VERA – TALAMANTES – TRASOBARES – TIERGA
Kmts. 36
Día 29-3-95. La sorpresa de la mañana me la da el dueño del hostal, después de desayunar le pido la cuenta y me dice que 9.300 pts. por las dos noches de estancia, dos cenas y dos desayunos, siendo un hostal bastante cutre la habitación debían ser 2.000 por noche y cada cena unas 800 pts. siendo menú del día, no a la carta, total que me sentí estafado y así se lo manifesté al posadero, intentó convencerme de lo cara que está la vida, mal recuerdo me llevo de Vera de Moncayo y especialmente del Bar Pasarela y su timador dueño.
Comienzo la jornada visitando el Monasterio de Veruela, como abren a las 10 de la mañana, unos 10 minutos antes estoy a la puerta, unos obreros me indican que puedo esperar dentro, hago alguna foto y aparece un hombre que me empieza a echar la bronca por estar por allí sin haber abierto. Como ya la mañana me había deparado algún sinsabor, no estaba para bromas ni aguantar a un mequetrefe que se creía el dueño del Monasterio. Después de una fuerte discusión y ver que la cosa se ponía seria me pide disculpas y quedamos en paz. La visita es fructífera, el Monasterio es cisterciense, notándose el románico en varios puntos con reconstrucciones posteriores. Tiene alrededor una sólida y fortificada muralla de unos 5 mts. de altura. Aquí escribió G.A. Becquer sus “Cartas desde mi celda” y algún otro poema sobre los alrededores. El claustro es muy bonito y bastante bien conservado.
Hay también haciendo la visita una excursión de estudiantes de Logroño, al verme con mochila me hacen preguntas curiosas sobre mis andanzas. Hacia las 10,30 salgo del Monasterio y me dirijo a Alcalá de Moncayo, el día está muy nublado y con viento muy frío, desde luego hoy no hubiera podido subir al Moncayo, su cumbre está cubierta por las nubes. Pasado Añón y a unos 2 kmts. de éste, tomo una pista a la izquierda recién construida con las señalizaciones muy deficientes y muy polvorienta, es un terreno árido y desagradable hasta pasado el Collado de la Silla cruzando a la otra vertiente y descendiendo hacia Talamantes.
En éste recorrido he estado acompañado por una pareja de águilas que planeaban majestuosamente alrededor, también enfrente las siluetas de las Peñas de Herrera y acercándome a su base. Talamantes está situado a los pies de un gran castillo, bueno lo que queda de él, y en un vallecito que nace en la parte sur de las Peñas, al abrigo de los fríos vientos del norte. Una vez cruzado dicho pueblo, la senda inicia una ascensión de más de 300 mts. hasta el Collado del Campo en dirección suroeste, entre un bosque de pinos y a través del Barranco de Valdetreviño.
En el collado se encuentra el GR 90 con el PR que viene del Collado de la Estaca bordeando el Morrón. A partir de dicho collado la senda comienza a descender por la izquierda de la Covachuela a través de un desolado y muy erosionado terreno producto de las torrenteras. Me asomo a ver el gran tajo que se produce en un escarpado lugar denominado Peña de los Moros, como digo son barrancos de aluvión, solamente llevan agua cuando llueve torrencialmente produciendo gran deterioro del terreno, es sorprendente lo que puede causar un arroyuelo seco todo el tiempo.
Algo
más
abajo y una vez que he descendido unos 300 mts. se juntan los dos barrancos
formando el Valdeplata, supongo en honor de
las minas de plata que en alguna época explotaron el llamado Pozo de la Mina,
aunque están
abandonadas se aprecia una explotación de ciertas dimensiones.
Enfrente, del otro lado del Barranco, hay unas enormes peñas muy
parecidas a las de Herrera y cuya cumbre se
denomina el Raso, detrás
se sitúa el pueblo de Purujosa y algo
más al sur Calcena,
que no pasaré por quedar algo retirados de mi camino. La senda
continúa por el cauce del barranco, hasta llegar al puente por
donde cruza la carretera que sigue a Calcena y Purujosa,
aquí se
juntan el barranco y el río Isuela, ya llevando un modesto caudal.
En algún punto he visto señales del PR 4 que conduce a
Calcena a través del barranco de Valdeplata y
supongo por un recorrido muy espectacular. El lecho del barranco,
a partir del Pozo de
la Mina,
tiene huellas de 4x4, imagino frecuentado los fines de semana
por los modernos aventureros. Llego a Trasobares a
las 5,30, me tomo una cerveza y hago un breve descanso, pregunto
si hay
algún sitio donde dormir
y por la información que recibo prefiero continuar hasta Tierga,
donde hay una fonda muy recomendable. Antes de llegar a Tierga bajando
por la ribera del Isuela, miro hacia atrás, hacia las cumbres
del Moncayo, está todo cubierto y amenazando lluvia. A las 8 busco
en Tierga la Fonda Esther para
tomar habitación, está regentada
por una amable y simpática familia, todo muy bien cuidado y con
excelente cocina. Magnífica cena y relajada sobremesa con dos
jóvenes que están haciendo una piscina en el pueblo. He
telefoneado al dueño del hostal de Vera para
que me envíe
la factura a casa, tal como yo me acordaré de él, también
se va a acordar de mí. |