horas y he parado 30 minutos.

Ermita Románica de Duratón


Después de tomarme un par de cervezas en la plaza, disfrutar del entorno, muy tranquilo y sosegado de un día de diario, me desplazo a visitar, una vez más, la iglesia románica de El Salvador en la parte más alta de la ciudad, también de las hermosas vistas de todos los alrededores, Santuario de Nuestra Señora de la Peña, Hoces del Río Duratón y un panorama amplio y bello. Pasada la una del mediodía salgo en dirección al pueblo de Duratón por la carretera que tomo en la parte más alta, teniendo también desde aquí hermosas vistas de la ciudad y sus aledaños. Ahora por esta zona elevada, una fresca brisa amortigua el intenso sol del mediodía, voy teniendo a ambas manos, por la derecha las Hoces del Río Caslilla y por la izquierda las del Río Duratón y al fondo la Somosierra con sus conocidas cumbres, Pico del Lobo, Tres Provincias y Sierra de Ayllón un bello panorama.
Pero no puedo perder mucho tiempo, habré de tomar el autobús en Cerezo de Abajo a las 5,45, por tanto tendré que medir muy bien mis pasos, aún me queda una buena tirada.
Desciendo del alto cerro para llegar a las proximidades del Río Duratón y sus agradables alamedas, esta carretera local no tiene ningún tráfico, por tanto voy absolutamente relajado y disfrutando de la hermosa tarde. Un kilómetro antes de llegar a Duratón sobresale, del otro lado del río, un bello templo románico solitario en el campo al que se llega por un antiguo puente, no me lo pienso dos veces, cruzo un sembrado y me dirijo a cruzar el puente y llegar a la hermosa iglesia románica, todo un descubrimiento en la soledad y hermosura del verde entorno, está muy bien conservada en el exterior, salvo la torre que me da la impresión debió de caer y está restaurada algo burdamente. Los álamos que bordean la carretera y las nubes que tapan el sol me permiten caminar con total placidez, cruzo Duratón, que es un pequeño pueblo y ahora me dirijo a Sotillo, también una pequeña aldea. Aquí en Sotillo, todo parece indicar que el GR88 toma a la izquierda, por un camino, hacia la Cañada Real, pero tampoco es que tenga la absoluta certeza de tal cosa, no hay balizas ni indicaciones de ningún tipo, por tanto sigo por la carretera, para recibir una intensa lluvia que no se hace desagradable, más al contrario, se agradece en esta cuantía, otra cosa será dentro de un rato. Cruzo Duruelo y continúo por un camino para empalmar con la carretera, esta algo más concurrida de tráfico, enseguida se pone a llover de nuevo, ahora con cierta intensidad que termina siendo torrencial, me protejo como puedo, me cobijo debajo de una encina, pero ya estoy calado. Al cabo de 15 minutos deja de llover, sale el sol de nuevo y tardo menos en secarme que en mojarme, el sol es fuerte y la humedad desaparece rápidamente. Al pasar la aldea de Mansilla y una ermita a la izquierda, al lado de la carretera, llego a la desembocadura de la Cañada Real que viene por mi izquierda y cruza el Río Duratón por un puente de cemento. Ahora me quedan 3 kmts. para llegar a Cerezo de Abajo, donde llego a las 5 en punto. Rocío, un alma caritativa, se apiada de un caminante fatigado y con ganas de llegar a casa, me deposita muy cerca y en un suspiro.
Datos del GPS: Kmts. recorridos 46. Tiempo total empleado 9,36 horas. Tiempo en movimiento 8,33 horas. Tiempo detenido 1,03 horas. Media en movimiento 5,4 kmts. por hora. Media total 4,8 kmts. por hora.